ו Capítulo 7 •×

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-¿Entonces por eso ese falso Ace se parecía tanto al verdadero Ace?

-Así es.- afirmó Robin- La raíz de la planta que tomó Chopper hace una conexión con cada parte de la isla, por lo que la tierra “consume” las memorias de aquellos que ingresan y las huelen, creando las ilusiones como Ace. Incluso, siendo las memorias bastante contundentes, son capaces de materializar las ilusiones.

-Este tipo de plantas necesita de más memorias si quiere expandirse, por eso busca un “huésped” que tenga suficiente alimento para ellas. Como tú, Luffy. Además, tiene una sustancia que al hacer contacto con nuestro olfato, crea una mayor “sensibilidad” de nuestros sentimientos, haciendo que sea más fácil enojarnos o llorar.- siguió la explicación Chopper.

-Oh, ya veo…- dijo Luffy, tratando de entender la explicación.

-En conclusión, todo era una ilusión de la isla.- resumió Nami.

-Ace era falso después de todo…- dijo Luffy, decayendo un poco su voz- ¡Lo siento, Zoro! Tenías razón, shishishi.

Zoro le devolvió una media sonrisa, la cual cambió a una cara de asfixia cuando Luffy pasó un brazo por sus hombros para darle un abrazo.

-Entonces la historia estaba en lo cierto, ¿No?- preguntó en voz baja Chopper a Robin.

-Al parecer… quizás gran parte lo sea.

-Bueno, pero todos estamos bien, ¿No es así?- dijo Luffy con una sonrisa- No hay de qué preocuparse ya.

-…

Una mirada triste y cómplice se compartió entre los miembros de la tripulación sobre la cubierta, tal y como la mirada de pequeños hermanos que tienen un desastre entre manos y se les hace difícil de explicar a un mayor. Los Mugiwaras tenían tantas palabras que decir y tan pocas maneras de decirlas.

Luffy, quien es lerdo en la mayoría de situaciones y fugaz en cuanto a sentimientos escondidos se refiere, notó el ambiente pesado que traía el silencio de sus nakamas.

-¿Ocurrió algo malo?- preguntó con cierta seriedad.

-No.- respondió firme el peliverde, cerrando su ojo y esperando que el resto no hiciese notar la inquietud que a todos maltrataba- No pasó nada.

-¿Seguro, Zoro?- preguntó por segunda vez el capitán, pues aquellas palabras ya las había escuchado antes.

Zoro abrió su ojo y lo miró, pero fue Sanji quien respondió por él.

-Lo único que pasó fue lo común: íbamos andando, el idiota ese se perdió, lo tuvimos que buscar y nos tardamos un poco en encontrarte a ti.- explicó con rapidez el rubio, bajo la atenta mirada de Luffy.

-Ah, por eso no querías decirlo, ¿Verdad, Zoro? Shishishi.- alivianó un poco el ambiente aquella risa contagiosa- Y… ¿Qué era esa cosa negr-

-¡Aahh~!- Usopp imitó un bostezo- Vaya día largo fue hoy, ¡Propongo que nos vayamos a dormir ahora mismo!

-¿Eh?

-Cierto, cierto… y no creo que hoy sea necesario dejar a alguien de vigía.- añadió Nami.

-¡Pero, chicos!- protestó Luffy- ¡Hoy es noche de contar historias y comer en la biblioteca!

-Paso por hoy, hermano.

-Será para otro día, Luffy.- le dijo Robin.

-Lo siento, Luffy-san. Mis huesos están que mueren de sueño. Ah, aunque yo ya estoy muerto, yohohoho.

Sin esperar una aceptación de parte de Luffy, todos se pararon de sus asientos y se dirigieron a sus habitaciones. No querían tener que explicar nada más, ¿De qué manera le podrían explicar a Luffy que vieron lo que él mismo había procurado no decirles para protegerlos?

La isla de Ensueño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora