CAPITULO 5

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D A N I E L.

HOY POR FIN LE DIRÍAMOS A NUESTRA hija que si puede ser una little space.

Las emociones estaban en mi cuerpo tengo miedo de que lo rechace y piense que somos unos locos, y por ello hablé con mi esposo para sentirme más seguro de lo que hacíamos.

Al parecer yo era el único que estaba nervioso, mi esposo estaba feliz, pero no se notaba que estuviera nervioso o algo.

Claro se notaba en ocasiones que Brenda se comportaba como una bebé solo en ocasiones.

Suspire profundamente y llame a Brenda.

—¡Brenda!— la llamé en unos momentos ya estaba al frente de nosotros.

— queremos hablar contigo cariño.— dijo Manuel con calma, Brenda asintió y le palme el mueble para que se sentará al lado de nosotros.

— claro ¿que paso?— su voz es tan dulce.

—nosotros queríamos hablarte de como te has sentido con nosotros— dije comenzando con calma mientras jugaba con mis dedos.

— bueno, me he sentido bien con ustedes, se nota que me quieren mucho y se los agradezco.— dijo con una sonrisa.

— y queríamos hablar otra cosas, ¿pequeña has escuchado sobre el little space o infantilismo?— Brenda pone cara de confusión y niega.

— el infantilismo es cuando una persona quiere actuar como bebé o quiere recuperar su infancia, eso consiste en llevar pañales, ropa de bebé, chupete o otras cosas.— dijo mi esposo mientras me tomaba de la mano.

—¿ustedes quieren que sea una bebé?— preguntó con preocupación.

— si tú quieres, no te estamos obligando hacerlo pequeña.— dije por fin.

— ¿Lo puedo pensar?— dijo mirando a otro lado.

— claro tómate el tiempo que quieras.— dijo Manuel.

Brenda no parecía estar presionada o algo solo asintió y se fue a su habitación.

Aunque igual ella usaba pañales al parecer se sentía bien con ellos, ayer le dijimos si se lo quería quitar y dijo que no.

Nos estábamos acostado a la vida que estamos llevando y por el momento está bien.

Dias después.

BRENDA mi hija ya estaba como una bebé, los días pasaban y se comportaba como una.

Aunque todavía no decia papá, papi o daddy le dimos el tiempo para que lo diga cuando quiera.

Hoy vamos a a dónde unos amigos, ellos también tienen una hija ABDL y es muy bonita y la adoptaron en el mismo lugar donde adoptamos a Brenda.

— ya estoy lista.— escuche la voz de mi dulce princesa ella se encontraba en los brazos de mi esposo.

— te ves hermosa mi reina.— le di un beso en la mejilla y a mi esposo en los labios.

— tu también te ves bien.— dijo Brenda y puso su chupete en su boca.

—¿Cambiaste su pañal?— le pregunté a Manuel.

— Si, le eche crema para que no se irritara más.— nos dimos cuenta hace unos días que Brenda estaba irritada su colita y eso provocaba que llorara.

Entramos al coche después de haber cerrado la casa, deje a Brenda en su asiento de bebés y puse su pañalera a un lado.

Me senté en el asiento de copiloto y abroche mi cinturón igual que lo hice con mi hija.

—¿A dónde vamos?— preguntó Brenda.

— vamos a ver a unos amigos y a su hija.— dijo mi esposo con una sonrisa.

Brenda estaba emocionada a cada rato decía que cuando íbamos a llegar.

Al llegar nos estacionamos a fuera de su casa de verdad que era enorme igual que la de nosotros.

Al tocar la puerta nos recibió gustosamente Bella mi amiga.

— hola ¿Cómo han estado?— preguntó mientras nos abrazaba a cada uno, al llegar a Brenda que estaba en los brazos de mi esposo le tomo la mano.

— hola preciosa ¿Cómo estás?— dijo sobando su mejilla.

— bien..— se escondió en el cuello de Manuel y se quedó allí.

— pasen.— entramos a la casa y vimos a Alejandro con su hija.

Brenda todavía estaba en el escondite de Manuel no quería salir y tampoco la obligó a saludar sino está lista todavía.

— hola, bienvenidos.— dijo Alejandro mientras dejaba a su hija en el piso jugando.

— hola, muchas gracias.— dijimos los 2 con una sonrisa enorme.

Nos sentamos en el mueble de la sala de estar y Manuel puso a Brenda en su hombro (que todavía seguía escondida)

— Brenda corazón, ¿Quieres saludar?— pregunté acercándome para verla a los ojos y aparte un mechon de su cabello.

— todavía no.— dijo con un puchero.

— está bien corazón.— sobe su espalda y bese su frente.

— ¿Necesitan algo? ¿Brenda está bien?— preguntó Bella.

— no gracias, es solo que le cuesta interactuar con las personas.— dijo Manuel.

—¿se llama Brenda?— la voz de la hija de bella y Alejandro se hizo presente.

— Si, es bonito nombre ¿verdad?— dije.

Brenda estiró sus brazos hacia mi.

— ven princesa.— la puse en mi pecho y se escondió.

— ¿no quieres conocer a una amiga?— pregunté, pero Brenda negó con los ojitos aguados.— está bien princesa, no te vamos a obligar.— bese su mejilla y se calmo.

—¿trajiste su inhalador?— preguntó mi esposo.

— si lo tengo en su pañalera.— lo mire con una sonrisa para que se tranquilizara.

—¿quieres jugar?— Manuel.

— amor déjala no quiere.— dije, pero al parecer se lo tomo a mal.

— tengo hambre.— Brenda llamo mi atención.

— ya vamos a comer corazón.— sobe su espalda.

Después de un rato, lleve a Brenda al baño ya que tenía que cambiar su pañal, después bajamos de nuevo, pero al parecer había agarrado un poco de confianza ya que la había dejado caminar aún así no soltaba mi mano.

— hola.— dijo la hija de Alejandro.

Brenda tenía todo este tiempo la cabeza abajo.

— hola.— dijo mirandola por fin y sonrió.

—¿Brenda?— las dos sonrieron, no sabía porque estaban tan sorprendidas.

¿Se conocían antes?

¿Por qué estaban tan felices?

—S-sofia— dijo feliz mi hija y se abrasaron.— te extrañe.— lloraron las 2.




LITTLE BRENDA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora