04: Hola, prima

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Baela Targaryen

Nervios.

Ansiedad.

Y otra vez nervios.

Jacaerys de la Casa Velaryon causa eso en mi, así solo sea nombrado.

Seguimos caminando hacía la sala de trono, falta poco para llegar. Puedo sentir la tensión en el aire. Los adultos saben todo aunque no lo digan.

—Mi lord, altezas—un guardia se reverencia ante el abuelo y los príncipes presentes—.La princesa Rhaenys se encuentra con el príncipe Jacaerys.

Avisa con un matriz de nervios en su voz. Puedo asegurar que se trata por la presencia de mi padre en el castillo, aunque no esté con nosotros.

—No anuncies nuestra llegada, tiene que ser sorpresa.

El guardia confundido por el pedido asiente. Debe pensar que el abuelo es un inhumano ya que tendremos que asistir a un funeral después; el de su hermano menor para ser precisos y él se encuentra tranquilo organizando una cena para su familia.

Abre la gran puerta dándonos la completa vista de la princesa Rhaenys, mi abuela abrazando con afecto a un muchacho alto de complexión doble, de cabello platinado ondulado que nos da la espalda. Lo reconozco enseguida.

Otra vez los nervios se apoderan de mí.

Se separan al oír la puerta abrirse e inmediatamente nos miran.

Quedo muda. No tengo palabras.

Me olvido completamente de la existencia de las demás personas en la sala.

Tiene su mechón negro mucho más oscuro que antes, su mirada también ha oscurecido. Tiene los ojos morados, no lilas, están adornados por largas pestañas. Su pómulos marcados al igual que su mandíbula le dan un aire más masculino pero dejando ver lo joven y guapo que es.

Dioses.

Me encanta.

Él me mira de manera neutral. Sin mostrar sorpresa o conmoción alguna por mi presencia. Sabía que no sentía lo mismo por mí, por eso nunca se lo confesé.

Mamá toma mi mano y entrelaza nuestros dedos. "todo estará bien" veo en su mirada. Sabe que los nervios me ganarán.

Caminamos para adentrarnos al gran salón.

Al llegar cerca de la abuela suelto la mano de mamá que de inmediato estrecha a su madre en un fuerte abrazo.

Su vestido azul con hilos de oro contrasta con su piel pálida y cabello ébano.

—Madre me da alegría verte —no tiene que asegurarlo su voz delata su estado de ánimo—. Daemon está con mis sobrinos y el resto de mis hijos están en la orilla.

Corlys sonríe con orgullo ante lo dicho por su hija.

—Son hijos de Driftmark claramente deberían pasar su tiempo en la playa y en el mar.

La pelinegra ignora lo dicho por su esposo y avanza hasta mí abriendo los brazos.

—Baela, hermosa. —me abraza, lo cual correspondo. Es de las pocas personas que nos diferencian a simple vista.

En sus brazos siento seguridad y plenitud.

—Abuela te extrañé mucho. Solamente comunicarme contigo por medio de cuervos no es lo mismo.

Acaricia mi cabello.

—Lo sé, Bae.

Nos separamos. Mi mirada va hacía él.

Mi valentía se acabó no puedo hablar con él, siento que me voy a desmayar antes de poder hacerlo.

Justo cuando iba a abrir la boca para saludarlo habla.

—Hola, prima—. Por los siete infierno, su maldita voz —Espero que el viaje haya sido complaciente.

La forma tan delicada pero a la vez grave de como habla me hipnotiza.

Trago saliva lentamente.

—Bi- bien, estuvo estupendo — carraspeo y le sonrio forzadamente.

Me devuelve una sonrisa cálida.

—Tía querida, no supe más de tí luego de tu última carta.

Se dirige a mamá.

Suspiro cuando quita su atención de mí con indiferencia.

¿Seguirá molesto por lo de esa noche? ¿Me odia? ¿Me trata con cordialmente por las demás personas presentes?

Recuerdo que cuando cumplí cinco días de nombre me regaló un broche de oro y diamantes con la imagen de Moondancer. También dos vestidos, uno azul con dorado y otra rojo y negro. Y por último un traje de montar a la medida con una daga.

Confundí su atención con amor o, más bien atracción. Fui tonta al pensarlo, no soy nada femenina a partir de mi onomástico número siete empecé a utilizar pantalón ya que se me hacía más cómodo, recibía miradas de asco pero nadie me dijo nada. Luego comprendí el por qué.

"La sangre de dragón es espesa, hija mía. No lo olvides quien desafíe a los Targaryen simplemente... muere".

Palabras en Valyrio dichas por mi padre hacia mí cuando le pregunté que si estaba mal que vistiera de esa manera.

Desde ese entonces comprendí quien era aunque no posea el título de princesa o tratamiento real.

—Bae, Baela—mi abuelo me saca de mis pensamientos— .Vamos es hora del funeral.

Asiento distraídamente. Me perdí en el hilo de mis pensamientos.

Salimos del salón sin medir palabras.

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¡FELIZ AÑO NUEVO!

Lamento la tardanza, estuve ocupada con la universidad y luego mi familia vino a pasar las navidades en mi casa.

Decidí dejar el punto de vista de Baela durante todo el capítulo porque ella tiene una versión diferente a la de Jace (más confusa) y quería que supieran sus sentimientos por encima.

Estoy preparando un capítulo nuevo para subirlo antes de volver a clases.

PD: Este ya lo tenía listo pero quería agregar algo.

~Ranmabavi.




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