Cap 4: refugio

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ALAN

—Hay más laboratorios como este.

Aurora se ha tomado la tarde en enseñarme las instalaciones del laboratorio y sobre cómo funciona cada aparato. Durante todo el tiempo sostuve una expresión de curiosidad y sorpresa mezcladas, cuando en realidad ya conozco de memoria los planos de cada instalación, al menos los espacios comunes pues muy posiblemente hayan divisiones ocultas.

En lugar de lucir como un laboratorio estrictamente, el espacio de Aurora parece más una biblioteca improvisada entre distintas máquinas. No hay luces led que te escandalizan o pilas de insumos médicos, sino suave luz amarilla y vitrinas con archivos. Estos últimos son expedientes, el control o registro de los DELTA.

—Verás, a diferencia del típico laboratorio...—comienza a explicarse, me he percatado que es muy buena explicando información pesada—, aquí estudiamos las emociones y el comportamiento.

—¿Entonces es más como psicología?

—Algo similar. Debes tener muy en cuenta que aquí, si tienes una afirmación debes justificarla en una base anterior.

—¿A qué te refieres?

—Digamos que si afirmas que hay un soldado con trastorno de bipolaridad, debes justicarlo con antecedentes. Es decir, averiguar si anteriormente dio indicios de esto o tuvo un escenario.

—¿Cómo procede en caso de que no existan antecedentes?

—Entonces abres una investigación y comienzas a estudiar a tu target con cuidado—sus ojos me recorren el rostro con atención—. Registra u observa todo lo que puedas, así estarás creando tus antecedentes.

<<Es curioso que me hable de targets cuando ella es mi objetivo>>

—Creo que entiendo—me limito a decir.

—Vale—asiente, sus manos se pasean por su coleta alta—. Cada mes hacemos un examen rápido a las divisiones de 20 minutos por persona. Esto es para comprobar que no hay nada extraño en su comportamiento.

—¿Estoy incluído en los examenes?

—Si, pero no te preocupes. Es sólo rutina, la verdad poco les importa si estás cuerdo o no.

—Eso es cruel—confieso un poco sorprendido ante ello.

—Eres soldado, ¿Por qué te sorprende?—responde con naturalidad, lo cual me enfurece y aumenta mis sospechas sobre ella.

<<¿No se supone que los médicos velas por la salud de las personas?>>

—Eres Doctora, ¿Por qué lo apruebas?—respondo casi instantaneamente y tarde me percato de mi error.

Aurora sin embargo no reacciona, sólo se cruza de brazos y se limita a observarme. Algo está dando vueltas en su cabeza, está pensando o meditando sobre la situación y con su mirada sobre mi, consigue ponerme nervioso.

<<No debería sentir nervios ante la presencia de alguien, he entrenado casi toda mi vida para esto>> mi cabeza se siente nublada por un momento.

—Dime Alan, ¿de cuál escuela militar vienes?—pregunta con un toque de curiosidad—, Quiero decir, si estarás bajo mi tutela, tengo que conocerte un poco más.

Se voltea para darme la espalda y caminar hasta su asiento. Siento que a mi pecho le falta aire mientras la observo, pues su cuerpo y sus caderas lucen muy bien mientras se mueve.

<<¿Qué haces?>> pregunta mi conciencia cuando me descubro a mi mismo observandola de más.

—Ven, toma asiento—dice al ubicarse en su escritorio.

AuroraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora