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ARIADNA ANDERSON

Mi manera de actuar últimamente era patética. Sabía que Tom realmente lo sentía.
Pero aún mi corazón dolía.
Sabía que si seguía encerrada en esa habitación probablemente muera, Antes quería eso. Pero ahora ya no.
Por más problemas que tenga, Tenia que salir adelante. Y mostrar lo fuerte que podía ser.
El sol entrando por la ventana me hacia irritar los ojos.
Pero habían ciertos sonidos que me hacían levantar las orejas.
Sabía que los ruidos provenían de la habitación del queridicimo Tom Kaulitz.

Tenía que estar lista para cuando el salga de la habitación.
Entonces fui rápidamente al baño. Y me enjuague el cuerpo. Asegurándome que este quede totalmente limpio.
Al salir solte mi cabello. Peinandolo un poco.
Me coloque varias cremas que había en el tocador de Bill.
Sabía que Bill cuidaba su rostro como si se tratara de oro. Y lo puedo entender por un lado.
Busque ropa limpia en todos los cajones del enorme armario.
Me coloque unos boxers Calvin Klein negros.
Encontré unos pantalones anchos. Los cuales me quedaron en tiro bajo.
Y encontré una musculosa blanca muy pequeña. La cuál me quedo como Top.
Y detrás de unas cajas encontré unas zapatillas hermosas.
Eran blancas, Pero con demasiados detalles pequeños.
Así que sin más, Me puse las zapatillas.
Abriendo las cajas que moví para encontrar estas.
Encontré maquillaje. Sabía que Bill no era de ponerse etiquetas. Y que era libre en todo.
Podía ser el mismo sin importarle lo que digan los demás.
En mi caso, Me daría miedo, O pánico.
Agarre unas sombras y un labial nude.
Aplicandome cuidadosamente estos.
Al terminar de aplicar el labial guarde todo. Y lo deje como estaba.
Me levante del piso y me diriji al espejo.
Mirándome demasiadas veces.
Hasta el punto de verme en el espejo e irritarme por mi propio reflejo.
Sentí a lo lejos la puerta de la habitación de Tom siendo abierta. Lo cual me hizo correr hasta la mía.
Tome la perilla de esta.
Pero senti una puntada en mi corazón.
El cual me hacia pensar si realmente tenía que salir. Me pregunté miles de veces la misma pregunta.

¿Tom realmente me había perdonado?

Pero para saberlo tenía que averiguarlo.
De seguro Tom pensaría que soy una bipolar de mierda.
Talvez si lo era. Pero nunca lo aceptaría.
Así que me decidí.
Presione la perilla fuertemente para que esta se girará.
Y salí de la habitación.
Y pude encontrarme a Tom. Mirándome fijamente con una de sus manos en los botones del ascensor.

_Ari..- Pronunció Tom con un brillo en sus ojos. Ese brillo que no había visto desde la pelea.

_Hola Tom, Perdóname- Agarre sus manos obligandolo a que agarrara tambien las mias, Y ahí es cuando sentí que por fin pudimos volver a conectar.

_No Ari, Perdóname tu. Si yo hubiera enterado de todo esto antes.. No lo se..-Tom agachaba su cabeza. Mirando concentrado en nuestro agarre.

_Shh, No te preocupes Tom. Estoy bien.

Y por fin la puerta del ascensor se abrió. El cual amablemente Tom me hizo una seña para que yo pase primero.
Al encontrarnos adentro del ascensor, nuestras miradas se conectaban pero a lo segundos volvíamos a lo nuestro.

_Estas muy linda hoy.-Tom agarro mis brazos los cuales se encontraban cruzados.
Haciendo que estos toquen su pecho marcado. Sus manos viajaron rápidamente hacia mi trasero.
El cual me sorprendió. Pero no iba a negar que no me gustaba.

_Graci..-No termine de pronunciar la palabra y Tom tomó mis labios.
Explorando toda mi boca con su lengua.
Saborenado esta. Nuestro beso era romántico.
Pero tenia su lado salvaje. Al movimiento de nuestros labios. Ton apretaba cada vez más fuerte mi trasero. A nivel de exitarme. Y sentir todos los pelos de mis brazos erizarce.
Cuando separamos nuestros rostros para tomar aire nos dimos cuenta que teníamos a medio mundo mirando la escena.
Muchos con cara de asco. Pero la verdad no me importaba lo que piense la gente de alta clase.
Salimos del ascensor tomados de la mano.

𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑:Tom KaulitzWhere stories live. Discover now