¿Este es mi final feliz?

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La vida después de despertar en esa cama de hospital fue muy tranquila, se sentía como una suave brisa en primavera.
Realmente era la primera vez que Kim Dokja se sentía feliz.

Acostumbrarse a la nueva vida después de los escenarios, luego de haber pasado tanto tiempo en ese tren y disperso en el universo, fue realmente simple, y mucho más simple y cómoda sabiendo que siempre tenía a su lado a su compañero en la vida y la muerte, a ese Yoo Joonghyuk que fue capaz de viajar entre mundos solo para traerlo de regreso.

Cuando comenzaron a salir fue como un sueño, uno de esos sueños que él mismo había mantenido oculto, guardado en el rincón más oscuro de su biblioteca y completamente resguardado con miles de candados, algo que nadie más que él pudiera saber.

Sus sueños fueron cortos a lo que realmente sintió cuando Joonghyuk le pidió ser su novio. Su cuerpo sintió una clara descarga eléctrica, como si electrificación se hubiera activado sin darse cuenta.

Cúlpenlo de lo que quieran, pero, al ver que el protagonista de su vida le pidiera ser algo más que compañeros platónicos fue simplemente un sueño hecho realidad.
Tal cual su nombre de constelación, fue su sueño más antiguo.

Ansioso y con esperanzas dio el sí a la pregunta de su compañero, abrazándolo mientras pensaba en que tal vez la vida de mierda que había tenido antes fue el karma adelantado para toda la felicidad que ahora tiene y tendrá.

Oh, que iluso fue.

Vivir con Joonghyuk fue algo tranquilo y monótono.

La casa siempre estaba limpia y con diversos aromas que te daban a entender que dentro había un chef Michellin. Tal vez Joonghyuk no tuviera ese reconocimiento, pero sin duda para Dokja la cocina de su novio era mucho mejor que la de cualquier otra persona.

  
Por las tardes, cuando ninguno de los dos debía trabajar, (porque sí, salvar el mundo tiene sus ventajas, una muy clara es la nula necesidad de conseguir dinero ya que el gobierno te proporcionaba todo) se quedaban sentados mientras él leía o simplemente veía a su amado compañero y novio jugar y pasar todos los niveles de forma excelente.
Un verdadero pro gamer tal cual lo decía su atributo.

  
Por las noches todo era tranquilo, dormía uno al lado del otro, disfrutando de la calidez que un cuerpo puedo irradiar.
Si bien eran pareja, jamás habían pasado más que roces ocasionales y besos fugaces, no es que él se queje mucho, lo poco que Joonghyuk es capaz de darle él lo recibe con felicidad.
Él comprende, entiende que si bien se aman, no necesariamente necesitan expresar ese amor de formas tan vanales y terrenales como lo son el sexo y las caricias.
No.
Su amor es uno que trasciende del tiempo y el espacio mismo, asi que una simple sonrisa y un beso en la frente son unas buenas formas de decirse lo mucho que se aman, y lo felices que se sienten de tenerse
   
¿verdad?

Pero, poco a poco la felicidad que sentía viviendo con Joonghyuk comenzó a oscurecerse bajo sus pensamientos pesimistas.
Como bien dicen, el peor enemigo de las personas es uno mismo.
  
   
Cuando salía a pasear o simplemente leía un libro romántico, sus ojos y mente se llenaban de las imágenes de dos extraños disfrutando de su dulce amor. Veía como todas las parejas expresaban sus sentimientos de forma física. Él empezó a comprender que algo dentro de este final feliz que sus compañeros le dieron no estaba del todo bien.

Pronto entendió qué era aquello que estaba mal.
    
    
  
 
Era una tarde tranquila, ambos se encontraban sentados en el sofá viendo una película, la película no tenía pinta romántica, al menos en la descripción no aparecía nada, pero muy pronto aparecieron escenas referenciales, los protagonistas comenzaron a besarse desenfrenadamente. Al ver esto, una idea llegó a su mente. 
  
Si bien nunca se habían besado como es debido quizás se debía a que no había un buen ambiente.

Y por cada uno mis pecados, una nueva flor saldráWhere stories live. Discover now