RENDIDO (Un esposo virgen)

13. ¿EMBARAZO?

El viaje a Dubái terminó pronto, Norban Panich necesitaba esas fotos, ese beso y todos los rumores que se esparcirían después. Incluso había puesto su mano intencionalmente sobre el vientre de NuNew para que todos comenzaran a especular con un embarazo.

Había una razón, una única razón por la que había realizado ese viaje y había posado frente a las cámaras y esa razón era la misma de cada año: la reunión que se llevaba a cabo todos los primeros de Julio para celebrar un año más del selecto club de caballeros al que pertenecía.

Norban Panich tenía la fortuna más grande del club, pero existía alguien que sin superarlo en activos, le hacía sombra: Floyd Hambelton.

El señor Floyd Hambelton era un empresario petrolero de Estados Unidos, era arrogante y despiadado al igual que todos en el lugar, pero de lo que más se jactaba el hombre, era de la cantidad de herederos que poseía, algo en lo que Norban Panich no podía presumir.

Norban había pensado en toda forma de tener un hijo por medios artificiales, pero el líquido seminal que producía no era fértil, por lo que no tenía ninguna oportunidad de procrear otro hijo. A partir de allí, Zee se convirtió en una parte importante de su vida y empleó sucias artimañas para obligarlo a regresar a la casa familiar.

Ya tenía a su hijo de vuelta y lo único que podía hacer era aferrarse a los rumores de la prensa para insinuar que su bello esposo estaba engendrando a su segundo hijo.

A Norban Panich no le importaba que los rumores fueran falsos, solo quería ver la expresión de Floyd Hambelton cuando se lo confirmara en su cara, sobre todo porque sabía que el petrolero Hambelton codiciaba una de sus posesiones más importantes: NuNew Chawarin.

Lo había descubierto casi por accidente, cuando uno de sus empleados le informó de un jugoso contrato que le ofrecían a NuNew Chawarin en Estados Unidos, donde debía ser la imagen de una empresa financiera.

Norban Panich encontró extraño que en el contrato no figurara el monto que obtendría NuNew Chawarin al participar de la publicidad y al leer detenidamente el texto, supo que su joven esposo tenía derecho a pedir la cantidad de dinero que creyera pertinente por su trabajo. Eso resultó escandaloso para Norban Panich y pidió que investigaran más y llegó a Floyd Hambelton como el responsable de todo eso. Ese suceso debió molestarle al magnate; alguien que codiciaba lo que le pertenecía, no podía ser aceptado, pero Norban Panich lo tomó como un halago: su acérrimo enemigo perseguía a un jovencito con dueño.

***

Zee abrió los ojos y se encontró en su lujosa habitación del hotel. La claridad nubló levemente su vista. Se asomó por la ventana y el mar cristalino con el que se encontró, le recordó un paradisíaco viaje que disfruto en La Habana. Amó esa ciudad y a su gente, y se preguntó si alguna vez podría llevar a NuNew con él.

Su relación con el joven, le quitaba el sueño, estaba empezando a odiar la sensación de despertar solo, de escabullirse furtivamente a su habitación, de contenerse cuando su cuerpo le pedía a gritos a NuNew. Uno de los empleados de su padre, lo interrumpió mientras mantenía esas inquietantes cavilaciones.

- Su padre lo espera en el restaurante – le informó.

- Bajaré en un instante.

Zee se vistió con algo ligero y siguió al empleado, que lo condujo en dirección a la piscina. En el restaurante pudo ver a Norban Panich quien se encontraba solo, sentado en una de las mesas. Se aproximó al multimillonario y tomó asiento a su lado: