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m͟e͟d͟i͟a͟ n͟o͟c͟h͟e͟ ! ( 별이 빛나는 ) ✧

Es una noche clara y tranquila en el reino de Star Empire. Y en su castillo real, el príncipe Namjoon está sentado en su cuarto, deseando qtermine. Digamos que es un príncipe que no tiene interés en los lujos ni en el poder, y prefiere pasar su tiempo buscando más simplicidad. No le agrada ser príncipe, y tomar la corona sería como una pesadilla. Jimin le ha prometido que sería un rey justo y bueno, pero Namjoon no está convencido.

Por otro lado, Jimin es un rey muy popular, y que busca hacer bien a su pueblo. Es alguien que piensa en lo que es mejor para todos, pero puede que no sea una decisión fácil, y que su relación con Namjoon se vea afectada. Y en el fondo, Jimin quiere lo mejor para Namjoon, pero este no se lo puede ver.

Los festejos de el rey están en su apogeo en la plaza del pueblo, y los gritos de regocijo se hacen más fuertes a cada minuto. Pero Namjoon no piensa en ellos. Namjoon mira por la ventana y puede ver las luces de las antorchas en la plaza, cerca del castillo. Los ciudadanos festejan un gran logro del rey Jimin, el cual ha prosperado a su pueblo y ha llevado grandes beneficios. Pero Namjoon siente como si no fuera parte de esto. Quizás la gente lo ama, pero él no se encuentra en la fiesta.

El príncipe se levanta, y camina por su habitación, sin un propósito, sin algo que hacer. Es como si hubiera un agujero en su vida, como si no tuviera nada realmente que le diera significado a su existencia. Se siente como si la vida no tuviera sentido. No sabe si el reino lo necesita, y si Jimin sabe lo mucho que él no se encuentra feliz. Entonces, algo sucede. El príncipe escucha un leve golpe en su puerta. Es un sonido suave y pausado, pero parece importante. Como si estuviera llamando a la puerta de Namjoon algo muy especial. El príncipe se acerca a la puerta, y lo abre un poco, con un nudo en el estómago. Y se asombra al ver lo que hay al otro lado. Es Jimin, el rey del reino, que luce su precioso vestido. Y está sonriendo, en una sonrisa tan agradable que hace brillar a la estancia. Jimin habla con una voz melosa y agradable: — Hola, Namjoon- dice. —Me alegra encontrarte. ¿Cómo estás?- Y en ese momento, Namjoon no sabe qué decir. Namjoon se queda callado, sin saber qué decir. Quizás Jimin nota su tensión, porque sonríe con mayor serenidad, y dice: —Te entiendo. He venido porque me preocupas, Namjoon. He visto que no te encuentras bien. Sé que no te sientes bien, y quiero ayudarte.- Namjoon siente como si el mundo se le rompiera en mil pedazos.

El rey Jimin pide a Namjoon que le acompañe al parque. Es un parque hermoso, con los árboles verdes en primavera y las flores abriendo sus pétalos en una noche estrellada. Jimin y Namjoon comienzan a pasear, bajo el claro de luna, y caminan sin hablar, simplemente disfrutando del momento. Y entonces, al pasear por el parque, el rey Jimin habla de sus propios sentimientos. —Namjoon, sabes, antes no sabía lo que era estar triste. Pero cuando te conocí, me enseñaste lo que significaba experimentar la tristeza. Me hiciste llorar, algo que nunca había hecho.- Namjoon se sorprende, pero se pregunta si esto es verdad, y decide preguntar a Jimin.

—¿De verdad, Jimin, ¿Fue gracias a mí que aprendiste a experimentar esos sentimientos?, ¿De verdad sentiste tristeza por mí?- Jimin se vuelve y mira a los ojos de Namjoon, y dice: —Sí, lo hice. No entendía lo que era vivir emociones fuertes, y cuando te conocí empecé a sentir cosas que nunca había experimentado.-

—Nunca había sentido el corazón roto, pero entonces, después de que conocí tu corazón, sentí las fracturas y las costuras. No sabía lo que era quebrar, pero ahora sé lo que es sanar.- Namjoon siente como si sus emociones fueran volando, como si pudiera ver el panorama completo. Y ve a Jimin, que parece conocerlo mejor que nadie. —Namjoon, mi vida cambió completamente cuando te conocí. Antes, no sabía lo que era la felicidad, pero al conocerte, supe lo que significaba. Lo mismo pasó con la tristeza, la enojo, la irritación, la alegría. Me has enseñado lo que es tener sentimientos fuertes, y yo te agradezco eso pero lo más importante que aprendí, Namjoon, fue lo que es amar, y que es ser amado.- Y cuando oyó eso, Namjoon sintió como si le tocaran el corazón con un dedo. —¿Eso sientes?- preguntó el rey. Y Namjoon sintió como si todo su ser estuviera en la palma de las manos de Jimin, y dijo —Sí, eso siento- Jimin le sonríe y le dice: —Entonces quiero que sepas, Namjoon, que nadie merece estar sin ser amado, y tú menos que nadie. Estás hecho de amor y belleza, y mereces ser amado, sin importar lo que pienses o sientas. Yo siempre estaré aquí para amarte.- Y las lágrimas de Namjoon comenzaron a caer. —¿De verdad?- pregunta Namjoon.

—De verdad, Namjoon. Porque eres más valioso de lo que crees, y tienes alma de ángel y corazón de oro. ¿Comprendes?- Entonces, Jimin mira a Namjoon a los ojos, y le toma las manos. —¿Te gustaría ser mi príncipe?- le pregunta. Y Namjoon asiente, sin soltar las manos de Jimin. Entonces, el rey y el príncipe se acercan. El sol se pone en el horizonte, y la noche cae sobre ellos. Entrelazan sus dedos y se miran, y conmovidos, se inclinan y se dan un beso. Y el corazón de ambos estalló en un fuego de emoción. —¿Qué crees?- pregunta Jimin. —Esto es lo más bonito que he vivido- responde Namjoon. —Y sólo empieza, Namjoon- dice Jimin. —Este es el primer día del resto de nuestras vidas- Y al unirse sus almas, el reino estaba mejor, y la vida era un poco más brillante. Y así vivieron para siempre, con el amor como el mejor tesoro. El amor estaba en el reino, en sus habitantes, y siempre estaría allí.

El año pasó, y la primavera volvió. El rey y el príncipe fueron de caza por los bosques, y todo el día corrieron por la pradera, riendo y disfrutando de la alegría que traía la primavera. Y al atardecer, se detuvieron en un claro de árboles frutales, y se sentaron en el suelo. El cielo se estaba poniendo rojo, como la sangre, y los brazos de Jimin rodeaban la cintura de Namjoon, y se sentían abrazados como el más precioso de los tesoros. Y como el amor no era algo que se olvidara, se dieron un abrazo más fuerte, y se dieron un beso más profundo. Mientras se besaban, las flores parecían más vivas, y el sol parecía más cálido, como si todo el universo estuviera sonriendo al verlos juntos. Su amor era más real que todo lo demás, y se sentían conectados con algo mayor. Y en ese momento, sabían que el amor era lo más importante de todo, y era lo que necesitaban más en la vida. Mientras observaban el cielo oscurecer, empezaron a divagar en sus pensamientos, hablando de lo que soñaban, de lo que querían, y de lo que se alegraban de tener el uno al otro. El amor era lo que los hacía sentir reales, y los hacía sentir como uno solo.

El rey Jimin le regala una rosa roja a Namjoon, y este lo mira con sus ojos azules, brillantes, y le responde: —Tu rosa es tan bella como tú, mi rey- Y cuando se miran fijamente a los ojos, el rey sonríe, y la sonrisa de Namjoon se derrite. —No soy digno de tu sonrisa, mi rey- dice Namjoon. Y el rey Jimin responde: —No digas eso. Eres digno de todo lo que te deseo darte, y más. Porque tú eres todo lo que necesito en este mundo, y mi reino no sería el mismo sin ti-

—¿De verdad lo crees?- pregunta Namjoon, un poco incrédulo. —Por supuesto- dice el rey Jimin, tomando las manos de Namjoon entre las suyas. —Lo sé, porque cada vez que te veo, la luz de tu corazón inunda todo mi ser, y la luz de tu alma se infiltra en mi corazón, eres el centro de mi universo, Namjoon- dice el rey, mientras su rostro se aproxima al de su príncipe. —Soy el centro de tu universo- responde Namjoon, mirándolo a los ojos. Y en ese momento, sus labios se encuentran, y sus corazones se conectan más profundamente que nunca antes. En ese instante, todo es perfecto. Todos los problemas, todas las inquietudes, todas las preocupaciones se disuelven en el silencio de la noche, y en el calor de su abrazo. Se sienten completos y felices. Y en ese momento, saben que la unión de su amor será lo que hará posible un futuro maravilloso, para su reino y para ellos. Y así, con un abrazo, un beso y la promesa de una vida juntos, sus corazones se fueron fundiendo en un solo corazón. Y aunque la vida aún sería complicada, su amor sería la fuerza que los sostendría, que los mantendría unidos, y que haría de la vida una aventura maravillosa.