Grace Clark

Capitulo 21

Carter Latorre

Después de hablar con Grace volví a sentir esa alegría que no tenia desde hace 1 semana, desafortunadamente mi abuelo estaba en su lecho de muerte y me habían pedido regresar a Italia a firmar el testamento para yo hacerme cargo en cuanto el se fuera, pudiera decir que sentía tristeza pero no era así, yo crecí con el toda mi vida pero el jamás se comporto como el papá que yo necesitaba al contrario me enseño que la vida era difícil y si quería algún día hacerme cargo de la empresa tenia que ser duro con mis decisiones y jamás mostrar una gota de debilidad.

Mi papá se fue cuando yo tenia 7 años por culpa de la presión que mi abuelo le impuso, yo solo escuchaba como le echaba en cara todo, hasta que mi mamá se hubiera divorciado de él, jamás se lo perdono mi abuelo, ya que daño la imagen de la familia, Mi mamá nunca regreso ni siquiera a verme solo me dejo en una familia de buitres, por eso mi abuelo hizo que me quitaran su apellido y mi papá había aceptado, pero no todo era malo, mi abuela a diferencia de todos fue la única que me cuido y me dio el cariño que un niño de 7 años ocupaba.

-Carter ¿vas a cenar? -dice mi abuela entrando a mi cuarto.

-Si nonna.

-Pues baja si no voy a cenar sola-se salió de mi cuarto.

Bajé y me di cuenta que Aidana ya se había ido, con Aidana solo había una relación de amigos de la infancia, ella creció en la casa de enfrente de la que yo vivía, siempre nos habíamos llevado bien, jugábamos a diario y asistimos a las mismas escuelas hasta que me mude a estados unidos, pero siempre le agarre aprecio como mi hermana, de hecho hoy nos pusimos a día de todo lo que nos había pasado.

-¿Y esa sonrisa?-dice mi abuela.

-No es nada nonna

-Aja, 70 años me dan mucha experiencia y sabiduría hijo, y si mi intuición no me falla tiene que ver con una chica, ya que en toda la semana no habías sonreído tanto como ahora.

-Pues le atinaste, si es por una chica.

-Te dije, me quieres contar de ella.

- L'ho conosciuta poco fa ma sento qualcosa quando sono con lei, è come se lei fosse la mia calma.-" La conocí hace poquito pero siento algo cuando estoy con ella, es como si fuera mi calma."

-Te entiendo, se llama enamorarse y es una etapa muy bonita, ¿quisiera conocerla?

-Pues mañana va a venir.

-Enserio que emoción, voy a prepararles una comida especial.

-Gracias nonna-seguimos cenando.

Acabe de cenar y me fui a bañar, lo que no quería era ver a mis tíos, mañana también ellos llegarían en la noche, tenia que hablar con ellos sobre el testamento y eran como buitres a pesar de ser solo 2 me causaban un horrible dolor de cabeza, y mi abuelo siempre los había preferido a ellos y mis primos antes que a mí, me sorprendía que no me llevara a un orfanato después de que se fuera mi papá.

La mañana siguiente me levante super temprano para ir por Grace al aeropuerto, ya quería verla y abrazarla, era lo que mas anhelaba en estos momentos, pero antes pase a visitar a mi abuelo al hospital.

-Buenas tardes señor ¿con que paciente viene? -dice la enfermera de la entrada.

-Con Francesco Latorre-e digo.

-Habitación 212-pase a la habitación.

Vi a mi abuelo con oxigeno y un aspecto cansado, si me dolía verlo así, al fin de cuentas era mi abuelo, pero eso no quitaba lo que me había hecho.

-Carter-dice mi abuelo.

-Hola nonno-le digo.

-Pensé que no vendrías hasta mañana.

-Mi nonna me insistió en venir a verte.

-Se que no me perdonas, pero algún día me agradecerás que gracias a mi eres el mejor en este negocio.

-Negocio que yo no quería.

-Eso dices ahorita cuando llegues a mi edad lo vas a entender.

-Mis tíos llegan en la noche, mañana vendremos todos con el abogado.

-Esta bien-me paro para irme cuando me dice-dile a la sexy enfermera de turno que pase.

Me hirvió la sangre ni en su lecho de muerte deja de serle infiel a mi abuela, salgo furioso y sin verlo al salir, no entiendo como mi abuelo aguanto tantos años.

Me dirigí al aeropuerto, el vuelo de Grace llegaba a las 11, así que me dio tiempo de comprarle unas flores.

Estacione el carro y me dirigí a la sala a esperarla, ya habían anunciado su vuelo así que ya no tardaba, al ver la puerta de desembarco, la veo pasar con un vestido gris y su maleta en la mano, no podía creer que hubiera venido.