RAZÓN SEIS.

1K 91 28
                                    

•|.Preocupado.|•

''''

Abrí mis ojos despacio, la poca luz de la habitación me pegaba con fuerza y me forzaba a mantenerlos cerrados. No podía entender que pasa exactamente, no sabía dónde estaba y no recordaba bien lo que sucedió después de caer inconsciente.

Solo sé que estaba Tomioka a mi lado preocupado, insistiendo en que me quitará mis vendas, por eso me asuste. Terminé dando un movimiento rápido sentandome en la cama y toque mi cara. Asegurando de que estuvieran dónde siempre, las sentí algo húmedas. Tal vez las limpio con cuidado para no quitarlas.

Me pareció lindo, sonreí en mis adentros por eso. Poco a poco, la situación de ayer fue más nítida. Me sentí tan idiota por haber salido de alguna forma lastimado, no sé que me hizo el ataque de la niña, espero que solo sea dejar inconsciente a sus víctimas, no quiero sufrir algún tipo de dificultad a lo largo de la misión.

Mire bien la habitación, no sabía dónde estaba. Tampoco estaba Tomioka, ni siquiera sus cosas. Me deprimí un poco por eso, la sensación de vacío por su ausencia me hizo meditar un poco más sobre mis sentimientos.

No sé que pensar ahora, ¿será que de verdad me gusta? Es raro pensarlo con tanta calma, no me he alterado, supongo que inconscientemente lo he aceptado. Solo falta que lo admita. Me cuesta hacer algo así.

Nunca rechace la idea de que me pueda gustar un hombre alguna vez, pero que ese hombre sea Tomioka es muy distinto. Pienso con más calma y cada vez que lo recuerdo hay algo que me gusta, ahora que sea fuerte es genial y que sea protector también, incluso que sea cariñoso con algunos.

Me molesta que no sea conmigo, pero imaginarme su mirada atenta y agradada hacia mí es maravilloso. La idea de que solo yo sepa que de verdad disfruta estar conmigo me suena muy personal, me gustan las cosas íntimas y secretas. Volví a sentirme decaído, un poco decepcionado conmigo.

Lo estoy aceptando, tal vez si me guste, pero eso no significa que me agraden estos sentimientos. Pensé en Kanroji, tal vez esto sea igual que con ella, antes me gustaba mucho pero simplemente deje de sentir esas cosas. No hizo nada que me desagradara, solo ese sentimiento fue muy rápido y efímero.

Cómo la estaba conociendo pienso en la posibilidad de solo gustarme esa sensación agradable que me generaba estar a su lado, cuando me acostumbré solo deje de sentirlo. Puede ser que solo me guste lo agradable que puede llegar a sentirse estar con él, pero el problema es que en ningún momento fue agradable estar con Tomioka antes de estos sentimientos.

Mire a mi lado, justo a mi costado se encontraba Kaburamaru dormido. A él no le gusta dormir en el suelo y a mi tampoco me gusta que lo haga, me gusta compartir la cama con él. En las noches a veces se siente muy solo el frío del colchón.

Estaba también mi mochila en el suelo, a lado de una mesita de madera la cual tenía unas vendas nuevas. No era una casualidad, me las podría poner. Aunque ya tenía mis propias vendas especiales hechas por la misma tela del uniforme, mis mejillas volvieron a arder por ese acto atento y preocupado.

No me importaba que las vendas no sean tan resistentes, un impulso por solo pensar en que fue Tomioka quien las dejo ahí me hizo querer ponermelas. Incluso en el lugar que estaban colocadas me llamaba a hacerlo, solo tenía que estirar mi brazo a diferencia de tener que recoger mi bolso, para hacerlo me tendría que parar, era un poco molesto eso.

Con mis manos detrás de mi cabeza comencé a desenredar el pequeño nudo, tuve que mover mi cabello a un lado para poder hacerlo con mayor facilidad. Cuando deshice el nudo, la tela blanca que cubría gran parte de mi cara cayo a las sábanas. Observé mejor, si bien Tomioka había limpiado lo mejor que podía, se veía algo sucia. Parecía que fuese caído en tierra.

•-Razones Para Odiarte-•GiyuOba•Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora