Kim Namjoon acepta la invitación de su socio a pasar las vacaciones con su familia, Namjoon accede después de mucho insistir. Cuando su socio le hablaba de su preciado hijo menor se imaginaba a un niño descuidado y sin gracia alguna, pero lo que se...
—Creo que Jonnie quería hablar contigo —comentó y alejó el celular de su oído, Namjoon entraba a la habitación con un par de maletas aparentemente llenas tras él, así que solo estiró el brazo para que el mayor tomara el aparato.
—¿Jeon? Necesito que me esperes en la carretera, nos tenemos que ir de aquí. —Mientras hablaba caminaba por toda el lugar tratando de no olvidar nada que en un futuro le comprometiera.
—¿Por qué? —preguntó con extrañeza el pelinegro a través de la línea.
—El estúpido de Lee sospecha algo, y no quiero arriesgarme a que vaya con la policía. Sabe la ubicación exacta de la cabaña, así que no pienso quedarme a esperar a ver si cuento con suerte de que no abra la maldita boca. —No esperó respuesta alguna y solo colgó la llamada.
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—¿Estás seguro de lo que dices?, esto es algo serio, si vas a llamar debes estar completamente seguro de que se trata del muchacho, te podrías meter en serios problemas sí no termina siendo el muchacho al que están buscando.
—Te juro que era él, es imposible que no sea él y que aún así sea tan parecido al del volante —habló el doctor Lee con el teléfono en la mano y el volante en su mano restante.
—Entonces solo hazlo, y sinceramente espero que no estés en problemas después de esto. —La jóven mujer se levantó del sofá y con pasos apresurados se dirigió a subir las escaleras no queriendo quedarse para ver como probablemente su padre se metía en problemas.
Con un suspiro el hombre de cabello manchado con algunas canas, comenzó a marcar el número telefónico señalado en el volante en su teléfono.
—¿Hola? —después de unos segundos la voz de un hombre se dejó escuchar a través de la línea.
—Buenas tardes, señor... —hizo una pausa para conocer su nombre o apellido.
—Lee Joon —respondió al instante.
—Mucho gusto, señor Lee —extendió su mano para estrecharla cálidamente con el hombre que se encontraba sentando en una de las sillas de su oficina—. Soy el comisario Jung Hoseok, encargado del caso de desaparición de Kim SeokJin.
—Estoy seguro de que sé dónde se encuentra, está al... —empezó a hablar pero fue interrumpido por el comisario.
—Esperemos un momento, el señor Choi; padre del desaparecido, quiere estar presente cuando usted cuente lo que sabe.
