Una colección de relatos Fanfiction de mi autoría, son relatos que pueden ser de todo género con un toque de oscuridad. Este es un libro especial que se actualizará durante los meses de Octubre y Noviembre por las celebraciones de estas fechas.
Ofic...
La mujer, nadó hacia la orilla acercándose a Obito, que pudo ver sus pechos desnudos cuando sobresalían por el agua. Un ligero rubor atacó sus mejillas, pero de inmediato se calmó, ya que no fueron los pechos de la mujer lo que lo impresionó, sino ver la cola de pescado que ocupaba la mitad inferior del cuerpo de la mujer. Ella se acercó al chico, y cantó la dulce melodía que no salía de la cabeza de Obito por días, él se agachó y silbó una vez más.
La sirena se acercó de nuevo, y con una perfecta y hermosa voz, le preguntó a Obito en tono seductor:
- ¿Qué te trae por aquí, marinero?
- No soy un marinero -respondió Obito con tono amargado y malhumorado.
- ¿Cuál es tu nombre? -preguntó la sirena ignorando al muchacho.
- Obito, Obito Uchiha -respondió el jóven.
- Soy Anthea, princesa de los mares -dijo la sirena jugando con su cabello.
Trataba de seducir al chico acariciándose a si misma, primero la larga cabellera, luego los labios, después bajó a su pecho y luego a su abdomen.
Anthea cantó una vez más, y en ese instante Obito sintió que caía en un encantamiento. Ahora la mujer era más hermosa que antes, le daban ganas de hacer cualquier cosa que le pidiera.
Obito nunca fué muy enamoradizo, ni tampoco era alguien muy cálido, al contrario, Obito era frío, serio y nada amoroso. Tal vez, si el pequeño Obito no hubiera sufrido tanto, ahora no sería así, pero desafortunadamente la vida no fue muy rosa para él, y desde hace mucho tiempo que no sentía una felicidad tan genuina como la de esa noche.
Anthea tomó al chico por el cuello, y lentamente lo acarició con sus labios, hasta que todas las pequeñas caricias se convirtieron en un beso hambriento y lleno de necesidad. Al estar bajo el encantamiento de la sirena, Obito no sentía nada, más que la necesidad de estar para siempre con ella.
Estaba por amanecer, cuando la sirena se despidió de Obito, y le cantó una canción, con una promesa:
Querido mío, te prometo que volveré, regresa mañana al anochecer, y otra vez te veré.
Obito escuchó la melodía y la memorizó. Al día siguiente debía volver al mismo lugar para encontrar a su sirena, a su perdición, a su obsesión.
Las horas pasaron, y la noche llegó, y con ella, el deseo de un Obito hechizado de regresar con la sirena. Bajó por el muelle, hasta llegar a la orilla del mar, silbó la melodía, y después de unos pocos segundos, la sirena apareció.
De nuevo conversaron, y de nuevo se besaron. La sirena solo quería la atención de un marinero, pero Obito quería más, cada segundo que pasaba con ella, la deseaba más.
La mujer lo miró directamente a los ojos. Su belleza sobrehumana relucía a la luz de la luna de octubre, y volvió a acariciarse a ella misma, invitando a Obito a entrar en el mar con ella
Él, al no poder negarse a tan peculiar belleza, se despojó de toda su ropa, y entró al mar sin pensarlo un segundo. Tal vez Obito se hubiera salvado si esa noche hubiera ido a dormir por la noche, y la noche anterior. Ya llevaba más de veinticuatro horas despierto, pero no podía pensar en eso. No ahora, que estaba fundido en un excitante beso, con la sirena tocando cada centímetro de su erizada piel.
Obito la a acariciaba, tocaba, y besaba por donde podía, y se dejaba hacer lo que fuera que la sirena quisiese hacer con él. Y nuevamente, duraron así hasta el amanecer, cuando la sirena repitió su canto con la promesa de la noche anterior:
Querido mío, te prometo que volveré, regresa mañana al anochecer, y otra vez te veré.
De nuevo, desanimado volvió a casa, pero pensar que en la noche volvería a ver a su adorada sirena, lo hizo sentirse mejor.
...
Ya era el sexto día, y Obito no conciliaba el sueño. De día, tenía que cumplir con todos sus deberes, y de noche, tenía que ver a Anthea, así que no le quedaba tiempo para dormir, pero, ¿Quien necesitaba dormir? Teniendo a semejante Diosa a tus pies, complaciendote de formas que jamás pudiste imaginar.
Una noche más, Obito volvió al mar. Silbó la melodía e inmediatamente se quitó toda su ropa, volviendo a quedar totalmente desnudo ante la sirena.
Volvieron a tener su amorosa sesión de siempre, hasta que en medio de un beso, cuando Obito apenas podía mantener los ojos abiertos del cansancio que se apoderaba de él, de la piel de la hermosa sirena, empezaron a salir escamas puntiagudas que arañaban y rasguñaban la piel de Obito. Su perfecto rostro se convirtió en el de un monstruo marino: dientes afilados, pupilas oscuras, branquias en lugar de una respingada nariz.
Entre sus delicadas manos, ahora había una especie de aletas, y su cola brillante, se volvió opaca y sin belleza alguna. Obito, horrorizado, trató de nadar fuera del agua, pero el cansancio no se lo permitía. Los músculos le pesaban, y la sirena tiraba de su cuerpo para impedirle huir.
La sirena volvió a su hermosa forma, y Obito cayó de nuevo en el encantamiento, volviendo a sentir ese insano deseo, que lo hizo literalmente saltar hacia la mujer y besarla como un depredador. La mujer lo abrazó con fuerza, y poco a poco lo sumergió en el mar. Cuando Obito abrió los ojos para tomar algo de aire en medio del beso, se percató de que no podía respirar, porque estaba bajo el agua, con un horrible monstruo bajándolo hasta lo más profundo del océano.
Pronto sus pulmones empezaron a rogar por aire. Su pecho y nariz ardían y cada vez que trataba de subir, de un tirón volvía a bajar.
Y así continuó, hasta que Anthea, princesa de los mares tomó la vida de su fiel marinero, que bueno, no era realmente un marinero, pero ella quería el cuerpo de un hombre para su colección, así que lo llevó hasta su jardín, dónde estaba también el cuerpo de un hombre conocido alguna vez como Kakashi Hatake que cayó en el mismo hechizo que Obito Uchiha.
La princesa de los mares, era realmente una impostora, pues no era Anthea, la grande, si no Eleena, la bruja de los mares, quien seducía a hombres de la superficie y los privaba de placeres humanos como el sueño, la comida, o la realidad para engañarlos y llevarlos a las profundidades, donde viviría con ellos, por toda la eternidad.
¿Te gustó la historia? ¡Agrega el libro a tu biblioteca para no perderte de otros mini-capítulos del especial de Halloween Season! Recuerda que este libro tiene actualizaciones durante todo Octubre y Noviembre. Si tienes algún pedido para alguna historia, puedes hacerlo en el apartado 🎃🖤PEDIDOS🖤🎃 de éste mismo libro.
#ScaryWattpad
Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.
