For you. [Yeongyu]

II

Inevitablemente se acerca más a Yeonjun, no puede hacer nada al respecto, es como si el destino realmente deseara que se encontraran. Lo encuentra no solo en la academia, en una cafetería, en una biblioteca, en tantos lugares que incluso llega a imaginar que Yeonjun lo está siguiendo. Descarta la idea porque quiere creer que Yeonjun no es alguien extraño.

—¿Tocarías una canción para mí? —pregunta alguna vez, mientras Beomgyu se cuelga el estuche de la guitarra al hombro, dispuesto a irse.

—Ya lo hice una vez, ¿por qué no lo haría dos?

—No, me refiero a si tocarías una canción para que yo baile —aclara y el contrario se sorprende, siente que acaban de leerle la mente, porque él ya había pensado en aquello.

—Claro, ¿quieres alguna canción en específico?

—No, no tengo nada en mente porque simplemente quiero fluir —sonríe y Beomgyu lo mira fijamente, cree haber entendido más sobre Yeonjun pero cree que aún es muy pronto para hacer suposiciones, hace apenas algunas semanas han empezado a hablar.

—Está bien, entonces de eso me encargo yo —Beomgyu es quien sonríe ahora y Yeonjun le mira—. ¿Cuándo quieres que toque para ti? ¿Ahora?

—Sígueme —dice con una sonrisa pícara y comienza a caminar esperando a que Beomgyu le siga por detrás.

Caminan fuera de la academia, Yeonjun camina sin parar y con la mirada al frente, Beomgyu lo mira por detrás, pensando en lo decidido que se ve el contrario. Se pregunta a dónde lo llevará pero confía en que será un buen lugar.

Llegan a un parque, no estaba tan lejos como creyó, incluso se sorprende al no haberlo visto antes. Yeonjun deja sus cosas junto a un árbol y Beomgyu se sienta justo al lado, saca su guitarra y la acomoda sobre sí mismo, puede ver al contrario estirarse un poco y mirarlo expectante.

Beomgyu lo piensa por un momento, no está seguro de qué debería tocar, aunque cree tener algo en mente. Entonces empieza a acariciar las cuerdas de la guitarra intentando tocar Figures de Jessie Reyez, incluso se permite cantar suavemente, no demasiado fuerte, tampoco quiere que su voz se lleve todo el protagonismo y la atención. Lo hace mientras ve a Yeonjun escucharle algo sorprendido, hasta que parece volver en sí y comienza a bailar. Beomgyu hace su mayor esfuerzo por no distraerse con el contrario mientras canta, realmente está bailando hermoso y la forma en la que lo hace se siente realmente íntima.

"I wish I could hurt you back."

Beomgyu canta y puede ver, genuinamente cree que puede ver, cómo el rostro de Yeonjun está dolido, no le gusta, siente que es parte de ese sufrimiento, casi como si estuviera fomentándolo, no quiere seguir pero tampoco puede dejar de cantar.

"Love, what would you do if you couldn't get me back?"

Yeonjun se mueve con tanta gracia y tanta delicadeza que Beomgyu realmente cree que no es de ese planeta, alguien que baile así no debería estar en un lugar como ese.

"You're the one who's gonna lose."

Yeonjun entonces lo mira por un momento, se siente completamente sorprendido, su mirada es intensa y lo que sea que intente transmitir, cree que lo está haciendo a la perfección, parece enojo o frustración, está molesto, algo por el estilo, Beomgyu lo siente pero no puede describirlo.

"Something so special, something so real.
Tell me, boy, how in the fuck would you feel?"

Yeonjun baila mientras Beomgyu canta, se siente bien, se siente de cierta forma distinto a todo lo que hace en la academia y Beomgyu puede notarlo, Yeonjun baila diferente, se mueve de una forma que no lo ha hecho antes, está seguro de eso.

En cuanto termina de cantar, Yeonjun finaliza y respira algo agitado, tiene la mirada seria por un momento mientras se sienta junto a Beomgyu y después se deja caer de espaldas en el césped. El contrario le mira fijamente, ha sido maravilloso.

—Eres realmente bueno —dice y guarda la guitarra, Yeonjun sonríe pero a Beomgyu no le convence ese gesto ya que no lo ha sentido del todo genuino.

—Hace tiempo dejó de importarme eso —mira hacia el cielo—. ¿De qué me sirve ser bueno si no siento nada al serlo? Practiqué por años para ser el mejor y al final no conseguí nada con eso —suspira y tapa sus ojos con una de sus manos—. Nada ha valido la pena, ese esfuerzo ha sido en vano.

—¿Por qué querías ser el mejor?

—No lo quería, pensé que quería —destapa sus ojos y lo mira—. Es lo que todos esperaban de mí —Beomgyu se siente algo mal por él y puede entenderlo a medias—. Tu madre también parece ser así.

—Solo con quienes le importan —se encoge de hombros y parece que al decir aquello ha captado la atención de su acompañante—.  Es decir, conmigo se rindió hace tiempo, entonces ya no espera nada.

—¿Ella no quiso enseñarte danza?

—Fui a clases durante años —confiesa y Yeonjun se sorprende—. Pero nunca fue lo mío, cuando le dije que quería dejarlo se puso como loca, recuerdo que no me habló por mucho tiempo.

—Debe haber sido duro —Yeonjun suspira y se sienta, ahora están uno al lado del otro de nuevo, mira al contrario y sonríe—. Supongo que es bueno que lo hayas dejado, no sé cómo bailas pero sí sé que cantas hermoso.

—Aún no lo hago muy bien —ríe un poco—. Pero gracias, esto me llena más que cualquier otra cosa que haya hecho antes.

—Se nota —asegura Yeonjun y Beomgyu sonríe al escucharlo—. A mí me llena la danza pero solo cuando me siento conectado con ella, a veces, cuando alguien más me dice qué hacer y cómo hacerlo, no me siento yo mismo —la forma en la que dice aquello suena algo triste por lo que Beomgyu lo mira fijamente, Yeonjun tiene la vista en el cielo otra vez—. Es agradable hablar contigo, Beomgyu —vuelve a mirarlo y sonríe—. Me siento cómodo y escuchado.

—Opino lo mismo, me gusta escucharte.

El resto de la tarde pasa así, ambos sentados debajo del árbol, hablando y riendo, Beomgyu toca una canción más para Yeonjun y éste último vuelve a bailar para él, abriéndole su corazón una vez más.