¿Un nuevo tú?

¿Estoy bien así?

Wriothesley colgó la llamada luego de unos minutos. Deja su teléfono al lado y suspiro algo frustrado, cambiar su manera de amar drásticamente podría arruinar más su matrimonio, quizás ambos estaban forzando su matrimonio... quizás ya no eran compatibles desde hace mucho.

A Wriothesley le duelen las palabras de Neuvillete siempre que se trata sobre su forma de amar... ¿Por qué? Porque el sólo quiere recibir el mismo amor que da, sus padres nunca fueron apegados, mucho menos tuvieron responsabilidad afectiva con su hijo, haciendo que crezca con soledad y tristeza, necesitando un amor pegajoso y enfermizo. Cuando conoció a Neuvillete se sintió acompañado, no esperaron ni un poco para volverse pareja y a la edad de 18 años apenas se casaron. Neuvillete no era demasiado cariñoso, pero Wriothesley pensó que cambiaría al pasar los años, quizás si cambio un poco, accedía a todos los caprichos de Wriothesley, los mimos y mucho, cosas que antes costaban hacer.

El día que salió de casa sin avisar, se sentía culpable, por no aceptar a su esposo por como es... pero se sentía segundo lugar de un estúpido trabajo, se sentía un estorbo para su propio esposo y eso lo hacía sentir tan mal... lo hacía sentir tan sólo, toda su vida se sintió así... Neuvillete era su salvación.

Luego de estar un rato sentado, Wriothesley saldría a caminar un poco, mientras caminaba, miraba a sus alrededores, pensando en si podría mantenerse alejado de Neuvillete, lo ama, lo ama demasiado, pero no pueden seguir así, si la situación no mejora tendrán que divorciarse, eso es lo que menos quiere.

Mientras caminaba, su teléfono comenzó a sonar, era Neuvillete, ¿para qué lo llamaba? Habían hablado hace apena unos minutos, últimamente lo llamaba demasiado, lo cuál era raro viniendo de él.

"Neuvillete, ¿a qué se debe otra llamada?"

Hubo silencio por unos minutos, hasta que Neuvillete se atrevió a hablar.

"Sólo... sólo extrañaba escuchar tu voz, ¿acaso está mal que tu esposo llamé sólo para escuchar tu voz?"

Una sonrisa se formó en la expresión de Wriothesley, le encantaba ver que Neuvillete de verdad lo extrañaba, pero no se dejaría tan fácil.

"Se supone que estamos en un tiempo alejados, es raro que me llames tanto, estoy seguro que cuando vuelva a casa volverás a concentrarte sólo en tu trabajo."

Un suspiro se escucho a través de la llamada, sonaba a cansancio, Wriothesley suponía que era porque ahora que no estaba, Neuvillete podía trabajar más de lo que debía.

"De verdad que trataré de cambiar si vuelves, merecías más de lo que yo te di...Pude haber sido un buen esposo, pero decidí pegarme en mi trabajó."

Wriothesley suspiro cansado, Neuvillete se estaba disculpando, pero ya era tan tarde...No sabía que decir, quizás sólo lo que pensaba.

"Ya es muy tarde, Neuvillete."