Capítulo 7

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—Tienes una linda casa.

Es pequeña pero acogedora. Un lindo departamento con cocina comedor, baño y habitación. Es cómoda para una persona, para dos ya es complicado.

—Gracias, Chan.

—Oh, hablaste en inglés —El castaño asintió riendo—. Gracias. A veces necesito un descanso del coreano para recordar mis raíces... Dios mío, en serio huele delicioso.

Seungmin volvió a reír y con una cuchara, tomó un poco del jugo de la comida.

—Ven a probar.

El mayor se acercó a paso rápido, emocionado. Seungmin le sonrió y le acercó el contenido a la boca, ganándose la felicidad y el placer de Chan.

—Está riquísimo, me encanta —relamió sus labios. Seungmin rió.

—Soy bueno haciendo kimchi jjigae.

—Se nota.

La cena realmente transcurrió normal. Hablaban de todo, especialmente Chan que ahora ya no tenía vergüenza alguna y le contaba cualquier cosa que recordara. Seungmin se cansaba de esto pero lo soportaba porque eso significaba escuchar la emoción en su voz.

Chan era un hombre increíble. Se enteró que mensualmente donaba a muchas organizaciones para niños que lo necesitaban y cada tres meses iba a visitar a sus padres a Australia.

—Amo esta película. Es tan cliché y romántica...

Seungmin sonríe enternecido ante las palabras de Chan. Luego de la cena decidieron ver una película tirados en el sofá, todavía bebiendo vino y comiendo frituras.

Pero Seungmin, en vez de ver lo que pasaba en la televisión, en algún punto de la noche se concentró en ver al hombre a su lado, soltando un suave suspiro al notar su belleza.

Simplemente Chan era hermoso. Sus facciones eran una belleza y su corazón en sí lo era.

Tenía esa pinta de chico tierno que podía alterar tu mundo con una sola sonrisa. Sus ojos eran lindos, sus cortas pestañas también. Incluso sus pómulos, su nariz y su barbilla eran bonitas. Ni hablar de sus labios que se veían más que apetecibles.

Y ante ese vergonzoso pensamiento, tomó su copa de vino y bebió con su rostro ardiendo. Chan no le prestaba atención, seguía concentrado en la película como si fuera un niño. Y Seungmin mordía sus labios ansioso, preguntándose qué tan mal estaría querer probar los labios de su amigo.

Demasiado. Obviamente.

Intentó concentrarse en algo más, acomodándose en el sofá e intentando ver la película. La escena era del protagonista, un universitario jugador de fútbol americano con aires de perfección enseñándole a su interés amoroso cómo lanzar un balón. Lucían tiernos y Seungmin se concentró por unos cortos segundos, ya que tuvo un recuerdo fugaz.

Su primera cita con Minho.

Era algo así, pensó. La única diferencia era que eran más jóvenes y estúpidos. Su amigo en ese momento fue a comer a su casa; él no cocinó, fue su madre la que lo hizo y ella después se fue a trabajar. Vieron una película y para las dos de la mañana, Minho estaba durmiendo en su cama desnudo junto a él.

Seungmin recuerda esa noche susurrarle que lo amaba desde hace tiempo y él le correspondía con una sonrisa, arreglando su cabello y tratándolo con tanta amabilidad y cariño que terminó llorando la mañana siguiente.

Recuerda estar sentado con él en el sofá; observándolo atontado. Incluso Seungmin se atreve a comparar las situaciones y suspira, encontrándose con la mirada de Chan.

After Stars and Raindrops | ChanminWhere stories live. Discover now