For you. [Yeongyu]

III

Con el paso del tiempo, Beomgyu descubre más cosas sobre Yeonjun, como que sus padres son realmente estrictos y no saben absolutamente nada de él, su relación con ellos es mala, aunque le dan todo lo que necesita y se preocupan por él, al mismo tiempo son malos. Yeonjun no sólo parece ser bueno en danza sino también lo ha sido en el colegio, al parecer siempre destacó por sus buenas calificaciones. Yeonjun es una persona bastante amigable con los demás, de hecho, suele estar rodeado de personas, es alguien llamativo y todos suelen circular a su alrededor como si se encontraran viendo a la cosa más interesante del mundo. Yeonjun también suele ser algo extraño, tiene pensamientos que Beomgyu no logra comprender del todo, como esa vez que le dijo que deseaba acabar con absolutamente todo, o la cantidad de veces que menciona que quiere ser libre, es extraño.

Yeonjun sonríe demasiado, su sonrisa es hermosa, a Beomgyu le encanta ver ese gesto en su rostro, se siente cálido y le agrada, Beomgyu desconoce lo que es la calidez más allá de la música, ha vivido toda su vida con una madre realmente fría, al parecer no tenían nada en común. Beomgyu intentó tener algo que ver con su madre, por eso decidió aceptar su oferta y asistir a clases de baile pero realmente no pudo con ello. Al final aceptó el destino y la forma en la que era la mujer con él, era más como una extraña.

—Sabes, a veces me pregunto qué costo tendrá la libertad —Yeonjun se encuentra abrazando sus piernas y mirando hacia el frente mientras Beomgyu escribe en un cuaderno, tiene un examen pronto y ha estado algo ocupado esos días, aún así no quiere estar lejos de Yeonjun, por lo que ha encontrado momentos en los que poder estar con él y estudiando al mismo tiempo.

Aquellas palabras llaman su atención, no puede evitar mirarlo y buscar algo en su rostro, un indicio, una pista, lo que sea, tampoco está seguro de qué es lo que espera encontrar pero lo busca de todas formas.

—¿Tú crees que eres libre? —ahora lo mira y Beomgyu piensa por un momento.

—No estoy seguro de qué tan libre sea —hace una pausa mientras deja su cuaderno en el césped y se acomoda en su lugar—. Aunque tampoco creo ser prisionero de nada.

—Es bueno saberlo —Yeonjun sonríe y después suspira—. Las personas libres son las más hermosas.

Por alguna razón, ese comentario hace que el corazón de Beomgyu lata con algo de fuerza, ¿qué es lo que habrá querido decir? Decide no darle demasiada importancia, después de todo ha sido un comentario hecho al aire.

Beomgyu deja sus cosas por un momento y se dedica a mirar las nubes, se siente realmente cómodo con Yeonjun, a veces se sorprende a sí mismo, no suele ser una persona que encuentre comodidad en muchos lugares, pero Yeonjun parece ser uno de ellos.

—¿Tú crees que eres libre? —le devuelve la pregunta mientras lo mira, Yeonjun sigue concentrado en las demás personas que se encuentran en el parque.

—Para nada —dice y sonríe de lado, Beomgyu mordisquea su labio inferior y después mira hacia el frente también.

—¿Qué es lo primero que harías al ser libre?

—Siempre he soñado con bailar frente a un millón de personas, es algo estúpido pero me gustaría expresarle al mundo quien soy —se encoge de hombros y después apoya su cabeza en sus rodillas—. Todo lo que ha visto la mayoría es algo que no soy y no me gusta, soy más que eso.

—Yo creo que podrás hacerlo —lo alienta pero no le miente, él cree cada palabra que sale de su boca—. ¿Sabes por qué eres bueno en lo que haces? Porque tú sientes cada uno de tus movimientos, porque cuentas una historia mientras bailas y, sea real o no, yo la creo por completo, porque se siente genuina, casi como si estuvieras abriendo tu corazón y mostrando algo que es muy personal, es simplemente hermoso.

Yeonjun sonríe al escucharlo y se gira para mirarlo, Beomgyu también le sonríe mientras se acomoda en su lugar.

—Gracias.

—No tienes que agradecer, no he dicho nada que no sea cierto —Beomgyu suelta un suspiro y vuelve a tomar su cuaderno entre sus manos, Yeonjun le observa curioso y entonces se acomoda un poco en su lugar.

—¿Tienes amigos? —aquella pregunta hace reír a Beomgyu quien lo mira sorprendido al escucharlo—. Dios, salió peor de lo que esperaba.

—Los tengo pero no son tantos —cuenta y Yeonjun asiente con la cabeza mientras vuelve a mirar al frente.

—Preguntaba porque eres alguien realmente agradable, pareces del tipo que tiene muchos amigos —se encoge de hombros.

—Ese pareces ser tú.

—¿Eso crees? No tengo amigos realmente —al escuchar aquello, Beomgyu lo mira completamente sorprendido—. ¿Por qué me miras así?

—Porque no esperaba que dijeras algo así.

—Nunca tuve tiempo de hacer amigos, conozco a mucha gente pero no estoy seguro de que sean mis amigos —se abraza a sus piernas y Beomgyu sonríe.

—Bueno, si tú quieres podemos ser amigos.

—Eso sería bueno —Yeonjun ahora es quien le sonríe y Beomgyu se siente realmente agradecido de ser el causante de tan hermoso gesto, quiere ser la razón por la que sonría siempre, quiere ver esa sonrisa más veces de las que ya la ha visto, porque cree que esa es una de las cosas más hermosa de Yeonjun, su sonrisa es algo hermoso.