Una noche donde Nick Nelson le canta al amor de su vida, recordando su amor en un bar, Charlie Spring fingiendo una vida feliz al lado de alguien que no ama, en su mente y corazon solo está aquel hombre con voz melodiosa y suave.
La vida no fue lo mismo para Nick desde que terminó con Charlie, las noches se volvieron frías en aquel departamento que compartieron desde que se graduaron de la universidad, Nick había estudiado artes por su amor a la música pero mas por su amor de escribirle canciones a Charlie, como diría Nick la musa de mi vida, ahora solo parecían recuerdos, había pasado un año, hoy se cumple un año de aquel fatal rompimiento.
Por su parte, Charlie se había decidido estudiar para ser diseñador de interiores, ambos con sus carreras eran exitosos, hasta el día que descubrieron a Nick y desde ese día todo fue diferente.
La carrera musical de Nick estaba en el momento correcto, conciertos cada noche, portadas de revistas, apariciones en programas de televisión, entrevistas, premios, pero había algo que Charlie nunca pudo tolerar, era ser el amor secreto del famoso cantante de Nick Nelson.
Su representante decía una y otra vez que era mejor que no se dijera nada de su relación, Charlie odiaba eso, pero mas odiaba que Nick no pusiera límites o solo hiciera lo que el quisiera, era como un títere de su representante, publicista y cualquiera que trabajaba con él, las peleas fueron constantes, Charlie no soportaba tener que leer cada día una noticia nueva
Nick Nelson con su nueva pareja
El famoso cantante Nick Nelson saliendo de una fiesta con diferentes chicas
A Charlie le molestaba cada vez más las noticias falsas, empezaba a creer que eran verdad, Nick trataba de calmar cada ataque de inseguridad de Charlie pero una noche todo solo explotó, la rabia de Charlie por todo lo que había acumulado con el paso del tiempo, el cansancio de Nick por las peleas, por las inseguridades y por la desconfianza.
Aunque Nick sabia que todo era por no poder decir que era novios, lo habían sido desde Truham, con altos y bajos pero siempre juntos, después de todo, eran Nick y Charlie, estarían bien.
O al menos eso creían hasta esta noche del 7 de octubre, Nick llegó de grabar su nuevo sencillo, agotado, con mucho sueño, había estado trabajando por más de 12 horas, la voz estaba ronca y algo adolorida, pensaba en todo el camino llegar a casa, darse un baño, ropa cómoda y acostarse con Charlie arropados en la enorme cama de su departamento, poder jugar con sus rizos mientras Charlie leía sus libros o trabaja en sus diseños.
Nick amaba todo de Charlie, desde su extraña actitud de pedir perdón por absolutamente todo, hasta el más raro y bizarro comentario que salía de su boca, le gustaba la manera que interpretaba los colores de cada paisaje, sobre todo de los atardeceres, eran sus favoritos, Nick podía pasar horas admirandolo y sería feliz toda su vida, amaba como lo hacía sentir, en un lugar tranquilo, en paz, Charlie le transmitía a Nick algo que nadie nunca pudo hacer, que era darle la tranquilidad de ser el mismo, de comprender lo que pasabas y sin juzgar, el no era así, el era cálido pero fuerte como la primavera, aquella estación tan hermosa, algo fria pero a la vez cálida.
Era como un contraste entre el frío y el calor, lo nublado con lo claro, la naturaleza de Charlie era simplemente hermosa, cautivo a Nick desde el primer momento que lo conoció, cómo hizo latir su corazón, cómo hizo dudar de todo lo que conocía.
Hoy se cumplía un año, hoy era 7 de septiembre, lo extrañaba más que nunca, sentado en su mesa, tomando su té, con su toque de leche, recordando como Charlie se levantaba temprano para hacer el desayuno, cómo le jugaba bromas, cómo se le olvidaba poner las alarmas y se quedaba en cama por más tiempo, eso no le importaba a Nick, el era feliz, Charlie era su hogar.
- Un año sin ti, ya no se cómo vivir sin ti Charlie - expresó con tristeza mirando la fotografía en la nevera
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