Lo siento, Te amo
Laila tenía muchos problemas, ese año escolar iba a hacer un desafío, con su ansiedad, su salud, sus secretos y malas amistades, ella sabía qué enamorarse, iba a hacer la gota, qué derramaría el vaso
Enamorarse de Thiago y su pasa...
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Como una bomba programada que apenas y exploto
Laila llego a casa con muchos pensamientos por la cabeza, creyendo que había llegado a su límite pues necesita un descanso de todo esto, pero no puedes huir de tus problemas eso a la mala debió entenderlo por más miedo que tuviera.
En su cabeza rondaba la idea de contarle todo a Thiago así ya no tener que solapar las mentiras y engaños de Nicol pero a su vez, no se atrevía, todavía recordaba la cara que puso cuando intuyo que aquel chico era Esteban. Sabía que el ya lo apreciaba y le aterraba que la odiara o que al ya saber ambas versiones y no solo la suya empezara a juzgarla
Pero Laila estaría por presenciar el dolor más grande de su vida mucho más fuerte que la culpa si no la decepción
—¿Mamá?
—Hola cariño—Laila se acerco al sillón a dejar su mochila y se acerco a su mamá a darle un abrazo en cuanto se acercó—¿Saldrás?
—Iremos a almorzar a tu abuela—se dio la vuelta a tomar lo que parecía ser su bolso—
—Cierto ya me estaba olvidando—suspiro—entonces iré a cambiarme rápido ¿Los chicos ya están listos?
—Richard si, ve a apurar a Victoria y no demoren por favor, tu papá nos verá haya
—Ok—subió rápido las escaleras, no sin antes pasarse por la habitación de Richard y tirarle una almohada por mera diversión, ya que estaba recostado en su cama con el celular esperándolas
—Laila deberías avanzar en cambiarte
—Préstame algo, solo quiero alguna camiseta larga
—Dios, por que siempre se agarran algo mío, hasta hace unos minutos Victoria también vino agarrar mis anillos
—Quien te manda a tener buenos gustos—le hizo ojitos y Richard rodo los ojos—
—Tienes 5 minutos chaparra—por suerte encontró una camisa amarilla rápido fue a su habitación, y lo convino con unos jean blancos y botines blancos con una chaqueta del mismo color
Y dentro de 20 minutos todos salieron de la casa y se subieron a la camioneta de su mamá con rumbo a la casa de su abuela, aun así Victoria al salir de la cochera se quedó mirando el auto rojo que le regalaron en su cumpleaños, lamentablemente no lo a usado aun, no podía, nunca volvería a manejar si se lo preguntaban
Por otro lado Laila quería a su abuela pero también tenia cierto rechazo pues siempre veía a su mamá con algo de rencor, como si tuviera la culpa de haberse embarazado joven, nunca era algo agradable, ya que por mucho tiempo estuvieron escondidos ya que ante la prensa su papá estuvo soltero hasta que regreso del internado habiendo terminado la secundaria
En cuanto llegaron, dos de sus tíos estaban allí, las saludo y empezaron ayudar en lo que hiciera falta de la comida, y un momento después llego su papá
