Y por cada uno mis pecados, una nueva flor saldrá

Y por mis pecados.

 Muchos dicen que el arrepentimiento llega cuando pierdes lo que amas, cuando aquello que tanto presumías tener, algo que estaba en la palma de tu mano se esfumaba sin retorno posible, yo lo entendí cuando vi como mis pecados se materializaron en forma de flores saliendo del cuerpo de la persona que anhelaba.

Mirando la tumba de flores me pregunté qué podría haber cambiado.
¿Acaso mi destino era seguir cargando las desgracias del mundo?

No.

Yo sabía perfectamente que esto no era obra del destino ni de la probabilidad que alguna vez rigió mi vida, esto solo había sido culpa mía, mis pecados finalmente vinieron a hacerme frente. Al igual que cuando acepté convertirme en un regresor por la esperanza de conocer a aquel que siempre estuvo conmigo.

Desde el día en que decidí atarlo a mi lado con una mentira, más y más mentiras y pecados se fueron creando y acumulando.

Porque no importa que las esponjas puedan absorber mucho líquido, en algún momento todo estallará y no habrá marcha atrás.

Quizás si no lo hubiera dado por hecho esto no hubiera pasado, si tan solo cuando entendí que realmente lo tenía en mi corazón, de la misma manera que él me tenía en el suyo, todo esto no hubiera terminado en tragedia.

Llorando de rodillas me lamentaba el jamás haberle dicho que lo amaba, si lo hubiera hecho, ¿habría sido capaz de ver sus hermosos ojos estrellados brillando?, ¿habría podido ver nuevamente la sonrisa que tanto he extrañado?

Pero era tarde, las miles de flores que me rodeaban eran muestras de ello, eran un recuerdo presente de lo mucho que lo he dañado.

Cayendo de espaldas, acostándome al lado del cuerpo de Dokja me dejé sumergir en la miseria que había conseguido por mí mismo.

Habían pasado muchas cosas para finalmente traerlo de vuelta al mundo en donde nos conocimos, y ahora, por mi culpa, lo había perdido nuevamente. Dejarlo soltarse y librarse del sufrimiento que siempre le he propiciado, pero aun así sabía que él no me odiaba, como un tonto seguía feliz con solo pensar en que yo estaba bien.

Me pregunto ¿Acaso no soy capaz de aprender de mis errores?, ya viví muchas vidas en una constante prueba-error-regreso.

Mi nariz se llenó de un hermoso aroma a flores, pero en lugar de sentirme reconfortado sentía como si mi cuerpo se partiera en pedazos.

Estas flores solo son muestra de las tonterías que hice, del enorme anhelo que sentía él por mí, anhelo mismo que no pude corresponder.

Y es que ni siquiera podía morir, no cuando él siempre dio de todo con tal de que siguiera viviendo.

-Vive Yoo Joonghyuk, tal vez sea la última vida en la que seas un humano-

Con lágrimas corriendo de las mejillas me cuestioné como pude dudar de él tanto tiempo. Cuántas veces había hecho él cosas por mí y yo seguía sin querer dejarlo entrar en mi corazón.

Y, cuando la tristeza había predominado en mi corazón, un pequeño rayo de esperanza, en formas de chispas cayendo del cielo, apareció en este mundo.

[ESCENARIO ESPECIAL]

[POR LOS PECADOS]

[DIFICULTAD: S]

[CONTEXTO: Los dioses externos "Conspirador Secreto" y "Sueño Más Antiguo" le ofrecen a la encarnación "Yoo Joonghyuk" una oportunidad para expiarse]

[CONDICIONES DE VICTORIA: Confesar sus pecados hasta que todas las flores desaparezcan]

[LÍMITE DE TIEMPO: 1 año]

[RECOMPENSA: La resurrección final del dios externo]

[FALLO: Muerte real del dios externo]

Hubo un tiempo en donde aquellos nombres se habían vuelto en un signo de odio extremo, ambos habían hecho que la separación entre Dokja y yo fuera inminente, ahora, pensando racionalmente, me doy cuenta que nuestras expiaciones habían sido distintas, el Conspirador había enfrentado su peregrinaje solo, el pequeño Sueño había sido lo mismo, dos almas separadas por milenios esperando su salvación, misma salvación solo estaría en la mano del otro, tal vez por eso mismo es que yo y Dokja fuimos separados, esperando a reencontrarnos y nunca dejarnos, pero, al contrario del Conspirador, no fui lo suficientemente listo como para notarlo, fui confiado, realmente confiaba en el hecho de que estábamos juntos, como piezas de rompecabezas que encajan perfectamente, pensando en que la separación había pasado y solo era cuestión de acostumbrarse a una vida pacífica y sedentaria, y perdí, perdí nuevamente la oportunidad por la que tanto luchamos ambos, aun así, aún con todos los rencores que podemos sentir entre los 4, ambos dioses externos me están dando la oportunidad de solucionarlo, de arreglar los fragmentos que he roto.

Mirando la pantalla azul que tenía siglos sin observar, aquella que me había llevado a miles de desgracias en cada una de mis vidas, me cuestioné si realmente los escenarios, las constelación y esos dioses eran tan malos como recordaba. Pensando nuevamente quizás solo fue mi perspectiva fracturada la que me conllevó a odiarlos. Tal cual cuando durante tantas vidas odié a la única persona que daría el mundo entero con tal de verme feliz.

[Constelación "Rey Demonio de la Salvación" pregunta si eres feliz]

Con una sonrisa dolorosa murmuré un pequeño gracias, una pequeña palabra en comparación con todas las emociones que estaban interactuando en mi corazón y, dejándome caer de rodillas frente a la tumba de flores hablé decididamente -Cuando él regrese iremos a visitarlos-

Los meses pasaron, las flores que adornaban la casa desaparecieron una por una, la vida había comenzado a brillar nuevamente.
No sabía cómo es que funcionaba el escenario dado, pero cada vez que una flor desaparecía sentí que podía respirar más.