Capítulo 1: Huida

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X-69 había escapado perfectamente. Ella sabía que podrían capturarla, por eso pensó en crear una familia. Era hermosa, con lo cual no tenía ningún problema para atraer a los machos humanos. Aparte de eso, debía buscarse un refugio donde ocultarse.
Se llevó el documento que hablaba sobre su ovulación. En el no sólo hablaba sobre sus capacidades reproductoras, sino que estaban escritas sus características, además del propósito de creación. Al leer que fue creada para ser una asesina, se quedó paralizada. Siguió leyendo más abajo y se dió cuenta que tarde o temprano desistiría a esa idea, debido a una malformación del pensamiento que le hacía sentir empatía. También decía que estaba pendiente eliminar esa característica, de momento solo observarían algunos cambios, en el caso que hubiese. X-69 escogió un buen momento para escaparse, ya que si hubiese escogido otro, hubiera perdido esa habilidad.

* * *

JF fue a revisar el estado del experimento. Nada más entrar, se le acercó un científico diciéndole:
-Buenos días señor presidente.
-Buenos días Peter.
-En realidad me llamo Kevin
-Bueno, Kevin ¿Como está mi querido experimento?
Mientras hablaban, se dirigían a la habitación donde supuestamente estaba X-69.
-Bien señor presidente. Nos hemos dado cuenta de una característica muy peculiar de X-69.
-¿Quién es X-69?
-Pero señor presidente, ¿Acaso no sabe que ese es el nombre del experimento? ¿Que hemos intentado que salga bien 2.569 veces?
-Ah, ese era el nombre.
-Sí, ese.
-Peter, debes saber que como el presidente del país, tengo muchas cosas que hacer, no solo visitaros. Con lo cual, no pasa nada si no me acuerdo del nombre del experimento.
-Vale, ¿Le cuento la característica o no?
-Venga, Peter, cuéntemela.
-Resulta que los óvulos de X-69 no mueren y su endometrio, una vez aumentado no se destruye.
-No te entiendo ¿Me lo puedes simplificar, por favor?
-X-69 no tiene la regla pero ovula, los óvulos de esta no mueren.
-Es muy interesante, en un futuro podemos reproducirla y tener más asesinos.
-Sí, tiene razón, señor presidente.

-¡¿Pero no me dijiste que no tenía la regla?!
-Si se lo acabo de decir.
-Entonces ¿Por qué el tubo de la vagina está recogiendo sangre?
-Pues que raro, puede que se haya equivocado.
-¿Quién?
-La encargada de X-69. Ah, se me olvidó contarle que tenemos más noticias.
-Adelante, cuente.
-Verá, se nos ha perdido el informe original de X-69
-¡¿Cómo que lo habéis perdido?!
-Tal y como he dicho, hemos perdido el original, pero tenemos copias.
-Eso me relaja. ¿Alguna noticia que necesite saber?
-Sí, parece que se ha perdido la encargada de X-69.
-¡¿Que!?
-Sí, pero no hace falta nombrar a otro, ya que yo era la mano derecha de la encargada. Con lo cual, al no estar, soy yo el encargado.
-Ah, vale Peter.
-Soy Kevin.
-Eso, Kevin.
-Ahora verá a lo que resiste.
Kevin pulsó un botón, la cápsula de X-69 se vació de líquido, empezó a hacer mucho frío y Carol golpeaba el cristal de la cápsula.
-Que raro, señor presidente eso no debería de pasar.
-Saque inmediatamente a quién esté dentro.
Kevin volvió a presionar el botón, abrió la cápsula y desconectó de los tubos a Carol.
-X-69 ¿Que te pasa?
-Pasa que no soy X-69.
-¿Cómo que no eres X-69?
-Yo soy Carol. ¿Me podrían dar ropa que abrigue mucho, por favor? Ah, tráiganme también un café muy caliente, para quitarme este frío.
Carol estaba resfriada por ese error.
JF estaba muy enfadado y muy decepcionado.
-¡ENCUENTRÉNLA!
Gritó antes de irse.

* * *

X-69 necesitaba dinero. Mientras leía su informe descubrió que tenía acceso a una gran cantidad de dinero. Puesto que fue creada para matar, cada vez que matase a alguien recibiría dinero. Pero como no es el mismo el valor de un simple ladrón que el de un capo de la mafia, le pusieron una gran suma de dinero para que ella escogiese la cantidad conveniente. Al final de su informe ponía el número de tarjeta. X-69 fue a un cajero automático que estuviera muy solicitado, de manera que su transferencia quedase oculta. El cajero del Banco Riendo era el más solicitado, con lo cual no tendría problemas para ocultar su transferencia. Extrajo cinco mil mondios en billetes de 20, con lo cual tenía 250 billetes. Los guardó en su bata de laboratorio. Decidió comprarse un bolso celeste de cadenas con cierre, además de una cartera del mismo color, pero con hojitas. También se compró un móvil, aunque preferiría no tenerlo. Debía ocultar su identidad, para ello fue a la biblioteca en busca de un libro de nombres. Estuvo buscando un rato, encontró el nombre que le gustaba, Marisa. Ahora le faltaba un apellido, revisó un libro de apellidos y creó un apellido nuevo, "Fuentemar".
Tras esto, decidió hacerse un pasaporte. Para ello fue a un fotógrafo, le hizo una foto, está estaría lista el día siguiente. Luego fue a la oficina de pasaportes de la ciudad. Solicitó el pasaporte, pero faltaba la foto. Para rellenar el pasaporte el encargado fue preguntándole.
-Nombre, por favor.
-Marisa
-Apellido
-Fuentemar
-Muy bien, dígame su sexo.
-¿¡No lo ve?!, soy hembra.
-Es decir, femenino
-¿No es lo mismo?
-No, ya que hembra es en los animales
-Oh
-Dígame ahora su fecha de nacimiento
-Tres de diciembre.
-Año de nacimiento
-¿Cuantos años crees que tengo?
-¿Por qué me lo pregunta?
-Es que nadie me ha dicho cuántos tengo.
-Parece que no sabe su año de nacimiento, no pasa nada. Respondiendo a su pregunta, creo que usted tiene 25.
-¿En serio?
-Sí, yo nunca fallo al dar la edad de una persona.
-Ah
-Con lo cual, usted nació en 1998.
-Oh
-Lugar de nacimiento
-Lincoln D.C.
-Oh, usted es oriunda de aquí
-Sí
-Con esto ya estaría el pasaporte, sólo falta una foto.
-Se la doy mañana.
Tras esto, Marisa se fue a buscar un refugio dónde ocultarse. Pensó que los hoteles serían un refugio perfecto. Con lo cuál, solicitó una habitación en el Hotel Ritchie, el hotel más lujoso. Cuando llegó a su habitación, se tumbó en su cama a dormir, ya que era de noche.




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