Pequeña Bestia

Capítulo VII

La enorme bestia corría y corría por el bosque, esquivando algunos tallos de bambú que se cruzaban en su camino a contarle a su maestro lo ocurrido anteriormente con aquél discípulo. Por supuesto que no dejaría pasar éso, y no después de lo que escuchó. Se asegurará de que su maestro le dé un castigo adecuado, y no solamente por haber roto las reglas. Sino por haber tenido tales pensamientos pecaminosos sobre su maestro.

Ooh, el se encargará de que su maestro lo haga copiar el libro de la Ética y Rectitud 50 veces y el Manual del reglamento 50 veces también ( teniendo en cuenta que aquellos libros tienen más de 3000 páginas le pareció suficiente la cantidad de veces que lo copiaría). Pensó mientras seguí corriendo a toda velocidad.

Seguiría pensando en los castigos que le sugeriría a su maestro que le impusiera a ese discípulo poco decente si no hubiera sido por una criatura maligna que se avanzó sobre él.

¡Maldición! Debí hacer estado más atento. Pensó mientras esquiva aquél ataque de quel demonio que lo hubiera matado por el veneno que tenían el filo de sus dagas.

¿Cómo era posible ésto? Había estado vigilando las barreras de protección del pico y no había nada raro, entonces, ¿cómo pudo entrar un demonio a al pico?

Por mucho que pensará no podía dar  respuesta a las preguntas formuladas y tampoco era como si el demonio que lo trataba de matar le diera tiempo de pensar en eso.

Aquél demonio de aspecto repulsivo y sucio trataba de acuchillarlo en su cuello o vientre. Por lo visto el demonio sabía que claramente que podía matarlo con éso. Jugaría cuando tuviese más tiempo, pero ahora no lo tiene y menos para estarlo perdiendo en esa repulsiva criatura.

Con un movimiento de sus patas en el suelo este empezó a vibrar haciendo que el demonio perdiera el equilibrio y cayera. Esa era su oportunidad. Sin perder tiempo lo inmovilizo debajo de él acercando su osico al cuello del demonio, ignorando las súplicas que este le daba por su vida . Sin ningún remordimiento le arrancó la cabeza de una sola mordida.

Se sentiría orgulloso y le hubiera llevado la cabeza del demonio que había matado a su maestro si no fuera por el hecho de... El demonio se había colado por la barrera de protección que se suponía que el estaba vigilando. Pensándolo mejor...

Escondería el cuerpo del demonio y luego lo tiraría en algún sitio, su maestro posiblemente lo reprendería  por no haber vigilado bien la barrera y estar jugando todo el día.

Claramente sabía cual era la mejor opción, y sabía que si qué que su maestro no se diera cuenta ( la cual duda mucho que no se diera cuenta ya que con una vibración como esa tuvo que haberse sentido en todo el pico) entonces debería actuar rápido y esconder el cadáver del demonio.

Estaba por tomar el cadáver cuando sintió unos pasos detrás suyo. Iba a voltear y ver de quién se trataba, pero cuando lo hizo sintió un dolor punzante desde su lomo hasta su vientre. ¿Qué carajos? . Pensó, al ver otro demonio encapuchado sacando su espada de su lomo. ¿ Cómo era posible, ¿ por qué no se dió cuenta?, ¿ cómo logro acercarse sin que me diera cuenta?, ¿ cómo ocultó su presencia?

Muchas preguntas y ninguna respuesta a ellas se formulaban en su cabeza.

Se sentía mal, su vista se empezó a tornar borrosa y en sus oídos escuchaba un subido demasiado irritante, sus patas empezaron a perder fuerza. Lo último que vió fue una espada atravesado el pecho del demonio seguido de un grito.

Y luego todo se volvió en una inquietante oscuridad.

Wow, está vez creo que me pasé con nuestro pequeño Bigppu.

No me dí cuenta del momento que pasé escribiendo a nuestro querido lobezno bien feliz corriendo con su maestro a darle el chisme del discípulo a ésto.

La verdad si me sentí mal, pero bueno, era necesario para la trama.

No sé si le avisé o les dí un spoiler sobre que en el fanfic van a ver muchos momento felices, pero con cada momento de calma va a ver una tormenta.

Bueno eso fue todo el capítulo de hoy, espero y les haya gustado y que pasen un buen día, tarde o noche.

Besitos ~