¿Trampa?

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(𝐶𝑜𝑛𝑡𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜 𝑢𝑛 𝑝𝑜𝑐𝑜 𝑠𝑒𝑛𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒)

Hyunjin tomó a su caballo blanco y subió al lomo de este rápidamente, colocando su arco en el lado izquierdo del animal.

—Hyun-Ki, dile a Félix que saldré —dijo el príncipe al eunuco que lloraba desconsolado a su lado.

—¡Príncipe! ¡No puedes irte así!

—Tengo que salir lo más pronto posible, volveré, no te preocupes.

El hombre tragó mocos y asintió—Está bien, se lo diré.

—Pídele una orden de postres también.

—Sí, señor —respondió tartamudeando antes de volver a soltar lágrimas.

—Y otra cosa, cuídalo bien.

—¡Sí, mi señor!

Sin más, el príncipe dio andar al animal, mientras soldados lo acompañaban. Sabía que sería arriesgado, pero no dejaría morir ese lugar...

Aunque en el camino decidió hacer una parada en el pueblo, comprando ese broche para el cabello que había visto hace tiempo... —Tendría que recompensar a Félix por salir sin avisarle— pensó mientras soltaba una risa.

Se adentraron al pueblo y, por alguna razón, ese lugar que unos años atrás se veía lleno de vida y felicidad ya no existía

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Se adentraron al pueblo y, por alguna razón, ese lugar que unos años atrás se veía lleno de vida y felicidad ya no existía. Cada paso que daban se podía ver el oscuro lugar en que se había convertido; las personas se escondían temerosas y la cantidad de muertes era bastante visible.

Pasaron por todo el pueblo hasta llegar al gran palacio ubicado en la cima de la montaña, el cual se veía bastante descuidado.

Decidieron entrar con sumo cuidado. Hyunjin, con su mano sobre su espada, comenzó a adentrarse en el lugar mientras los guardias lo rodeaban. Le daba una sensación de nostalgia estar en esos pisos; muchos recuerdos tontos pasaron por su mente.

Se acercaron al trono del rey, el cual se veía bastante empolvado. El heredero decidió acercarse a un pequeño mueble que tenía muchos pergaminos en él.

—Príncipe, tenga cuidado —dijo uno de los guardias, al cual el chico solo asintió.

Cuando estaba a punto de tomar uno de los pergaminos, todos en la sala se quedaron inmóviles al ver cómo una flecha pasaba al lado del heredero.

—¡Protejan al príncipe! —gritó uno de los hombres, mientras que el resto se colocaba enfrente del mayor.

En eso, una especie de hombres enmascarados rodearon el lugar, los cuales portaban espadas en cada mano.

—¿Quiénes son? —preguntó el heredero, mientras intentaba no ser visto, sacando su espada lentamente.

Los enmascarados no respondieron; en seguida, uno de ellos se posicionó tras uno de los guardias, cortándole toda la garganta, mientras que el otro luchaba para llegar al heredero.

Heredero Al Trono | hyunlix Where stories live. Discover now