Para todo el que la mire, Emilie Ainsworth es perfecta. Pero Emilie odia todo sobre ella, así que finge.
Finge que no le duele que su madre nunca vea nada bueno en ella.
Finge que ama a su novio.
Finge que ya no le gusta el arte.
Finge que no está m...
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10 años de edad.
—¡Aiden, Aiden, mira mi disfraz!
Mi hermana entra a mi habitación corriendo. Tiene el cabello recogido en dos coletas y una camiseta rosa con calzas violetas. Se ve adorable.
Sonrío y le tiro de una coleta.
—Te ves genial, Soph.
—¿Luc ya llegó?
Creo que puedo decir que mi hermana ama más a mi mejor amigo que a mí pero no me molesta. Sé que él también la ama.
—Aún no pero debe estar por… —El timbre suena—. Debe ser él.
Corro a la puerta y mamá ya está ahí, saludando a Norah, la abuela de Luc. Ella no tiene puesto un disfraz como nosotros pero no lo necesita porque ya es como un hada madrina que nos cumple deseos siempre que queremos.
—¡Aiden, Sophie! —exclama—. Se ven preciosos.
—¡Gracias, Norah! —Sophie le regala una sonrisa a la que le faltan dientes—. Soy Boo.
—Ya veo. —Ahora me mira a mí—. Y tú eres Sullivan.
Asiento con las mejillas calientes.
—Sí, fue idea de Luc.
Mi amigo disfrazado de Mike Wazowski sonríe, orgulloso.
Sophie está obsesionada con Monsters Inc. Y, no lo voy a negar, Luc y yo también. Así que hace unas semanas nos dio la idea de disfrazarnos como Sulley, Mike y Boo y me pareció genial pero ahora ya no estoy tan seguro.
—Se ven todos geniales.
Luc entra, se acerca y me da un golpe amistoso en el brazo.
—Hey, ¿qué tal? ¿Listo para ir a pedir dulce o truco?
—Supongo…
Su ceño se frunce.
—¿Qué pasa?
Conozco a Luc desde hace poco menos de un año, cuando se mudó con sus abuelos. No sé dónde vivía antes, nunca habla de eso ni de su madre pero costó mucho que riera y se animara a ser él mismo conmigo, no quiero que piense que no me gusta su idea.
—Nos vemos… ¿Crees que nos vemos ridículos? Quiero decir, otros niños se disfrazan de superhéroes y cosas así, no de los Monsters Inc.
—¿Desde cuándo te importa lo que los demás piensen?
Trago saliva.
—No me importa. Pero…
La gente habla porque a Luc y a mí nos gustan cosas que a otros no. Y no solo hablo de películas sino también de arte. Luc ama cantar y está intentando aprender a tocar la guitarra, y yo amo pintar. Eso no les gusta. No me importa lo que me digan pero son particularmente crueles con él y eso me pone triste.
—No quiero que te digan nada malo —murmuro.
Él sonríe.
—No me importa lo que digan. Te tengo a ti.
—¿No te molesta que te digan infantil?
Se encoje de hombros y hace una mueca.
—Nah. Ellos son aún más infantiles por creer que molestar a otros niños es divertido. Además, Sophie se ve feliz.
Miramos hacia donde mi hermana está dando vueltas y saltitos alrededor de mamá, que habla con Norah. Sonrio.
—Tienes razón. Monsters Inc es cool.
—Es muy cool.
—Y nosotros también lo somos.
—Por supuesto.
Nos miramos antes de romper en carcajadas.
—¿Sabes, Aiden? —dice de pronto—. Eres mi mejor amigo.
Algo en mi pecho se siente cálido.
—Tú también eres mi mejor amigo, Luc.
Luego de eso salimos a pedir dulces y pasamos las siguientes horas riendo. A la noche, comemos algunos caramelos mientras vemos una película animada de halloween y luego mamá se va a acostar a Sophie. Luc y yo, que logramos convencer a Norah de dejarlo quedarse esta noche, nos quedamos un rato más levantados antes de ir a mi habitación. Mi amigo se acuesta en el colchón que hay en el piso y me mira.
—Gracias —murmura.
Por alguna razón, sus ojos están cristalizados.
—¿Por qué?
—Nunca me había divertido tanto en halloween.
¿Nunca? ¿Jamás? Quiero preguntarle por qué pero no quiero que hable solo porque yo le pido.
—Gracias —digo en su lugar.
—¿Por qué?
—Nunca había tenido un amigo tan genial.
Una lágrima se desliza por su mejilla pero se apresura a apagar la luz y acostarse.
