Madness (Marcos Llorente)

Capítulo 24

Estos días en Qatar se han basado en hacer turismo cuando teníamos ratos libres y mucho fútbol.
Está siendo una buena experiencia, no me puedo quejar. Al ser la nueva, mis compañeros me enseñan todo lo que saben.

En cuanto a Marcos...
Ha intentado hablar conmigo varias veces, pero yo no le he dado opción.
Siempre "tengo cosas que hacer", y le evito todo lo que puedo.

El partido contra Costa Rica fue algo histórico.
Ganamos 7-0, con goles de Dani Olmo en el 11', Asensio en el 21', Ferrán Torres de penalti en el 31' y luego en el 54', Gavi en el 74', Carlos Soler en el 90' y Morata en el 90+2'.
En el banquillo fue una locura.

Aquel día cuando llegamos al hotel, llamé a María.

- ¿Ha pasado algo ya? -preguntó.

- ¿Cómo qué si ha pasado algo? ¿Ha qué te refieres?

- ¿Que a qué me refiero? OBVIAMENTE QUE A MARCOS.

- Ya estás con Marcos otra vez...

- ¿Pero habéis hablando ya? -pregunta interrumpiéndome.

- No.

- Daniela.

- ¿Qué?

- Tenéis que hablar.

Miro la hora.

- Voy a dejarte, tengo que bajar ya ha cenar o si no me quedo sin cena.

- Oye, pero habla con Marcos.

- Que si, que si, lo que tú digas.

Después de colgar, me doy una ducha rápida y bajo a cenar algo.

Justo cuando voy a entrar al comedor, llega Marcos.

"Genial. Que momento más incómodo" pienso.

Se queda mirándome y yo no puedo evitar ponerme nerviosa. Entro lo más rápido que puedo.

4 días después, fue el partido contra Alemania.
Morata puso a España por delante en el 62', pero Alemania puso el empate en el 83'.

En el penúltimo entrenamiento antes del partido contra Japón, Marcos se llevó un golpe que le hizo empezar a cojear.

- Daniela, ¿puedes llevarlo adentro y encargarte tú? -dijo Manuel, uno de los fisios.

"¿Qué? ¿Por qué precisamente yo?" Pensé.
Me acerqué a ellos e intentando ser lo más profesional posible, ayudé a Marcos a entrar.

- Túmbate -le digo cuando se sienta en la camilla- a ver, dime dónde te duele.

- Me duele el pie derecho al apoyarlo.

Le toco en puntos aleatorios del pie.

- Pues en esos sitios no me duele.

- Lo sé.

- ¿Que sabes qué?

- Que ahí no te duele, porque no tienes nada.

- ¿Estás insinuando que estoy fingiendo una posible lesión?

- Marcos te he pillado la mentira a la primera, básicamente porque cuando te llevaste el golpe cojeabas del pie izquierdo y ahora me dices que el pie que te duele es el derecho.

Se queda callado.
"Lo sabía" pienso y voy hacia la puerta

- Daniela espera -mientras lo dice, escucho como se levanta de la camilla y cuando me quiero dar cuenta, Marcos pone una mano en la puerta para impedir que la abra.

- Me parece súper fuerte que me hagas perder el tiempo con una mentira.

- Necesitaba hablar contigo y está era mi última opción.

Aparto la mirada y abro la puerta.

- No les digas nada por favor -escucho decir a Marcos cuando salgo, pero no le contesto.

Vuelvo al campo.
Luis Enrique se acerca.

- Dime por favor que está todo bien.

Asiento.

- Trabajando hoy a menos ritmo podrá jugar sin problemas contra Japón.

Luis Enrique respira tranquilo.
Marcos se está acercando a nosotros.

- Será mejor que sigas con el entrenamiento en el gimnasio.

Marcos asiente y puedo leer un "gracias" en sus labios.

El partido contra Japón empezó con un gol de Morata en el 11'.
El primer gol de Japón llegó en el 48', y en el 51' llegó el 2-1 a favor de Japón.
Con el segundo gol de Japón, los ánimos en el banquillo se vinieron un poco abajo.
Aún habiendo perdido, conseguimos pasar a Octavos de final.

Y por fin llegó el esperado día de descanso.
Tenía pensado dormir hasta más tarde, pero alguien me despierta llamando a mi puerta.
Me levanto pero cuando abro, no hay nadie al otro lado.
Cuando iba a cerrar la puerta, me fijo en que hay un papel en el suelo.
Lo cojo y miro a ambos lados del pasillo. Nada, no hay nadie.

Cierro la puerta y me siento en la cama para leerlo.

Te espero en la azotea del hotel
a las 12:00

No me hace falta preguntarme de quién es el papel, porque conozco perfectamente esa letra.