Te juro que...

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Cale miró a través de la cortina ligeramente levantada y comenzó a pensar

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Cale miró a través de la cortina ligeramente levantada y comenzó a pensar.

"Choi Han debería llegar en unos 3 días".

A menos que se mueva como un loco, Choi Han debería llegar tres días después. Traería a Rosalyn y Lock con él, y se encontrarían con la organización secreta mientras iban a Lock, lo que los retrasaría aún más.

Los ciudadanos felices decorando las calles, y las calles que se volvían muy hermosas. Todo esto se convertiría en un lugar de desesperación en una semana.

"Joven maestro Taylor".

Ahora estaban en la parte sur de Huiss, en la ubicación de las residencias nobles. El carruaje de Cale se detuvo frente a un edificio, y Cale se puso de pie y se preparó para salir.

"Ron se ocupará de ti una vez que lleguemos a la residencia. Solo tienes que salir por ese camino".

Estaba mirando a la puerta mientras continuaba.

"Olvídalo todo".

Podía escuchar la voz de Taylor y Cage viniendo detrás de él.

"Muchas gracias".

"Nos vemos en un ambiente alegre la próxima vez".

Cale comenzó a sonreír. Cage y Taylor continuaron mirándolo, pero ni Cale ni los dos gatitos prestaron atención a las dos personas.

Clik.

Se abrió la puerta del carruaje.

"Joven maestro, hemos llegado".

Cale, Hans y los gatitos pudieron ver a Taylor y Cage, pero no los miraron. Actuaron como si no estuvieran allí y se bajaron del carruaje.

La gran puerta con el escudo dorado de la tortuga se abrió lentamente. El guardia que abría la puerta, así como el mayordomo de la residencia y los sirvientes, se alinearon para recibir a Cale.

"¡Joven maestro Cale Henituse! ¡Bienvenido a la capital!"

Fue un saludo sumamente respetuoso. Estaban inclinando la cabeza tan bajo que parecía que iba a llegar al suelo. El anciano que parecía estar a cargo hablaba tan alto que parecía que podría lastimarse las cuerdas vocales.

"¡Haremos todo lo posible para servirle!"

'¿Por qué está así?'

Cale miró hacia Hans, que estaba fingiendo no tener idea de lo que estaba pasando.

Definitivamente sabía lo que estaba pasando.

Hans definitivamente sabía la razón por la que estaban actuando de esta manera. Cale encontró molesto preguntar, y se acercó al anciano a cargo y lo ayudó a levantarse. Luego miró al resto de los sirvientes y comenzó a hablar.

Esta no es la novela que leí. (Krs Cale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora