34. Salir con vida

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"Dejé de ser invisible porque me notaste tú"

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"Dejé de ser invisible porque me notaste tú"

(Salir con vida - Feid y Morat)


—¿Sabías que los astronautas no pueden eructar porque la ingravidez no permite la separación de líquidos y gas en su estómago?

No puedo contener la risa mientras Ethan niega con la cabeza. Tras el cine hemos ido a una cadena de hamburguesas donde tienen un parque infantil para cenar. Daniel acaba de eructar tras comer la última de sus patatas y como dato curioso ha mencionado eso.

—¿Puedo ir al parque de bolas a jugar? —Le pregunta a su hermano.

Asiente con la cabeza y no tarda en abandonarnos, aunque no sé cuánto tiempo estará entretenido. Durante la película Ethan le ha pedido guardar silencio varias veces porque se giraba hablar con nosotros. También se ha estado deslizando por la silla y en demasiadas ocasiones ha terminado en el suelo. Dos veces su hermano lo ha sacado para ir al servicio.

No me sorprendería que se lanzara una vez por el tobogán y regresara con nosotros.

—Gracias por venir hoy al cine con nosotros —dice Ethan una vez su hermano entra en el recinto de juegos.

Me encojo de hombros y doy un sorbo de mi refresco.

—Me voy a ir pronto. No quiero desperdiciar el poco tiempo que me queda aquí.

Ethan me mira unos segundos y finalmente afirma:

—Tienes preguntas.

Asiento con la cabeza.

—Me gustaría escuchar tu versión —confieso.

Toma aire despacio y mira a su hermano. Acaba de llegar a lo alto del tobogán.

—La verdad es que no sé qué pensarás de mí ahora que lo sabes, pero no es por eso que no quisiera decírtelo. Creo de verdad que le correspondía a Claire hacerlo porque fue ella quien pasó de primera mano por todo ello.

—¿Qué sucedió esa noche, Ethan? ¿Por qué no contestaste al teléfono?

Ethan suspira y se deja caer sobre el respaldo de la silla. Está jugueteando con sus dedos, una clara señal de nerviosismo.

—Hay una cosa que Claire no sabe todavía, y es que Cam también estaba enterado de todo.

Dejo de mirar a Daniel, que acaba de saludarnos con la mano desde lo alto del juego, y giro el rostro veloz hacia él.

—¿Cómo?

—Antes Ben, Cameron y yo éramos muy amigos. Cuando sucedió todo Ben se enfadó conmigo así que supongo que confió en Cam porque necesitaba hablarlo con alguien.

La aventura de atrevernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora