Pequeña Bestia

Capitulo I

Era solo un cachorro de lobo eclipse, sus padres murieron por culpa de ésos despreciables humanos, quedando huérfano. Lo único que le quedaba era su nombre y una promesa. "Bigppu, vive" fue el último susurro de su madre después de caer muerta por una espada que le cortó el torso.

Vagó solo, tratando de sobrevivir. No fue fácil, tuvo que dejar el bosque donde vivía, ésas basuras humanas lo estaban buscando.

Cuando salió del bosque no le dieron una buena bien venida, los humanos empezaron a golpearlo y humillarlo, ésos críos humanos eran todavía más crueles. Pateandolo y quitando pelo de su pelaje.

 
Hoy como siempre ésos críos lo estaban golpeando de nuevo, solo que está vez se pusieron originales.

Lo habían amarrado con las patas cruzadas mientras lo tomaban como una pelota, "malditos mocosos" . Pensó la pequeña bola de pelos negra con tonos rojos, naranjas y azul con una marca de un eclipse en su frente. Mientras que de su osico salían gruñidos y chillidos.

"Patético"

Una voz se escuchó en el lugar. Los niños se detuvieron al escúcharla.

"Son cuatro contra una bola de pelos amarrada, simplemente patético."

Al voltear vieron a un hermoso hombre de tunicas verdes, piel clara,ojos verdes y fríos como el jade, en su mano llevaba un abanico con un paisaje de bambú bella y finamente pintado.

Los pequeños mocosos se estremecieron, más fingieron que no les había asombrado la belleza de aquél hombre.

Un niño,el líder del pequeño grupo, contestó altanero.

"Tu quién diablos cres que eres para decirme patético.¿ Acaso no sabes quién es mi papá? ¿ Sabes cuánto poder tiene mi familia? Si quiero puedo hacer que te maten."

Un pequeño silencio rondo el lugar.

El grupo de críos creyendo que lo habían asustado esperaron que el hermoso hombre les rogará que lo perdonarán. Más no esperaron oír lo siguiente.

"Pequeños parásitos insolentes."

Dijo aquel hombre con una voz cruel y fría haciendo que los mocosos que antes se mostraban orgullosos y altaneros temblara.

"Vallan a meterse con alguien de su tamaño."

Luego de haber pronunciado esas palabras, el hombre hizo un ademán con su abanico creando un ráfaga de viento, haciendo volar colina abajo a los pequeños mocosos.

El hombre importandole poco si los mocosos lo acusaran con sus familias se dirigió a la paqueña bola de pelos negro que se encontraba temblando en el suelo.

Al ver que el hombre se acercaba empezó a gruñir en advertencia, viendolo con ojos que demostraban su odio asia su especie.

Espero que el hombre lo pateara, insultara, humillara, más nunca esperó que aquel hombre de fríos ojos lo tomara tan dulcemente en sus brazos y le hablara con dulzura.

"¿Te encuentras bien pequeño angelito? Tranquilo, ésos mocosos estúpidos no te harán nada."

Abrió grandemente los ojos "¿ Es el mismo hombre de voz cruel? Debe de ser alguien más". Se preguntó asi mismo, y para confirmar sus sospechas de que era otra persona levantó su mirada.

Se quedó anonadado.

Unos hermosos ojos verdes que antes eran fríos y crueles lo miraron con dulzura y bondad.

"Hermoso", pensó el cachorro.

"Te llevaré a mi pico."