Damien salió antes de tiempo del aula molesto, pasando desapercibido entre los demás, porque de todos modos, tenía una actitud malhumorada siempre. Aunque esencialmente hoy se encontraba mucho más estresado y molesto, así que la mejor opción había sido salir del salón y no terminar quemando a alguien de forma literal. Estaba tan molesto que deseaba invocar a todos los demonios y almas en pena del infierno, para que destruyeran toda la ciudad o algo así. Pero se contuvo, sorprendentemente; simplemente abriendo con molestia su casillero.
Un pequeño sobre cayendo entre sus cosas captó su atención, y, deteniendo sus fantasías piromaniacas, decidió abrirla y leerla con calma; después de todo, por algo estaba en su casillero, así que obviamente iba dirigida a él.
“Querido Damien,
Quizás pienses que no me llamas la atención o sea escéptico ante ti, pero cada vez que veo tus ojos, tan profundos y expresivos al punto puedo incluso ver llamas en ellos, tan propios de algo tan genial como el Anticristo, también me generan una extraña confianza y paz, me hacen sentir tan cautivado que solo puedo imaginar lo lindo que sería verlos de forma más constante. Es como si mi corazón viajara a un ritmo diferente mientras estoy a tu lado.
Tu personalidad oscura y tu falta de interés por los demás quizá provoca que el resto no te vean de la forma en la que yo lo hago, y se que en el fondo eso te hace sentir realmente mal, pues se que no eres una mala persona, pero también me hace sentir como si tu miseria y tu dolor me hicieran querer darte más amor, y hacerte sentir mejor de la mejor forma que puedo. Es como si tu dolor fuera mi dolor, y tu felicidad fuera mi felicidad.
Cuando estas a mi lado, me hace sentir especial. Es como si de repente todo en mi mundo se detuviera y nada importara más que estar contigo. No necesito decir la verdad, solo necesito sentirme cerca de ti.
En las noches más oscuras, eres como un faro para mí, ayudándome a encontrar mi camino. ¿Sabes? Te aprecio mucho más de lo que podrías pensar, y estoy agradecido por cada segundo que estamos juntos, no me importa si tu destino es condenar mi alma junto a la de otros pecadores, incluso si no estoy muerto. Simplemente me gusta ver más allá de un demonio, porque sé que eres mucho más que eso.
Atentamente,
Un chico anónimo que espera poder hacerte sentir especial de la misma manera en que tú me haces sentir especial. Aún soy algo cobarde para admitir quien soy, he de confesar, pero espero al menos provocar una sonrisa en ti por ahora.”
Damien tuvo que releer la carta en varias ocasiones esperando encontrar algo que indicara que no era dirigida a él, pero, por obvias cuestiones, no lo logro. Pronto sus mejillas se encendieron en un fuerte sonrojo, y cerró su casillero para apoyarse en él.
¿Por qué alguien estaría sintiendo algo así por él? ¿Había leído mal? Directamente no decía la palabra amor o enamorado, pero sonaba como una confesión romántica, cosa que le puso nervioso, tapando su rostro. Después de todo, ¿Quien sería el chico completamente loco que se enamoraría del Anticristo, y la razón del fin del mundo? Tenía muchas preguntas y ninguna respuesta. Volvió a regresar la carta dentro del sobre, volteando a ambos lados del pasillo para asegurarse de que nadie lo viera, y lo guardo entre sus cosas, aún sintiendo sus mejillas arder, al punto de que dolía.
Siguió con su camino, algo distraído y tratando de unir cabos, para saber quién le había dedicado una carta tan linda y directa. Sin darse cuenta, término chocando con Stan, tirandolo al suelo por accidente, y luego hizo algo que jamás imagino hacer; disculparse múltiples ocasiones, repitiendo constantemente “lo siento” en menos de 10 segundos. Había sido tan impulsivo, que pronto un chico pelirrojo lo hizo callar.
“Damien, cálmate, solo fue un accidente.” dijo Kyle levantando a su más-que-mejor-amigo, quien se encontraba algo aturdido por la caída. “Está bien, está bien, lo siento, no era mi intención, iba algo distraído.” el demonio intento excusarse, a pesar de que nadie estuviese soltando acusaciones o quejas.
Stan luego de unos segundos acostumbrandose a la situación, decidió hablar; “Amigo, relájate. Estoy bien, no te estoy reclamando. ¿Por qué tan centrado en disculparte? Nunca haces cosas así.” dijo mientras limpiaba su ropa con ayuda de Kyle.
“Sí, no suelo decirlo, pero es raro que te disculpes y más si solo fue un accidente genuino. ¿Te sucede algo?” pregunto, mirándole confuso.
Damien, mientras tanto, empezó a ponerse nervioso; incluso si su interacción con los chicos era relativamente decente —a pesar de lo mucho que se había alejado desde la primera vez que intento convivir con ellos— le asustaba que, prácticamente de la nada, se preocuparan por él. ¿Tan evidente era? De todos modos, de alguna manera, logro formular una respuesta. “No- yo... Estoy bien-. Solo estoy algo... Distraído por algo que leí...”
Antes de que Stan o Kyle pudieran decir algo, un chico de chaleco naranja decidió hablar. “¿Tiene que ver con esa carta que estabas leyendo hace unos minutos?” pregunto. Damien le miro con molestia; estaba acostumbrado a que cada que Kenny moría, este fuese a molestarlo sin razón. Una cosa era soportarlo en clases, lo cual era relativamente fácil porque Kenny no era precisamente alguien verbal, pero en el infierno podía llegar a ser realmente estresante. Obviamente, Damien era de los pocos chicos conscientes de que Kenny moría y revivía todo el tiempo, pero no le importaba lo suficiente como para volver a los amigos de este inmunes a la maldición de olvidarlo. Aparte de considerarlo un trauma innecesario para los chicos, por supuesto. Damien podía permitirse ser empático si se lo proponía.
“No te importa.” respondió irritado luego de unos segundos; el rubio soltó una carcajada. “¿Qué es tan gracioso? Nunca hablas, ¿En serio se te ocurrió justo ahora?” reclamo el príncipe, cruzándose de brazos, mientras el pelirrojo y el otro pelinegro miraban confundidos la escena.
“Calmate, Damien. Solo es una pregunta genuina, no deberías molestarte.” sonrió viendo al de ropas oscuras quedarse callado. “De todos modos, estoy seguro de que charlaremos esto después, en otras circunstancias.” el pelinegro entrecerró sus ojos, retirándose sin decir nada.
“¿Qué carajo fue eso, Kenny?” pregunto el de ushanka, confundido; “Oh, ¡Nada, nada! Solo quiero molestarlo un poco.” luego de un silencio entre ambos chicos respecto a lo que dijo el rubio, simplemente suspiraron y decidieron creerle. “De todos modos, ¿Por qué pareciera que ustedes dos han charlado antes? ¿que no la única vez que interactuaron te volvió en un ornitorrinco?” el pelinegro miró confundido al más bajo de los tres.
“No es nada importante, Stan.” le sonrió para volver a su silencio.
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Otro episodio ahhh, espero disfruten esto. Una pequeña aclaración del apodo Handel del episodio anterior; es simplemente una forma en la que Herbert llama a Pip en el libro. Se me hizo tierno y decidí integrarlo. :3
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Letters • Dip
FanfictionPip está enamorado de Damien, el problema es que no tiene idea de cómo declararse, así que decide hacer la cosa más cursi y cliché del mundo; dejar cartas en su casillero. Pero, por supuesto, necesitará algunos consejos para tener ideas de que escri...
