━━━━ ❝En medio de las dificultades yacen oportunidades.❞
»» Dónde Reo se ve arrastrada desde su vida anterior hacia el mundo de Genshin Impact.
O
»» Dónde Hasen solo esperaba vivir una vida normal, no esperaba estar siempre metida en líos.
━━━━━━━━...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
—Disculpe. No la conozco. —habló cortésmente Kalia hacia la extraña mujer.
Esta era de cabellera rubia cenizo y de ojos azulados, traía unos pequeños lentes y vestía con un traje negro. También en sus hombros tenía un manto lila.
—Es obvio que no me recuerdas querida. La última vez que te vi eras un bebé.—caminó hacia los jóvenes con una sonrisa — Soy Rhinedottir, tu madrina.
Aquello dejó sin palabras a Kalia, pero no lo demostró. Rhinedottir, Gold, era la alquimista creadora de los futuros monstruos que habitarían en Teyvat, específicamente los Afisol, que odiaba tener que matar en su anterior vida cada vez que jugaba y los encontraba. Además del dragón Durin y aquel chico apasionado por la alquimia.
¿Ahora se aparecía resultaba ser... su madrina?
La cara de Kalia se contrajo en una mueca, no entendía que estaba pasando. Algo similar pasaba por la mente de Dainsleif.
—¿Cómo dice?
—Te preguntarás el cómo es que soy tu madrina, pues es simple, soy la mejor amiga de tu madre. —Comentó sin borrar su sonrisa. —Estaba de paso en mi reino, por lo decidí visitar a mi ahijada, y a mi amiga.
Esto era incómodo tanto para Dainsleif como para la misma Kalia que no sabía que hacer.
—Por cierto, ¿quién es este jovencito?— Rhinedottir paró de hablar para mirar a Dainsleif de arriba abajo con una ceja arqueada.
—Soy Dainsleif, un gusto señora...—se presentó el chico poniendo un se mano en el pecho e inclinándose levemente.
La mujer hizo una mueca de desagrado la escucharlo. ¿Señora? Ella no estaba tan vieja.
—Ajá...—dejó de mirarlo para volver su vista a su ahijada.— Entonces Kalia, espero no haber interrumpido algo. Tu madre me había mandado a llamarte... Bueno realmente yo me ofrecí.
A Kalia no le gustó la manera en la que su "madrina" se comportó con Dainsleif. Siendo que este se presentó con respeto y ella respondió con indiferencia.
—Sí interrumpió. —susurró inaudible para la mujer, pero no para para el varón, quien la miró sorprendido. Soltó un leve suspiro y asintió. —Bien, puede decirle que iré para allá.
La mujer lo miró con una ceja alzada.
—Querida, yo te acompañaré hasta tu casa.
—Ah.—fue lo único que salió de la boca de la menor— Entonces... Puede adelantarse, yo la alcanzaré después.
Aquello irritó un poco a la mujer pero no se quejó, asintió y caminó hasta dejarlos solos.
—Tengo que irme. —comentó Kalia una vez que su madrina se alejó.—Pero, ¿qué era lo que querías decirme?
