Zeta

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El veintiuno de marzo la gente regala flores, una tendencia popular entre las personas de su edad. La escuela se llenó de personas regalando flores amarillas, pequeños noviazgos nacían y Jeon Jungkook se sintió un poco mal.

Sus amigas también recibieron flores. Jungkook era querido por muchos, pero no recibió ninguna flor. Su orgullo no le dejaría confesar que esperaba recibir un obsequio. Quiso consolarse buscando al alfa que le mimaba como ningún otro lo hacía, quería decirle que le abrazara para consolar su vanidad como omega. No obstante, el alfa pelirrojo no fue ese día.

•••

Kim Taehyung llegó a la escuela con un ramo de flores amarillas, justo al finalizar las clases, esperó pacientemente la salida de los alumnos. Sabía que el omega de su corazón miraba a veces un poco celoso a los que recibían flores, también sabía que nadie quería regalarle algo al pelinegro temiendo el rechazo. El pobre alfa enamorado en igualdad duda si sus lirios serían bien aceptados.

Sintió de pronto sus manos sudar al ver a Jungkook, la mirada de brillo, su sonrisa al hablar con Seol Inah, una existencia perfecta. Juntó su coraje para avanzar, casi falla al tener la atención del menor, ya que la bella mirada se posó sobre él.

El pulso no debería ir tan rápido, la batuta de su corazón era preocupante, su respiración tendía a ser tranquila no agitada como en ese momento, esperaba que fuera el polen que hacía su nariz picar y sentir sus ojos querer lagrimear. Oh, Diosa Luna, ayuda al pobre alfa.

Kim Taehyung entregó el ramo de lirios amarillos con miedo, su mano se estremeció al estirarse en dirección a Jeon Jungkook.

Jeon Jungkook, el omega de su corazón las recibió.

Kim Taehyung finalmente pudo respirar.

Lirio amarillo: amarte me hace feliz

Omega cordis mei Where stories live. Discover now