Elegir - pt 1

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La noche caía como un manto oscuro sobre el campo de batalla, mientras las hojas de los árboles susurraban con el eco de un conflicto inminente. El aire estaba cargado con una electricidad palpable, alimentada por el amor y la determinación de dos hombres que luchaban por el corazón de Wei Ying.
En un extremo del campo se encontraba Hua Cheng, la cimitarra E-Ming brillando con una luz feroz. Su corazón latía al ritmo de la pasión desenfrenada, sus ojos fijos en el horizonte donde sabía que Lan Zhan estaba esperando.
En el otro extremo, Lan Zhan se mantenía en una postura de serena concentración, la espada Bichen reluciendo como un rayo de luna. Su mirada era una mezcla de determinación y pesar, sabiendo que este conflicto era inevitable.
El silencio era ensordecedor, roto solo por el crujir de las hojas bajo sus pies. Wei Ying, el epicentro de esta tormenta, miraba entre los dos amores de su vida con ojos llenos de angustia y tristeza.
Sin previo aviso, Hua Cheng lanzó el primer ataque, su cimitarra cortando el aire con una ferocidad imparable. Lan Zhan respondió con una gracia mortal, cada movimiento calculado y preciso. Los destellos de metal llenaban el aire, creando una danza mortal que reflejaba el conflicto en sus corazones.
El choque de las armas resonaba como un trueno, vibrando en el alma del campo de batalla. Los movimientos de Hua Cheng eran agresivos y ardientes, su amor por Wei Ying fluyendo a través de cada golpe. Lan Zhan, por otro lado, luchaba con una precisión implacable, su determinación de retener a Wei Ying impregnada en cada movimiento.
Wei Ying observaba la batalla con el corazón hecho pedazos, su alma desgarrada entre dos amores igualmente apasionados y comprometidos. Cada golpe que se lanzaban el uno al otro era como un eco de la guerra que se libraba en su interior.
La batalla se prolongó por lo que pareció una eternidad, cada hombre empujando los límites de su resistencia física y emocional. La luna, testigo silencioso de su conflicto, se elevaba en el cielo, arrojando su luz pálida sobre la lucha.
En un momento de desesperación, Hua Cheng canalizó el poder de E-Ming, su cimitarra brillando con una luz deslumbrante. Lan Zhan respondió con una furia renovada, su espada Bichen respondiendo con la misma intensidad.
Fue entonces cuando Wei Ying, incapaz de soportar más el derramamiento de sangre y el dolor que estaba causando, se interpuso entre ellos. "¡Deténganse! ¡Por favor, deténganse!", suplicó con lágrimas en los ojos.
La visión de Wei Ying, su amor herido y su rostro empapado en lágrimas, fue un golpe en el corazón para ambos guerreros. La batalla se detuvo abruptamente, dejando solo el eco del aliento agitado en el aire.
"Esto no puede continuar", dijo Wei Ying con una voz temblorosa. "No puedo soportar verlos luchar de esta manera. Mi corazón está dividido, pero no puedo permitir que sigan haciéndose daño".
Hua Cheng y Lan Zhan intercambiaron miradas llenas de angustia y resignación. Ambos sabían que no podían pedirle a Wei Ying que elija entre ellos.
"Lo siento", murmuró Lan Zhan, su voz quebrándose. "No quiero causarte más dolor".
Hua Cheng asintió con tristeza. "Te amo, Wei Ying. Siempre lo haré, sin importar lo que decidas".
Wei Ying miró a los dos hombres que lo amaban con una mezcla de gratitud y tristeza. "Los amo a ambos, pero no puedo soportar verlos luchar. Necesito tiempo para encontrar mi propio camino".
Con eso, Wei Ying se dio la vuelta y se alejó del campo de batalla, dejando a Hua Cheng y Lan Zhan en silencio y en la oscuridad de la noche.
Las lágrimas de los guerreros caían en el suelo, mezclándose con la tierra y la sangre. Sabían que este no era un final, sino un punto de partida para todos ellos. El amor que compartían con Wei Ying era demasiado fuerte para ser olvidado, y esperaban que, con el tiempo, el destino les mostrara el camino de regreso el uno al otro.
Y así, en la noche silenciosa, los dos hombres se enfrentaron a la realidad de que a veces, el amor verdadero requiere sacrificio y paciencia. Pero sabían que mientras el corazón de Wei Ying estuviera en juego, seguirían luchando por su lugar en su vida, aunque eso significara esperar en la penumbra hasta que encontrara su propio camino de regreso a ellos.

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Y si hago que se queden con los dos?

No sé, jejejeje

Bye Bye

Yo quiero que se quede con Hua Cheng, para yo quedarme con Lan Zhan 

One Shot's HuaWeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora