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Su madre le había pedido disculpas por haberlo tratado como un bebé toda su vida, por no haberlo apoyado, por haberlo abandonado emocionalmente toda su infancia, cuando más la necesitaba...De su boca por fin estaban saliendo las palabras que hace años hubiera matado por escuchar, palabras por las que había luchado con uñas y dientes por sentirse merecedor, esas palabras que sin darse cuenta parecieron agregarle un peso aún mayor a su pecho, un peso que nunca antes había notado pero ahora que lo sentía se daba cuenta que al parecer siempre había estado ahí.

«Izuku, mi niño...por supuesto que creo que puedes ser un héroe »

El hecho de que el ahora poseyera un quirk era lo que la había hecho cambiar de opinión parecía quedar en el aire, flotando en la atmósfera, envenenando profundamente su interior, sintiéndose como si estuviera ignorando al elefante en la habitación, ignorando el motivo de sus palabras.

Porque cuando el era un niño y necesitaba apoyo emocional, lo único que recibió de su madre fueron lágrimas y disculpas.

¿de que se estaba disculpando, por haberle dado a luz? ¿se estaba disculpando con el por básicamente condenarlo a una vida de ostracismo y aislamiento?¿Por condenarlo a vivir quirkless?  El no necesitaba disculpas, el necesitaba apoyo, necesitaba amor y calidez.

El abrazaba a su madre, buscando consuelo como el niño que era, el no era el que debería de estar consolando a su madre, el era un niño, un niño pequeño él cuál sus sueños acababan de ser completamente aplastados. Izuku se sorprende al darse cuenta de ese pensamiento, sintiendo el monstruo de la culpa retorcerse en su estómago al enojarse con su madre por no haberlo consolado ¿acaso estaba siendo egoísta? ¿acaso era egocéntrico haber pedido consuelo cuando su madre lloraba por algo que había desgraciado su vida?

“mamá...¿aún puedo ser un héroe?”

Esa pregunta cambiaba todo para el, solo necesitaba a alguien que lo apoyara, a alguien que le dijera que si, que era capaz...Aunque le mintieran, eso hubiera sido suficiente para sobrevivir los siguientes años.

(cicatrices es su cuerpo quemaban al pensar en esos tiempos, autoinflingidas, provocadas, eso no cambiaba nada, se las merecía por nacer diferente.)

Eso era lo único que pedía el pequeño y egoísta izuku, porque izuku tenía que ser un egoísta por desear eso, por pensar eso, por anhelar consuelo después de haber maldecido a su madre a vivir con un hijo inútil, quirkless.

(El prefería convencerse de eso, en lugar de aceptar que su madre lo había abandonado emocionalmente por su ‘diagnostico’, que su madre le había hecho más daño del que el quería aceptar) Izuku se sentía egoísta.

“lo siento, izuku”

Su madre se estaba disculpando, de nuevo con lágrimas en los ojos, de nuevo el pequeño y egoísta Izuku consolaba a su madre.

Kacchan se estaba disculpando. Bakugou se estaba disculpando.

Por las cicatrices, golpes, por los insultos, por haberle dicho que se suicidara, que hiciera un salto de cisne desde el techo y que deseara un quirk en su siguiente vida.

Se estaba disculpando por todos esos años de sufrimiento que le hizo pasar por algo que nunca controló.

Izuku esperaba que indirectamente se estuviera disculpando por las noches de pesadillas que le hizo pasar, por todas las veces que tuvo que ocultar sus moretones y quemaduras de su madre para evitar que las viera y se preocupara…Eso trae un tren de pensamiento que Izuku no está seguro de querer abordar.

(Porque ¿que tal fácil era que una madre no se preocupara de ver a su hijo entrar a casa en silencio, cojeando? ¿realmente siempre fue tan fácil hacer que su mamá no se preocupara? su maestro de salón siempre se da cuenta cuando oculta una lesión y solo lo conoce de menos de un año…¿realmente su madre nunca se dió cuenta del acoso?)

personal hell ; midoriya izuku Where stories live. Discover now