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Narrador omnisciente

Pasaron 2 horas y Amélia no regresaba, y Tomas comenzó a preocuparse, aunque en su mente quería pensar que ya iba a regresar, pues hoy es su fiesta de cumpleaños, así que soló se concentro en hacer su trabajo, el cual de hecho tenía mucho ya que su jefa le había ordenado que busque varias cosas de decoración y encargues de comida para la fiesta.

Por otro lado, Pilar remodelaba el vestido de su hermana en su habitación, hasta que de pronto golpean su puerta la cual ella procede a abrir

—AAAHH LAURI!! QUE HACES ACÁ  — Grita sorprendida por la llegada de su hermana mayor, mientras se funden en
un gran abrazo

—Bueno me hice una escapada, solo me quedaré unos días

—Ay Sis, te extrañe tanto — dice mientras la vuelve a abrazar

—Lo se, y yo a ti también te extraño mucho sis, pero contame como esta Amélia?

Pilar dudaba si contarle la verdad, su hermana mayor es como su madre y pensaría en contarle a Ivanna o internarla en una institución, en cambio Pilar creía que de alguna manera ella la podía salvar, que había otro camino mejor para Amélia. Por esta razón decidió no hacerlo, al menos por ahora.

—Bien supongo, despues de lo que pasó esa noche, no volvió hacerlo

—Espero que le dure y no caíga de vuelta porque sino tendrá que ir a un centro de drogadicción

—Si, no creo que eso pase, pero cambiemos de tema como te trato la vuelta a Argentina?

—La verdad prefiero Francia toda la vida —rié

—Bueno claro, quien no

—Pero contame del nuevo chofer, me lo cruce en la entrada y aunque no es de nuestra clase no esta nada mal —menciona con humor

—Lauri tenes novio, te recuerdo —rié

—Y en cuanto a Tomás, no hay mucho que decir, trabaja bien y nada eso —respondió Pilar evitativa

A lo que su hermana la mira con cara de desconfianza

—La Pilar que yo conosco se estaría quejando de él, así sea porque tenga un grano en la cara

—Lauri hace un año que te fuiste, la gente cambia, madura, y eso fue lo que hice. Me di cuenta que no puedo tratar a todos como la mierda

—Mmm algo me dice que hay cosas que no me queres contar pero bueno, allá tu —Termina de decir Laureana mientras deja a su hermana en la habitación y se va sin más

Las dos hermanas siempre fueron muy unidas, y se confian muchas cosas, pero muchas otras no. Pilar no le podía confiar lo que descubrió de su hermana, no le podía confiar que fue a ver a la psíquica y lo que está le dijo, y tampoco le podía confiar que le atraía Tomás cada vez más, aunque lo negara y en su mente no fuera capaz de aceptarlo.

La tarde se hizo presente y la peliroja no aparecía, para este momento Pilar la estaba buscando por toda la mansión. Hasta el momento nadie se había percatado de su ausencia, tanto sus hermanas, madre, y empleadas estaban concentradas en la organización de la fiesta. Pero Pilar aprovechó esta situación para buscar, no quería preocuparse soló que no podía evitarlo, tenía un mal presentimiento.

Tomás se encontraba en el patio, revisando el agua y el aceite del auto cuando escuchó a la chica llorando al lado de uno de los arbustos

—Pilar, que pasó? —Pregunta preocupado

—Es Amélia, no aparece

—Todavía no volvió?

—Como que no volvió? Sabes algo que yo no se?

Millonarias y mal criadas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora