STORY OF US | LYNN LOUD JR ✓

cap 21

Lynn

Abro mis ojos y veo que estoy recostada en las piernas de Halle que está hablando con Larissa.

—Te despertaste —me sonríe y pasa su mano por mi cara.

—¿Que hora es?

—Son las 3 de la madrugada —me sonríe— digamos que tuviste un ataque de sueño masivo, solo dormiste dos horas.

—¿En tus piernas?

—Era eso o el piso, y no te iba a dejar dormir en el piso —me sonríe. Me levanto y me siento a su lado. Estoy un poco atontada— hablé con Luna, le dije que te ibas a quedar conmigo.

—¿No era que tus papás no sabían?

—Mi mamá sabe, dice que soy mala para mentir y se dió cuenta fácil. Un Uber va a venir por nosotras en 10 minutos.

Yo asiento y me da escalofríos. Ella me abraza y sonrío.

—¿Cuando nos van a decir que son novias? —nos pregunta Larissa— es en serio.

—No somos novias, somos amigas.

—Sigan con lo mismo, ¿Por eso cuando jugamos yo nunca nunca Sasha andaba presionándote con Halle? —dice burlona— es muy obvio, Lynn.

—¿Cómo así? —pregunta Halle desconcertada.

—Si no hubiese sido porque Sasha le tiene cierto aprecio a Halle, fácilmente te hubiese besado, Lynn —le dice— el punto es ¿hubieses aceptado?

—Yo les dije mi respuesta ahí mismo, además no vengas a meter leña al fuego, Larissa, Sasha y yo estamos bien.

Yo me levanto y le dejo la chaqueta a Halle para ir en en busca de Sasha.

—¡Hola! —me sonríe al verme— ¿estabas durmiendo con tu novia?

—No puede ser, me dormí y te dejaron beber de más —digo maldiciéndome— te vienes con nosotras.

La tomo de su mano para jalarla a donde están Halle y Larissa.

—¿Ella puede venir? —le pregunto a Halle— está muy ebria y no la voy a dejar sola, si quieres yo me voy caminando con ella a mi casa.

—No te voy a dejar que camines —me dice— que ella se quede también en mi casa, no hay problema.

—¿Segura? —le pregunto. Yo sé que no es la fan número uno de Sasha.

—Sí —ella asiente y se levanta para venir conmigo— vamos, el Uber debe estar por llegar.

—Gracias —le dice Sasha y cuando camina siento que se va a caer así que hago que se apoye en mi— gracias Lynn.

—Te ayudo —me dice ella para tomar por el otro lado a Sasha.

Nos ponemos la chaqueta y salimos a la cera a esperar.

—Adivina que me dijo America —habla Sasha mientras está apoyada en mi.

—Que me odia —murmura Halle.

—Que le gusto —me dice y yo me sorprendo— no me lo esperaba.

—¿Y te gusta? —le pregunta Halle.

—No —le responde.

Todas asentimos y al rato llega el Uber. En un punto Sasha se queda dormida en mis hombros mientras abraza a mi brazo.

—Le sigues gustando —me susurra Halle.

—Ya hablamos de eso, ella va a tratar de que ya no —le respondo en un susurro.

—Si eso crees —murmura no muy convencida.

Al llegar a la casa de Halle y subir con cuidado a Sasha a la habitación, nos damos cuenta que una de nosotras va a quedarse por fuera de la cama. Debajo de la cama de Halle hay otro colchón, ya lo sacamos y decidimos quién va a dormir ahí.

—Yo puedo dormir abajo —le digo. Sé que hay un colchón debajo de su cama, pero es muy incómodo de sacar. Generalmente no lo usamos porque cuando vengo a su casa con la cama matrimonial basta y sobra.

—Yo duermo abajo —dice Sasha— ustedes quédense arriba.

—Eres la invitada —le dice Halle— puedes dormir arriba, yo duermo abajo.

—Pero yo puedo dormir abajo —les digo.

—Ustedes duerman arriba, yo abajo —nos dice Sasha y se acuesta de una vez— buenas noches.

Se arropa con la sábana de Halle y vemos que si se duerme. Halle y yo nos miramos y nos encogemos de hombros.

—Toma —me dice ella buscando en su armario una pijama para mi. Yo me cambio en una esquina de su habitación y ella en la otra.

Me acuesto a su lado, pero nos quedamos mirando el techo por un momento.

—¿La besarías? —me pregunta Halle en un susurro y volteo a verla. La luz de la luna le pega en su cara ya que la persiana está abierta.

—¿Por qué la pregunta?

—Me dió curiosidad lo qué pasó esa noche que mencionó Larissa.

—Nada en especial.

—¿Pero si la besarías? —me pregunta aunque no respondo. La verdad es que no podría besar a Sasha— ¿o a mi?

—Halle, yo ya te he besado.

—Si, pero~

—No me gusta Sasha —le digo— estoy concentrada en mis deportes.

—Yo sé, pero es que las últimas semanas has estado mucho ella —me dice.

—Si quieres hablar vamos a hablar en la sala para no molestar a Sasha —le digo y ella asiente. Vamos a su sala y nos sentamos en el sofá.

—Entonces... —ella suspira. Veo sus ojos brillando, nunca me había dado cuenta de que en sus ojos marrones tienen una pizca de verde— hasta te preocupas de que duerma bien.

—Halle, ella es mi amiga.

—Es que siento que todo ha cambiado mucho —me dice y siento que se le corta la voz.

—Yo estoy aquí, no me voy a alejar de ti —le digo tomando sus manos.

—Desde que te fuiste esas dos semanas a New Jersey cambiaron tantas cosas, yo quiero todo como antes —me dice y veo sus lágrimas en los ojos— no quiero pensar que así me trataste a mi, y ahora a Sasha, y después a otra.

—Yo no estoy tratando a Sasha como tú crees.

—Pero es que la estás tratando como a mi antes de que te fueras de viaje —dice secándose las lágrimas— ¿me puedes decir qué pasó esa noche que bebieron?

—Ella me quería besar —le digo— pero sabía lo tuyo, además yo tampoco me iba a dejar besar.

—¿Y si se supone que siempre han sido amigas por qué ahora se tratan diferente?

—No lo sé —me encojo de hombros— no llores, no me gusta verte llorar.

—Soy una pasita, lloro por cualquier cosa —dice haciendo un puchero. Yo me acerco y la abrazo— gracias.

—Halle, pregúntame lo que sea que me quieras preguntar —le digo— no quiero verte llorar.

—Esa misma noche me dijiste que me amabas —me dice y toma mi cara entre sus manos— ¿me lo dijiste porque te sentías mal por lo qué pasó con Sasha? ¿O si me amas?

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buenísima pregunta, Halle

-luv.