VIII

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literature's teacher : O8.

taehyung observó cada pintura y dibujo en sus manos, a su lado estaba la carta escrita a mano por jeon jungkook.

frente a las ilustraciones, la libreta que le había entregado hace algunas semanas.

sentía un extraño nudo en su garganta y una presión en su pecho, era extraño.

le tenía un aprecio a jungkook, de eso su corazón no tenía duda, aquellas charlas triviales, risas compartidas y cafés al atardecer, extrañaría todo aquello.

tomó su teléfono en la mesita de noche y buscó el número de su ex alumno, lo encontró pero no tenía foto y un corto mensaje de "este contacto te ha bloqueado" aparecía como el último.

su pecho pesaba y su mente trataba de procesar todo, todos aquellos momentos que pasó con jungkook, cada palabra dicha y mirada dada, para él significó algo grande pero ahora sabía que para el azabache había significado mucho más.

—taehyung, ¿dónde estás?—. escuchó desde el primer piso, su mente entró en pánico mientras guardaba todo como si fuera algo que su prometido no pudiera ver ni por accidente.

aunque creía que así debía ser.

—¿estás bien, tae?—. preguntó el contrario entrando y encontrando a su prometido metiendo cosas en una caja —¿qué guardas allí como si fuera algo apreciado que no puedo ver?—. preguntó.

—¿por qué no avisaste que venías?—. preguntó de vuelta, terminando de guardar todo para meter todo en un cajón.

—¿debo avisar que vengo con mi prometido cada vez que quiero venir?—. preguntó y taehyung le observó.

el castaño entrecerró sus ojos hacia su prometido y luego se levantó.

—deberías de—. afirmó —es mi hogar y, aunque tengas llave, sigue siendo mío—. le dijo pausadamente —mi espacio, por lo que te agradecería que me avisaras—.

—está bien, no seas dramático—. le dijo y besó sus labios antes de salir de allí.

taehyung se sintió asqueado por aquel olor a perfume femenino que su prometido traía encima mientras salía a sus espaldas.

hace algunos días se había enterado de la forma más dolorosa posible que estaba siendo engañado por su prometido, amigo de infancia y primer amor desde que tiene memoria.

todo salió a la luz un día viernes por la tarde, cuando fue a visitar a su prometido al salón de profesores, el cual suponía debía estar vacío o con muy pocos colegas.

lo encontró entre los brazos de la bonita profesora de inglés, de la especialidad de gastronomía mientras ambos se besaban.

con amor y ternura, como él nunca fue besado.

ni si quiera en aquellos años de cortejo, noviazgo y compromiso.

se sintió tan estúpido, ¿cómo no pudo verlo antes?, desde un principio todo se mostró tan forzado entre él y su prometido, solamente era su corazón amando a la persona incorrecta haciéndole ver como si todo fuera perfecto.

había llorado y había gritado, arrojó el anillo de compromiso por la habitación y luego se desplomó en sollozos dolorosos.

esa misma noche le contó todo a su mejor amigo, park jimin le había acompañado desde la universidad y aunque fueran pocos años, le amaba como un hermano y se sentía tan comprendido por él.

el rubio había abierto sus ojos en asombro y luego le consoló como sabía hacerlo, le dio palabras de apoyo y le hizo reir luego de unas horas hasta que kim namjoon pasó por él.

esa noche reflexionó mucho y al día siguiente se había encontrado con jungkook en una cafetería, se había sentido mejor.

jeon jungkook había podido subirle el ánimo y eso fue un gran respiro para su roto corazón, fue un gran alivio tenerlo.

y ahora se enteraba de todo aquello.

a menos de tres meses de casarse, aunque si era completamente sincero, ni muerto se casaría con aquel canalla para arruinar su vida.

en aquellos meses planearía lo que es la reorganización de su vida.

enfrentaría aquel obstáculo en su vida, superaría aquella decepción amorosa y el sabor amargo se iría.

luego quizá se tomaría un tiempo para él mismo, quizá y solamente quizá, tomaría los boletos de avión que ya habían reservado para paris y se tomaría unas buenas vacaciones.

pero eran dos boletos.

¿a quién debería invitar?, no lo sabía.

porque si llevaba a park jimin, el rubio querría llevar a su novio y si kim namjoon iba, él sería un horrible mal tercio.

y si no fuera park jimin... no tendría a nadie a quien invitar.

recién caía en cuenta de su reducido círculo de confianza.

jeon jungkook habría sido una excelente opción en aquellos momentos pero no tenía como contactalo a menos que tomara medidas extremas.

¿serían necesarias?

—taehyung, ¿no tienes la cena lista?—. preguntó su prometido al entrar en la cocina y ver todo ordenado, sin nada dentro del horno ni dentro del refrigerador.

—yo pedí comida a domicilio para mi hace unos minutos, no sabía que venías así que no hay remedio, podrías cocinarte algo tú mismo o irte a come—. detuvo sus palabras al sentir la rabia salir con ellas, inhaló y exhaló antes de hablar nuevamente —o ir a comprar algo en algún negocio cercano—. completó con un suspiro.

—entiendo, holgazaneas—. concluyó, arrojando una mirada de desprecio antes de salir de la cocina y tomar su teléfono.

seguramente siendo tan flojo como él para no cocinar nada.

—veo que tú también—. le dijo al verle entrar en una aplicación para pedir comida, le oyó chasquear la lengua y con aquello se alejó.

no quería tenerle en su casa pero debía actuar lo suficientemente bien para que el idiota no notara que ya sabía de todo.

¿sería bueno hacerle sufrir como él sufrió?

probablemente.

— koocinnamon.

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