—Ven.

Lily toma mi brazo y caminamos hacia una puerta, supongo que su habitación.

—No me mates.

Ella abre la puerta y veo a Lynn acostada en su cama con un oso entre sus brazos y con el teléfono de Lily en sus manos.

—Está drogada —me dice— se comió los brownies especiales de mi abuela ya que ella tiene cáncer, pero Lynn no sabía que eran especiales.

—¿Y cuándo se le va a pasar? —le pregunto sy me acerco a Lynn.

—Ni idea, pero le avisé a sus hermanas que se iba a quedar hoy en mi casa, no puedo arriesgarme a que vaya a su casa drogada.

Me acerco a ella y tomo su cara, por suerte no tienes los ojos rojos.

—Hola —me sonríe— te pareces a mi novia.

—Que suerte, porque lo soy.

—Por suerte Charles se fue antes de ver a Lynn en este estado —comenta Lily.

—¿Charles? —pregunto— ¿Estuvo aquí?

—Casi toda la semana estuvimos juntos los tres.

—Ella también tiene un collar así —dice Lynn tomando el collar que tiene su inicial.

—Voy a buscarle más agua y comida, quiero creer que eso le ayuda —me dice Lily y sale de la habitación.

—Soy yo, Halle —le digo sonriendo.

—No.

—Si.

—No, ella está en New York.

Nunca pensé que lidiar con Lynn drogada sería así de horrible, y mucho menos pensé que así sería mi bienvenida.

—Soy yo, vine antes.

—Nop —niega y río por lo terca que es estando drogada— dime algo que solo ella sepa.

—Duermes con el pingüino que te regalé todos los días y tienes nuestro aniversario como contraseña de tu teléfono.

—Eso lo puede saber cualquiera —se encoge de hombros y niego.

—Me diste una anillo con nuestro aniversario —le digo y le muestro el anillo en mi mano.

—No te creo —me dice y se aparta tomando el oso de Lily.

Me siento a su lado y tomo su mano, pero ella la aleja. Al menos sé que ni estando drogada me engañaría.

—Lynn...

—No —niega y yo suspiro. La verdad es que esperaba así que fuera mi llegada.

En eso llega Lily con agua y pizza.

—Ella dice que no soy Halle —le digo a Lily.

—¿Como no va a ser Halle? —le dice Lily— obviamente que sí.

—Déjenme, yo mejor me voy a mi casa —dice cuando termina de comer la pizza y se levanta, pero Lily niega.

—No —le digo— te vas a quedar aquí, no puedes salir así.

—¿Así como? —me pregunta alzando una ceja.

—Drogada —le digo y tomo su mano— ven.

Hago que se siente de nuevo en la cama y bufa.

—Duerme —palmeo la almohada— Lynn Loud.

Ella asiente y se acuesta para luego cerrar los ojos.

—Tendré que dormir en el sofá —ríe Lily y arropa a Lynn con una sábana— déjala dormir, vamos mejor a la cocina.

STORY OF US | LYNN LOUD JR ✓Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt