Narra Ingrid
Lo que ví me puso los ojos nublados y la garganta ceca, mi mujer tan peligrosamente cerca de esa tal Mary. Billie sale del auto y cuando me ve observarla camina hacia mi.-Cariño..-No la dejé terminar.
-Nada de eso, ve a la habitación ahora, te desnudas, te mereces un buen castigo por ser una niña mala y desobediente.-Ella me agarra las manos.
-Pero no es lo que parece te lo juro ella fue quien me tocó y se me acercó.-Quite las manos de Billie encima de las mías
-No me interesa, ya te di una maldita orden, sube ahora sí no quiere que sea peor.-Ella asiente y sube a nuestra habitación.
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🔞Subí a la habitación y encontré a mi mujer desnuda acostada en la cama fingiendo dormir.
-Eso no funciona nena, aún me tienes muy enojada debiste haberla parado en el momento, ahora tendrás que pagar las consecuencias.-Billie me mira con ojos de perrito pero no funcionará.-Te daré unos azotes extras por esos ojitos,en cuatro y contaras cada azote que te dé si te equivocas te daré el doble.-Ella me obedece y se pone en la poción que le ordene.
Empiezo quitándome la correa lista para darle un buen castigo por ser una niña tan mal, el primer correazo sonó fuerte y escuché el lloriquear de Billie y luego empezó el conteo.
-..uno...do-s...tres-s...ya no, duele demasiado...-Le dí otro fuerte correazo.
-Cuenta.-Despues de decirle eso le di otro correazo.
-Cinco...seiss...siet-e...Och-ahh...Nu-ve...Diez.-Ese fue el último que le dí.
-Que buena niña, soportaste muy bien, pero eso no es todo, te voy amarrar a la cama acuéstate boca arriba.-Y cómo siempre me hizo caso
Amarre sus manos y luego sus pies,mire su cuerpo por unos minutos que afortunada de tener una novia tan hermosa, me quite la ropa y me posicione encima de ella y mordí sus grandes y deliciosas tetas ella omitió un gemido que fue música para mis oídos.
-Ahh..amo-r apresúrate, la quiero adentro ya.-Me reí de las palabras de Billie.
-Lo siento nena,pero tú estás castigada y no te voy a complacer.-Despues de lo que dije ella renegó.
-Pero yo no tengo la culpa.-sonreí y mordí su pezón y metí mi pene en su entrada, ella se estaba volviendo loca y empezó a mover sus cadera queriendo encontrar contacto.-Por favor amor..- Sonreí y llegó el momento, se la metí y sin piedad alguna le dí.
Sus gemidos llenaron la habitación, cuando fui demasiado brusca me pidió que fuera más lento.
-Amor, lento..por favor ...no tan rápido.-su voz entrecortada me exita al igual que su cuerpo sudado y lleno de placer.
Me vine y derrame todo adentro,un gemido de placer sale de mis labios.
Esto no termina.