Durante la batalla con Saturno, Seiya y Titan unen fuerzas para defender a sus diosas. Koga y sus amigos aún con el poder omega no lograron hacerle daño suficiente; Seiya no iba a permitir que el Hijo adoptivo de Saori el joven pegaso tomara su lug...
Seiya jamás creyó arrepentirse tan arduamente de una decisión en toda su vida, pero justo ahora lo hacía, definitivamente este sería un relato para las lápidas en el santuario una vez regresará, probablemente ellos serían los únicos que entiendan su frustración, por más muertos que estuvieran esas generaciones de santos dorados, Seiya está seguro de que lo entenderán.
- ¿En esa época cómo llegaron a ser caballeros? – la pregunta de una chica del grupo de clases de Koga resonó en el espacio.
El cuerpo estudiantil de Palaestra decidió iniciar las clases las primeras dos semanas para que los alumnos sean adelantados con respecto a los últimos acontecimientos, por supuesto Koga y sus amigos se encontraban en un estado de felicidad pues ahora eran considerados pródigos entre los demás estudiantes de palaestra.
Finalmente pasadas las dos semanas en las cuales Saori, los santos dorados y legendarios se adaptan al lugar apropiadamente y compartían con los alumnos se decidió dar inicio a la primera "conferencia educativa" por parte de los invitados, el grado de Koga y sus amigos fueron los primeros en llegar al lugar acordado, a Seiya le sorprendió ver la cantidad de personas que entran en un grado de la escuela, luego empezaron a llegar el grado menor y el mayor al de esos jóvenes caballeros.
El planetario de Palaestra es un lugar bastante amplio y hermoso en realidad, al ser un gran domo es perfecto para explicar muchas cosas, así que al castaño no se le hizo raro que Saori escogiera aquel sitio para dar las conferencias, además de que Seiya conocía la "Obseción" de Saori por los planetarios, eran como un lugar seguro que le dejó su abuelo Mitsumasa Kido.
- El abuelo de Saori reclutó a chicos de un orfanato y los envió a distintos lugares del mundo para ser entrenados como caballeros de Athena – Shun respondió con una sonrisa tranquilizadora a los alumnos, al ser un planetario tan grande su voz resonaba en el lugar siendo escuchado por todos los presentes.
Los murmullos no se hicieron esperar, Seiya siguió observando como Shiryu, Hyoga, Shun, Ikki, Saori y Kiki responden todas las preguntas, explicaron cada parte de sus inicios como caballeros, como Athena despertó por primera vez en Saori, como es que llegaron a batallar contra el propio Santuario de Athena por la rebelión de un caballero dorado, como se acoplaron a él y luego cada detalle posible de sus batallas con los santos dorados de aquella época; la nueva generación de santos dorados se acomodaron junto a los alumnos para escuchar, el castaño notó el gran interés de todos.
Seiya por otra parte en las dos horas que llevaban de conferencia no había dicho absolutamente nada, permaneció en completo silencio simplemente observando y escuchando a sus amigos, durante la hora de descanso también se mantuvo aparte y en silencio, en pocas palabras el castaño todo el tiempo ha pasado desapercibido. No era fácil para el, pues no pudo evitar sentirse nostálgico tras el recuerdo de su amada hermana Seica y de cómo fueron separados abruptamente, Seiya volvió a sentir un atisbo de enojo como en aquel tiempo, pero ya no le servía de nada porque aunque Seica estuviera con vida probablemente no lo recordaría.
- Oye amargado - mencionó Hyoga a su amigo alado una vez los alumnos volvieron a ingresar emocionados al planetario para seguir preguntando - No has dicho nada, probablemente ahora tengan preguntas sobre el santuario deberías ayudar un poco
- Lo haré, no te preocupes Hyoga - el cisne suspiró y asintió ante las palabras del castaño para luego dirigirse a donde están Shiryu, Shun Kiki, Saori e Ikki
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