ו Capítulo 2 •×

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-¡Vamos, vamos!- gritaba Luffy desde la proa- ¡Ya la veo, miren!

La isla se asomaba a lo lejos. Era bastante grande, con montañas y una pradera en medio, sus bosques eran predominantes. Sin lugar a dudas, era una isla perfecta para encontrar aventuras.

Cuando ya faltaban pocos kilómetros para llegar, el Sunny se detuvo.

-¿Eh?- Luffy miró a Nami, quien conversaba con Jinbe- ¡Hey, Nami! ¿Qué ocurre?

-Las corrientes de viento desaparecieron. Al parecer volverán en un par de horas. Hasta entonces no podremos avanzar.

-¡¿Eehh?!

-Lo siento, Luffy-kun. No quedan más opciones que esperar.

-¡Franky, tú puedes hacer que avance! ¿No?

-Eso es... ¡SUPER OBVIO!- dijo haciendo su pose- Pero no tenemos cola.- dijo mientras apuntaba los barriles vacíos.

-No quiero esperar tanto...

De pronto, una sonrisa de "idea" apareció en la cara de Luffy. Todos los que estaban más cerca de él se alejaron un paso. Luffy estiró sus brazos y se tomó de la punta del mástil.

-¡Luffy, no puedes ir solo a la isla!- gritó Nami, adivinando las intenciones del pelinegro.

-¡Entendido!- dijo Luffy, al mismo tiempo que agarraba por el torso al nakama que estuviese más cerca. Para su desgracia y palidez, fue Zoro que estaba durmiendo.

-¡Espe-

Pero ni la voz le salió al momento de salir catapultado junto a su capitán en dirección a la isla. El resto de la tripulación miró con un poco de desconcierto a sus dos nakamas volando por los aires.

-Nami, debiste ser un poco más específica...- le dijo Usopp.

-Haa... no sé para qué me esfuerzo siquiera...- respondió la pelinaranja con una mano en su cara.

-Espero que Zoro esté bien...

-Tranquilo Chopper, el Marimo ya está más acostumbrado que nadie a las imprudencias de Luffy.- lo tranquilizó Sanji.

• ~ • ~ • ~ •


-¡¿ACASO ME QUIERES MATAR?!

-Perdón, Zoro, lo siento.- respondió Luffy entre risas.

Luffy caminaba feliz con sus tres chichones en la cabeza. Zoro iba detrás de él con su cara de pocos amigos, la cual aumentaba si lo despertaban de sus siestas con la impresión de ser una bala humana que impacta con una isla.

-Exactamente, ¿Qué quieres hacer ahora?

-No lo sé, ¿Buscamos comida mientras los demás llegan?- le respondió Luffy.

-Me parece bien, ¿Tú por allá y yo por acá?

-¡Hecho!, ¡Pero no te pierdas!- se rió el pelinegro.

Ambos salieron en dirección contraria al otro, esperando encontrar alguna presa que fuese víctima de sus apetitos.

Luffy comenzó a caminar sin rumbo fijo por el bosque, divisando solo a pequeños conejos que ni siquiera valía la pena cazar.

En su búsqueda, interrumpida solo por su admiración de ver ciertos escarabajos, terminó llegando al confín del bosque, encontrándose con una pradera que parecía caer desde una pequeña colina hacia el centro de la isla.

La isla de Ensueño Where stories live. Discover now