Y por cada uno mis pecados, una nueva flor saldrá

Tú

Sabía que hoy era el día, mi corazón me gritaba que pronto todo acabaría, que la muerte pronto me alcanzaría.

Y mientras pensaba que estaba bien, me cuestioné.

'¿Tal vez en otro mundo finalmente podría ser amado?'

Kim Dokja, "hijo único", mi padre me dio ese nombre para que fuera independiente, tenía grandes expectativas de mí. Mi madre siempre usó el segundo significado, "lector", pero yo soy ambos, alguien que ama las historias y es capaz de sacrificarse por estas mismas, además que de alguien que aunque esté rodeado de personas siempre estará solo, porque nadie ama mi todo.
Cuando la compañía obtuvo el 49% de mí, aprendí que realmente no me amaban, sabía que me querían pero no era como yo deseaba, si lo hubieran hecho ellos no habrían abandonado al niño solitario, a alguien que no sabía porqué no estaba completo, que nisiquiera sabía que algo le faltaba, no, ellos lo habrían abrazado y amado, al fin y al cabo seguía siendo yo, pero no fue así, ellos amaban al lector, aquel que luchaba siempre al frente, quien se enfrentó al mundo mismo y los salvó.

Pero aún así, hubo una persona que abrazó y aceptó ambas partes de mí, Yoo Joonghyuk.

Yoo Joonghyuk siempre fue mi impulso para seguir adelante desde el día en que lo encontré en forma de letras y oraciones detrás de una pantalla. Pronto se convirtió en el padre que siempre desee, en un hermano mayor que moría por tener, en el mejor amigo que nunca tuve, en un compañero con el que compartía la soledad de la vida, y, cuando lo tuve frente a frente, todo cambió y consiguió un nuevo papel, el amante que siempre quise.

Pero las expectativas siempre fueron mayores, la vida nunca habia sido justa para mí por eso sabía, en el fondo de mi ser, que nunca estaríamos destinados.

Él era alguien que estaba destinado a la grandeza y al amor, un protagonista capaz de luchar sin importar los obstáculos que se le pusieran enfrente, alguien que se levantó una y mil veces para conseguir su propósito, yo sin embargo, solo fui alguien que fue iluminado por un poco de la luz que repartió, el lector detrás de una pantalla que vivía día a día pensando en él, alguien que con solo pronunciar su nombre se sentía fuerte.

Cuando me recuperó, después de habernos perdido dos veces más, después de millones de años de separación, sentí que la vida finalmente estaba brillando sobre nosotros. Ambos cumplimos nuestros sueños y propósitos, enlazados y apretados, un par sin distinción alguna.

El protagonista necesita al lector y el lector está para el protagonista.

Que relación tan buena es esa.

Pero no fue así, la sangre y las flores son evidencia de eso.

El lector acompaña al protagonista en todas sus penas y batallas, pero el protagonista no es conciente del apoyo y aprecio del lector.

Sentado en la habitación me pregunto, '¿pude haber hecho algo para que él me aceptara?'
Quizás si me hubiera quedado en el mundo, al lado de aquellos que nos acompañaron, las cosas hubieran sido diferentes, para bien o para mal.
Tal vez él me amaba antes pero, luego de ser lastimado y abandonado tantas veces por mí, queriendo evitar que le romperia nuevamente su corazón decidió borrar sus sentimientos por mí, tomandolo como una experiencia de la cual no quisiera hablar.