Cap 3 - Intruso

27 1 0
                                    

ALAN

El ambiente en el lugar se siente un poco hostil. Todo el personal parece distante y encerrado en su propio mundo, es evidente que valoran o son celosos sobre su propio espacio y no suelen mezclarse con otros grupos.

Referente a los DELTA, comienzo a creer que sé cómo reconocer a uno. El mismo Lucas improvisó un pequeño tour en las instalaciones y a medias me señaló donde no debo meter mis narices.

Según él, identificar a uno es fácil a raíz de su alta estatura, habilidades más destacadas que la de un humano y que la mayoría es de característica anglosajón. Ojos claros y cabello rubio, pues quienes llevaron el proyecto estaban obsesionados por una "belleza pura".

Hay quienes les odian porque según, los DELTA tienen el ego muy alto y debido a sus defectos, no son de fiar pues ocurrieron cosas en el pasado que dejaron una marca entre ambas divisiones.

Hasta el momento no he interactuado con uno, por lo que no tengo comentarios qué decir sobre ellos. Prefiero vivir mi propia experiencia antes de sacar conclusiones, esto a pesar de que me han repetido varias veces que me aleje de ellos.

—Realmente no sé porque asignaron a alguien inexperto con Aurora—expresa Lucas mirando hacia el frente, me he percatado que prefiere mirarme de reojo—Te advierto que no intentes nada con ella.

Por dentro me molesta que me vea como un agente novato, que está llevando su primera misión y está más perdido que pingüino en la playa. Sin embargo, no se lo demuestro pues he aprendido muy bien que este tipo de personas son felices provocando a otras y yo también puedo jugar a ese juego.

—Cuidado soldado—agrego—, casi puedo creer que te importa mucho la Srta. Medici.

Lucas cierra el puño, pero evita mirarme.

—Sólo sugiero que no juegues sucio.

—No lo sé Lucas—continúo caminando a lo que parece mi última parada, el laboratorio de Aurora—. Por lo que parece tu eres el único que usa la carne para divertirse.

Lucas no responde en su lugar deja de caminar, yo me volteo para comprobar su expresión, pero él sólo se limita a mirarme. Permanece serio por unos segundos, como si realmente estuviera meditando mis palabras, pero entonces se ríe irónicamente.

No es de esas risas divertidas, sino de aquellas cuando el villano de la historia está cansado pero listo para un último golpe.

—Pasa adelante, estoy seguro de que ella ya está esperándote.

Sin agregar más, Lucas se retira en pasos tranquilos hasta desaparecer por el pasillo.

El idiota se ha ido sin presentarme antes a Aurora. ¿Se supone que debo llegar y simplemente extenderle la mano? Prácticamente seré el nuevo intruso en su lugar de trabajo, así que estoy seguro de que no me recibirá con la mejor expresión.

Toco la puerta, pero ante el primer roce esta se abre y trae consigo un aroma a miel suave que se impregna en mi nariz. Doy por sentado que si la puerta ya estaba abierta, significa que puedo pasar sin poblema y presentarme apenas la vea.

Me adentro al lugar, para mi sorpresa su iluminación es baja, no es como el típico laboratorio con luces blancas que te dejan fácilmente ciego por unos minutos. Este es de luz amarila y decoración con colores neutros, que convinados con el aroma a miel, te da una sensación de tranquilidad.

La entrada es como una pequeña sala de estar en donde las personas pueden colocar sus abrigos o bolsos, luego hay un pequeño pasillo que conduce a 3 cubículos. Uno tiene las letras de "Radiografías", otro de "Almacén" y el tercero de "Oficina".

AuroraWhere stories live. Discover now