Un joven omega con una exótica belleza la cual es producto de una maldición que pasa de generación en generación.
Un joven apuesto y explocivo rey caprichoso, que consigue todo lo que quiere, con un pasado algo complicado.
Cinco reinos con peligro...
Todoroki Shoto, un joven omega que a su corta edad de 19 años ya era la mano derecha del Rey Bakugo Katsuki, legitimo heredero al ducado Todoroki, siendo un hecho bastante curioso ya que fue el último en nacer, sin embargo la vida del bicolor no era color de rosa.
Por alguna razón el destino había sido un hijo de puta con el heterocromático y es que la representación de la frase de "Dios da sus peores batallas a sus mejores guerreros" le encajaba casi tan perfecta como la cicatriz que llevaba en su rostro.
El heredero al ducado pensaba que nada le podía ser imposible y es que si pudo enfrentar a sus hermanos y padre por su título y ganar, aparte de soportar sin ningún problema el carácter del propio Bakugo Katsuki los demás "problemas" eran insignificantes insectos que podía aplastar con solo respirar. Pero con lo que no contaba el bicolor es que hay insectos los cuales son muy difíciles de aplastar, como era el caso de las pequeñas hormigas.
Diminutas pero visibles y molestas hormigas las cuales podían hacer lo imposible en el rostro sereno del omega y eso era una marcada expresión de frustración:
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_¿¡Estás feliz ahora!? -preguntó molesto el rubio de mechón negro al ver que parte de las hiervas que llevaba en la bolsa habían quedado por el suelo-
_¡No estoy para nada feliz! -respondió el bicolor sintiendo sus manos temblar por la violencia que le provocaba el alfa frente suyo-
Como buena persona racional que era contó del uno al diez para recuperar su compostura, y se recordó una vez más "Ya sabes que Kaminari Denki es una molesta hormiga así que cálmate"
_No entiendo cual es el problema -dijo un poco más calmado el de ojos jalde- dijiste que trajera salvia roja y eso hice -lo último lo dijo con un tono infantil-
_¡Te dije sábila roja pedazo de animal! -contestó alterado el omega lanzándole una pequeña espina de hielo la cual esquivó el alfa-
_Ah -contestó sin más al notar el pequeño cambio de letras en la palabra- Pero esta no debe ser muy diferente al fin de todo sus nombres de parecen ¿No? -dijo de forma animada haciendo que el heterocromático se le marcaran algunas venas-
Para el alfa de mechón fue un buen comentario para salvar la situación, sin embargo no contaba que en un parpadeo el bicolor ya lo estaba sujetando de la camisa sin una pisca de amabilidad.
_¿Cómo se supone que haga un ungüento para tus heridas con hojas deshidratadas de salvia roja? -preguntó con voz de ultratumba el menor-
_P-pues -intentó contestar el rubio mientras empezaba a sudar frío por la presión en su preciada camisa, pero se calmó al procesar el resto de la oración dicha por el de la cicatriz- ¿Ibas a hacer un ungüento para mis heridas? -preguntó sorprendido y vio directamente los ojos del contrario para después levantar la mano acariciar aquel cabello bicolor- ya te dije que estoy bien Sho-kun, no te preocupes -finalizo con una sonrisa la cual hizo que heterocromático quedara estático por unos momentos-
