~¡Obedeceme! ~ Twilight // Emmett C.~ Seth C.

09~

No tenía idea de qué esperar.

Bella caminó más hacia la gran habitación llena de espejos, sin señales de James a la vista.

Aunque escuchó una voz, una que reconoció.

-¿Bell? ¿Bella? Bella, ¿dónde estás?- La voz de su madre. Parecía asustada, como si estuviera en peligro.

-¿Mamá?- Bella respondió corriendo hacia donde venía la voz.

La chica siguió los ecos de la voz hasta un armario que se encontraba a un lado del salón principal.

Cuando abrió las puertas, quedó desconcertada por el video que se reproducía de ella misma cuando era más joven y tomaba clases en este mismo estudio.

-¿Bella? Ahí estás. ¿Qué estás haciendo ahí?- Renee arrulló mientras se reproducía el video y encontró a su hijo escondido exactamente en el mismo armario.

El único problema era... que no estaba Renee. Su madre no estaba allí. Sólo una grabación de vídeo de ella misma de hace años.

Continuó cuando la joven Bella le contó a su madre cómo todos los demás niños se burlaban de ella por su baile mientras su madre intentaba consolarla.

James se ríe desde algún lugar detrás de ella, sorprendiendo a la chica de manera efectiva.

Ella se gira para ver que casi todos los espejos están llenos con su reflejo mirándola.

-Esa es mi parte favorita.- Se hace saber un momento después cuando se encuentran cara a cara. Su sonrisa malvada y siniestra mientras se acercaba a ella. -Eras una niña testaruda, ¿no?-

Bella intentó alejarse del vampiro, pero como no había espacio detrás de ella, se vio obligada a quedarse quieta. -Ella ni siquiera está aquí.-

-No.- Confirmó James, empujándola lejos del armario y sujetándola contra la pared lateral. Sus sentidos se sobreestimularon ante la prisa por atrapar su oración. -Lo siento, ya sabes, pero realmente lo hiciste demasiado fácil.-

Ella gimió cuando el hombre se cernió sobre ella. Esto fue demasiado. Su madre no estaba aquí y nadie sabía dónde estaba.

Estaba aterrorizada.

Y lo peor de todo es que nunca podría despedirse de sus amigos y familiares.

-Vamos a hacer que esto sea entretenido.- sugirió James.

"¿Qué?"

-Voy a filmar nuestro tiempo juntos.- Dijo enfermizamente, alejándose de la chica con una sonrisa y mostrándole la videocámara.- Tomé prestada esto de tu casa. Espero que no te importe.-

Habrías tenido que ser un bastardo retorcido para jugar el juego que él estaba planteando.

Quería registrar su desaparición, filmar sus últimos momentos antes de matarla.

¿Por qué? Bella no lo sabía, pero eso no detuvo el miedo que la recorría.

-Bien. Y...- James acercó la cámara al nivel de los ojos y presionó grabar, "acción".

El rostro de Bella se contrajo en uno de temor y desesperanza. -Oh. Eso romperá el pequeño corazón de Edward.-

-No...- eso tocó una fibra sensible. ¿Por qué estaba metiendo a Edward en esto? -¡Edward no tiene nada que ver con esto!-

No tenía sentido. Él le dijo que viniera aquí y salvara a su madre a cambio de su vida, y ahora que ella estaba aquí, ¿quería matar a Edward? Pero ella era el objetivo, ¿no?