II

186 27 7
                                    

Un quejido resonó por todo el lugar, Jungkook se levantó lentamente y puso una mano en su frente, sintiendo como su cabeza daba vueltas y dolía, con mucho esfuerzo abrió los ojos y vio como rayos de soy inundaban el gran bosque donde se encontraba; con sorpresa observó a su alrededor y se pudo percatar que Jimin, YoonGi ni Jin estaban ahí. De un brinco se puso de pie y busco su mochila y cámara, no había nada, de hecho... su ropa tampoco estaba, se encontraba en calzoncillos.

—¡¿Eh?! —el castaño pasó la mirada por su cuerpo y pudo confirmarlo, solamente tenía puesto un calzoncillo color rojo que tenía en el frente a Iron man— ¡¿Y mi ropa?!

Con el miedo a tope y un escalofrío recorriendo su espina dorsal se comenzó a preguntar qué había sucedido antes de despertar ahí, ¿había muerto por la caída y estaba en el cielo?, ¿habían secuestrado a sus amigos y su hermano?, ¿se los habían llevado para ofrecerlos como sacrificio? Y si así era, ¿por qué no lo llevaron a él también? No tenía tanta masa muscular, pero en su opinión, era un bombón.

Dio un suspiro tratando de tranquilizarse, todo debía de ser un malentendido, debía de haber una respuesta. Comenzó a caminar sin rumbo, sabía que tal vez tardaría en encontrar una salida pero tarde o temprano iba a encontrarla, no podía quedarse ahí por siempre. ¿O sí?
Caminó y caminó, admirando los colores anaranjados de los árboles por ser otoño y el cielo completamente azul por ser tan temprano, ¿qué hora era? Tal vez las 8 o 9 de la mañana.
Tembló un poco al sentir una ventisca pasar, escuchó las ramas de los árboles moverse y algunas hojas desprenderse, era un hermoso paisaje, pero definitivamente no era buena idea quedarse ahí.

Pasó una media hora antes de que el chico gritará de frustración, no encontraba ni un rastro de vida por todo el lugar y mucho menos una salida, nunca pensó que se encontraría en esa situación jamás en su vida y mucho menos semidesnudo, estaba pasando la mayor vergüenza de su existencia y eso que nadie lo estaba viendo, o no en ese momento.

Decidió sentarse en las raíces crecientes de un árbol, tenía que meditar un poco la situación antes de actuar.
Jungkook siempre fue así, reflexivo, siempre se tomaba su tiempo para pensar en lo que haría o iba a hacer en ciertas situaciones, lamentablemente no pensó lo suficiente antes de ir a un maldito bosque a querer hacerse el detective.
Se estaba dando por vencido, apunto de comenzar a hacer una casa y quedarse a vivir en bosque, ya estaba planeando su vida como si fuera minecraft, cuando su fuertes sonido acompañado de unos regaños sonaron. Con rápidez se dirigió a donde provenían las voces.

—¡No dejes caer así la mercancía! —un hombre cruzado de brazos regañaba a un chico pelirrojo con una cara de hastío— ¡La dañaras y no creo que tengas dinero para pagarla! ¿O sí Hoseok? —preguntó el robusto señor con burla.

—Tu estúpida mercancía debe valer menos de 6 monedas —respondió el joven con enojo.

—¡¿Te atreves a hablarle así a quien te da de comer?! —la cara del individuo se puso tan roja como un tomate.

—Que me des de comer no significa que tengas el derecho a despreciarme y burlarte —habló con odio, viendo fijamente los ojos azules del contrario.

Jeon admiraba la situación con algo de curiosidad y miedo, se acercó lentamente, con la intención de ayudar a resolver el conflicto.

—Disculpen —Jungkook murmuró con vergüenza.

—Buenos días, ¿en qué pue... —el mayor de los tres cambió su semblante rápidamente para girarse a atender a quien pensaba era un cliente, pero se detuvo en seco al ver al castaño en ropa interior solamente— Eh...

—Los vi peleando, quisiera saber si los puedo ayudar a resolver su conflicto —dijo Jeon viendo al hombre escanearlo con una mirada de confusión.

—Estamos bien, no necesitamos ninguna ayuda —respondió con firmeza el de orbes azules—. En cambio usted... ¿acaso vino a pedir comida o algo así? No tenemos si ese es el caso.

Sin EncantoWhere stories live. Discover now