Prólogo.

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21 de septiembre del 2009.


Un joven niño caminaba tranquilo a orillas del mar, disfrutando de la sensación del agua cálida en sus pies.

Los rayos de luz apenas estaban saliendo, por lo tanto, el cielo era una explosión de colores. La luna se despedía de su amante el sol, prometiendo que se volverían a ver al atardecer.

First a pesar de ser rodeado por la belleza de la naturaleza, no pudo evitar derramar las primeras lágrimas, estaba cansado de que su padre golpeara a su mamá.

Se sentía impotente por no poder defenderla.

Por eso aprovechaba cuando él se dormía para salir a caminar por la playa, necesitaba despejar su cabeza y olvidar el dolor por un rato.

Unos metros más adelante logro divisar un reflejo entre las rocas que se sumergían en el agua, creando un camino hacia el mar. Su curiosidad fue más fuerte y a paso rápido llego hasta lo que resultó ser un frasco de vidrio.

No era diferente a los que veía a diario en la cocina; ancho y no muy largo, lo único que destacaba era la tapa, la cual a la luz del sol parecía imitar los colores del cielo. Dentro había un papel de pergamino enrollado.

Lo dudo solo unos segundos, pero al final lo destapó, saco el papel y luego de abrirlo leyó:

Acabas de encontrar un tesoro ¡felicidades!

Recuerda que por cada momento de fuerte emoción obtendrás otro frasco, guárdalos bien y cuídalos, después de todo serán tu tesoro.

Solo podrás capturar una misma cosa en cada uno de ellos, cuando quieras ver/oler/recordar/sentir, antes de abrirlo di;

Al Sol y a la Luna, que son mi compañía, gracias por este regalo. Eclipse de amor, día de sueños y noches de encanto. Bendecido fui y agradecido estoy, por poder guardar lo que otros no...

Aprende a valorar los pequeños placeres de la vida y sabrás disfrutar de lo que se te ha otorgado.

Suerte...

Por un momento se quedó pensando en lo que acababa de leer, tenía que ser mentira, ¿Cómo un frasco podría ser un tesoro?, era una pésima broma.

Pero.

¿Qué tal si no lo era?

First inhalo hondo y recito lo escrito.

—Al Sol y a la Luna, que son mi compañía, gracias por este regalo. Eclipse de amor, día de sueños y noches de encanto. Bendecido fui y agradecido estoy, por poder guardar lo que otros no...

Cuando pronuncio la última palabra, dentro del frasco se formó lo que parecía ser una luna llena y un sol muy brillante. Era algo magnifico de ver, apresurado lo tapo temeroso de que se escaparan.

En la tapa pudo leer la palabra Eclipse.

A pesar de que en la nota no decía nada respecto a no contarle a los demás, por el momento seria su secreto.

Ahora debía buscar un lugar donde esconderlo.

—Debo ocultar esto de papá, no dejare que lo destruya.

Con una gran convicción volvió a su casa, más animado que nunca.

Los frascos de First  [TERMINADA]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora