Capítulo 4: ¿Agradable?

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Noah se sentía completamente fuera de lugar sentada en la mesa de los “populares”, todos eran tan brillantes y con un aura de superioridad que parecía repelerla y sentía que así hubiera sido de no ser porque David la rodeaba con un brazo por la cintura y de alguna extraña manera le contagiaba algo de su esencia “popular”.

Ella suspiró y David lo notó así que volteó para verla notándola incomoda en ese lugar.

Bien, fingían ser novios pero eso tampoco significaba que ella debía soportar su estilo de vida todo el tiempo, bastante ayudaba haciéndose pasar por su novia como para que la presionara a juntarse con sus compañías que ni siquiera podía considerar amigos ya que ni recordaba sus nombres.

David se disculpó con todos los chicos de sonrisas plásticas que estaban en la mesa y tomando a Noah de la mano ambos se marcharon de la cafetería del colegio.

—Cuando te vuelvas a sentir así de incomoda solo dímelo —le dijo David una vez que había salido de la cafetería e iban caminando por los pasillos directo hacia los casilleros—. También si esas chicas te molestan házmelo saber —disimuladamente señaló con la cabeza a su club de “fans” que se encontraba cerca de la puerta del baño y que veían de manera poco humana a Noah.

—Solo las ignoro y ya —dijo la muchacha apresurándose a ir a su casillero—, no necesito que me protejas como si fueras mi novio de verdad…

—Para ti, para mí, y para toda esta gente. Soy tu novio. Y eso es lo que debo de hacer —le dijo rápidamente aun sin soltar su mano.

—Te estás metiendo demasiado en serio en este papel —le susurró Noah cerca de su oído derecho para que nadie más les escuchara.

—Según todos “estamos” en serio —le susurró también—, pero igual esto no lo hago por la mentira, lo hago para que no salgas lastimada —al llegar a los casilleros él la arrinconó entre las puertas de los casilleros y sus brazos—, tú no conoces como pueden ser algunas chicas, ellas suelen ser muy crueles y de malos instintos con otras personas, por eso te advierto y quiero que me permitas protegerte mientras que estés conmigo.

“Eso se escuchó muy lindo para ser real”.

—Gracias por tu amabilidad pero deberías concentrarte en otras cosas en lugar de mí —observó cómo los brazos de David estaban a cada lado de su cabeza y luego volvió la mirada hacia él—. Eres más serio de lo que pensé.

David sonrió y se inclinó solo un poco para besar la frente de Noah. Dejó caer sus brazos a sus costados y la muchacha se giró hacia su casillero para abrirlo y sacar el par de libros que iba utilizar en la siguiente clase la cual por suerte le tocaba junto a David.

Sinceramente era un alivio estar en las clases con David porque así no recibía ninguna de las dos miradas que le habían estado lanzando desde la mañana, algunas de envidia, en su mayoría de chicas y algunas miradas sonrientes. Si estaba con él los ojos solo los veían disimuladamente y no había envidia.

Una vez que ella sacó y dejó sus libros caminaron hacia la siguiente clase con anticipación, cuando llegaron al salón no había absolutamente nadie lo que era obvio ya que todos aprovechaban su hora de descanso perfectamente alejados de los salones, dejaron sus libros sobre los pupitres que estaban juntos y Noah se encaminó hacia la ventana. Él la observó caminar y como veía por la ventana hacia el patio del instituto, le recordó cuando la estuvo observando durante días antes de pedirle que hiciera ese trabajo sucio a ella, se veía tan excluida y apartada del mundo, tan… inalcanzable y aunque ella lucía tan solitaria en sus ojos había tranquilidad, como si disfrutara de no estar rodeada de personas.

—Tu familia es enorme —decidió decir David acercándose a ella, se detuvo a un lado de ella y observaron ambos hacia el patio en donde el equipo de futbol jugaba tontamente con el balón—. Realmente me han agradado aunque seguramente tendré un moretón gracias al juguete de tu hermano, Ares.

NO FUIMOS NI SEREMOS Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon