Capitulo Tres - Miradas.

144 31 1
                                    


30 de octubre del 2013.

—¡Más rápido First!

—¡Eso intento!

Khao se detuvo cuando llegaron al final del camino de rocas, se sentó en el borde de la última roca y dejo sus piernas colgar siendo salpicadas por el agua, First lo imito al llegar a su lado.

—Estoy cansado.

—Debes mejorar ese estado —dijo Khao.

—Mientras tu corres yo trato de caminar sin caer.

—Como soy tu único amigo estoy en la obligación de decir que, efectivamente eres torpe —soltó una carcajada haciendo que sus ojos se achinaran por completo, el tipo de risas que First adoraba ver.

—Tampoco veo que tú te juntes con otras personas.

—Ah, me dueles.

—Hoy no podre quedarme mucho Khao —mencionó bajando su vista a las pequeñas olas que chocaban contra sus pies.

—¿Es tu mamá? —en su voz había un dejo de preocupación.

Los ojos de First se inundaron de lágrimas, las cosas en su casa no hacían más que empeorar. Ya habían pasado seis meses desde el día en que su padre se había ido de sus vidas, pero el daño ya estaba hecho y su mamá fue la más perjudicada.

—Ya no sé qué hacer Khao —el nudo en su garganta le impedía respirar— Ella no tiene... tiempo y yo... En el bar no gano lo suficiente.

Khao se acercó hacia aquel frágil chico quien se había convertido en su mejor amigo, no sabía que sucedía, pero recordaba como seis meses atrás algo paso con él, se había ausentado por una semana a la escuela. Tuvo que sobornar a un maestro para conseguir su número.

Cuando lo llamo solo consiguió que First dijera que estaba con un fuerte resfriado, excepto que no le creyó y no iba a preguntarle porque sabía que cuando se sintiera listo le diría que había ocurrido.

Para First el recuerdo estaba tan fresco como una herida reciente, no podía olvidar el momento en que llego luego de su trabajo como mesero, su mamá tendida en el piso con un gran charco de sangre a su alrededor y su padre en estado de shock observándola a un costado.

Jamás sintió tanto miedo, ella no podía morir, él la necesitaba, no podía dejarlo solo.

Fue corriendo hacia ella y cuando comprobó que respiraba una parte de su alma volvió a su cuerpo, acto seguido tomo a su padre por el cuello estampándolo contra la pared de la misma forma que había visto de niño que él hacía con ella. Lo sacudió gritándole que qué había hecho, pero de su boca solo salió “No quise golpearla tan fuerte”.

Y ese fue el quiebre de First, toda la ira, frustración y dolor lo sobrepasaron.

A pesar de tener solo quince años era alto, lo cual era su ventaja por lo que en un parpadear su puño impacto de manera sonora en la mandíbula de su padre.

No se detuvo a pensar, lo tiro al suelo y sobre él empezó a repartir golpes por toda su cara; sangre, quejidos y crujidos fue lo único que se escuchó durante los siguientes cinco minutos.

—Cielo… Pa-para… por… fa-favor…

La voz de su madre lo hizo reaccionar. Su padre apenas respiraba, su rostro estaba lleno de sangre y comenzaba a hincharse, todo en su interior se revolvió.

Se alejo lo más que pudo y vomito cuando se dio cuenta lo que había hecho.

Horas después esperaba en la sala de un hospital por noticias de su mamá, mientras que un oficial volvía a tomar su declaración, al parecer a su padre lo iban a dejar encarcelado. No le importaba que pasara con él, solo pedía que se alejara de ellos.

El panorama no mejoro mucho, su mamá luego de una extensa cirugía había perdido un riñón por tantas patadas que recibió. Fue sometida a diálisis y necesitaba con urgencia un donador.

La vida de First se estaba cayendo a pedazos y solo Khao estuvo para sostenerlo.

Omitiendo detalles lo llamo para que fuera al hospital y al verse Khao fue corriendo a abrazarlo mientras su amigo se desmoronaba llorando.

No respondió a las preguntas de porque estaba lleno de sangre y con las manos lastimadas, solo se dejó envolver por los brazos de quien se sentía como su lugar seguro.

Al final su madre necesitaba de muchos cuidados y medicamentos, el hospital no cubría todos por eso First trabajaba doble turno sirviendo mesas y a veces ayudaba en la cocina. En sus ratos libres pasaba por el hospital a ver a su mamá y con una sonrisa le decía que pronto saldría de ahí.

Khao lo acompaño en algunas ocasiones, le tenía gran aprecio a la señora Aom quien siempre le hablaba con dulzura a pesar de su aspecto decadente.

En el presente las manos de Khao limpiaban las lágrimas calientes de su amigo quien mantenía sus ojos viendo hacia el mar.

—¿First?

Levanto su vista y por primera vez desde que se conocieron, sus miradas conectaron causando que el corazón de ambos lata desenfrenadamente, Khao se preguntó si sentirse así era normal.

No necesitaron decirse nada porque sus ojos ya lo decían todo.

Temiendo arruinar el momento First puso sus manos sobre las de Khao, quien sintió sus mejillas arder.

Se acercaron de modo que solo unos escasos centímetros los separaban de rozar sus bocas, en el último segundo Khao apoyo su frente evitando que se besaran.

No era que no quisiera, pero sabía que First estaba en un momento vulnerable y difícil, si eso que ambos sentían era tan real como sus ojos mostraron entonces lo besaría cuando reemplazara esas lagrimas por sonrisas.

—No estás solo First, seré tu cable a tierra, quien te levante cuando sientas caer y si no puedo salvarte entonces caeré contigo.

Y en medio de aquella promesa, mientras se abrazaban First sintió la sensación de que cuando volvieran sumaria un nuevo frasco a su colección.

Rato más tarde luego de calmarse, retomaron la vuelta donde First le pidió que se adelantara al bar.

Ya solo, encontró a Miradas, el nuevo integrante.

Dentro podía apreciarse un par de ojos brillantes los cuales se parecían a los de su amigo.

No importaba que tan feas y difíciles se pusieran las cosas, podría afrontar lo que fuera si lo tenía a su lado.

Los frascos de First  [TERMINADA]✓Where stories live. Discover now