005/ 𝙄 𝙣𝙚𝙫𝙚𝙧 𝙨𝙚𝙚

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Sydney odiaba muchas cosas,odiaba a las palomas las consideraba ratas voladoras,también odiaba el sol,prefería los días nublados y fríos ya que eran más cómodos para su bienestar mental,odiaba las sandalias pero no había algo que odiase más que ser el centro de atención. Había pasado una semana en la que no iba a clase por su pequeño accidente en el baño de su casa,había tenido una venda por su frente toda esa semana,fue algo extraño tenerla pero se acostumbró,ahora no la tenía dejando ver una cicatriz horrorosa que atravesaba su cara,no le molestaba a veces si le daba el sol (el que mencionamos que odiaba) en toda la cara le dolía un poco pero por eso tenía unas gafas. Sus padres la estaban llevando al instituto,desde el incidente no la dejaban en paz y ahora tendría que recurrir al psicólogo de la ciudad,le daba algo de pereza.

—por favor, tómate el zumo de naranja que te hizo tu madre,el médico dice que te hace falta—le dijo su padre una vez que aparcó frente al instituto—ya puedes irte—la joven sonrió,a sus dos padres y se bajó,se giró y al dar un paso dentro del instituto no pudo sentir la mirada de todos sobre ella. Era realmente molesto.

Intentó ignorarlo y dejar todo en su taquilla. Pensó que todo sería durante la primera hora,pero no,fue también a segunda y a tercera,no lo soportaba. Ya era la hora del recreo y ella quería alejarse lo más posible de sus compañeros.

—pensé que estabas muerta—cerró el casillero encontrándose con el dueño de aquel comentario. Ese rubio de nuevo—pero veo que solo tienes una cicatriz ¿con quién te peleaste esta vez,"malota"?—se burló, claramente eso estaba haciendo.

—¿se nota mucho?—el otro asintió algo obvio—joder.

—por más que te pongas gafas nada va a cambiar,beata—la chica solo le dedicó una mirada de molestia—perdón sí te ofende lo de beata,es que al final eso eres.

—sí,eso seré—le restó importancia ahora quitándose las gafas—soy una santa,lo sé.

—oh dios que fealdad estoy viendo,mierda,vuelve a ponerte las putas gafas—bromeó,Syd solo le enseño el dedo y se fue—esperate,anormal.

—¿que coño quieres? Pensé que eras el típico chico rudo solitario que lo único que daba era odio—se giró ya algo molesta.

—te iba a dar el ZIPPO pero ahora te jodes por idiota.—Syd solo se encogió de hombros—¿es que todo te da igual o que?

—sí.

—se nota que el psiquiátrico te dejó más tonta—rechistó el rubio quejica.

—¿Por qué dices eso?—levanta la ceja—estuve en mi casa.

—sí,por eso te cortaste el pelo ¿no?

—me lo corté yo,como también me corté la cara—dejó al chico con más dudas y esta vez sí se fue,dejándolo solo.

Ahora se encontraba en dirección a la última planta,en busca de la clase abandonada, cuándo la encontró se tumbó en una de las mesas y sacó un cigarrillo,aquella ansiedad asechante la ponía de los nervios y sentía que en cualquier momento se tiraría por alguna ventana simplemente para no sentirlas más. Otro de sus pensamientos intrusivos.

—¿Eres tú?—suspiró con cansancio al saber que nuevamente no podría estar tranquila con su soledad, levantó la cabeza y vio al aficionado de Bruce Lee,como ella lo llamaba. Por alguna razón volvió a relajarse y solo pasó de él.

Claro que no tendría en cuenta que el chico se quedase,este se sentó a su lado. La chica lo pudo presenciar a través de sus gafas de sol.

—Lindo corte—intentó sonreír,claro la actitud de la chica le confundía y no sabía cómo actuar o que decir.

—¿cuál de los dos?—soltó el humo.

—los dos.

Se hizo un silencio acogedor,Syd mordió su labio pensativa y por primera vez en el día sintió algo de paz aunque hubiese una persona ahí mirando cada detalle de tu cuerpo y cara. Era distinto.

—¿que miras tanto?—habló rompiendo el silencio formado por ambos,sí es la cicatriz no me parece tan bonita como tú dices—se reincorporó ahora sentándose,quedando lado a lado con él.

—miraba todo,disculpa si eso te incómodo,Syd.—"se acuerda de tu nombre" pensó y algo dentro de ella cambio un poco.

—no,no me incómoda,solo me dió la curiosidad de saber que tanto mirabas,Robin—respondió la chica,Robin sonrió esta vez algo satisfecho al oírla decir su nombre—¿quieres?—le ofreció el cigarro.

—no,gracias, disfrútalo tú,es enigmático...—Syd aseguraría haberlo escuchado bien,se puso algo colorada y tosió un poco,lo disimuló riendo y luego volvió al mismo semblante.

—¿es enigmático como me fumo un cigarro?

—lo es,es como de película—la chica solo negó riendo—te lo juro—ahora reía él.

—eres demasiado fantasioso—aseguró mientras apagaba el cigarro,quería seguir escuchando como ese chico hablaba.

—¿por qué te cortaste el pelo? Aunque te queda muy bien así.

—Pues por eso,porque me queda bien.

—no te creo, sé que hay algo más y no sé porque—Syd solo le miró directamente a los ojos,finalmente decidió dejar la versión de que le quedaba mejor así.

—pues me tendrás que creer,es la verdad.—el muchacho frunció sus labios—es lo que hay,solo eso.

—no has venido en una semana,raro es.

—dejalo,solo no me apetece hablar de esas cosas—comprendió y dejaron el tema.

—¿Te gustaría ir a ver alguna película al autocine de mi tío?—soltó de la nada,Syd impresionada por tal propuesta no supo que responder,es decir solo se conocían de un castigo y ya le ofrecía de quedar,era raro. También hay que decir que Sydney no era alguien que confiase mucho en los hombres por demasiadas experiencias del pasado.

—No sé...

—iran otros amigos—se lo ponía peor,pudo darse cuenta por la cara que puso—¿o sí quieres no?

—vale, sí.

Robin casi lo celebraba ahí mismo,pero claro,las formas no podía perderla ante una dama,así la denominaba en su cabeza.

—perfecto ¿cuándo puedes? Las tandas son por la noche—en todo eso Syd había cogido un pedazo de papel de una libreta suya apuntando la dirección.

—no sé,ven a buscarme—le dió el papel—y ni se te ocurra tocar a la puerta—tocó el timbre y ella ya estaba saliendo por la puerta.

—¡oye, será esta noche!—ella solo siguió su paso,sin mirar atras y sin saber lo que había provocado en Robin Arellano.

Robin salió de la clase lentamente,con la mano en el pecho tras sentir una gran presión,bonita pero molesta y con la otra mano sujetando el papel. Bajando aquellas escaleras se encontró con su amigo. Finney.

—oye ¿que haces?—tan solo verlo,estaba raro y no por gusto tenía una mano en el pecho.

—me va a dar algo—al fin soltó su mano y se estampó contra las taquillas, aún mirando a su amigo—hoy tendré una cita con Sydney—sonrió orgulloso.

—¿mi vecina?—Robin solo le ignoró,mientras pensaba en a saber que.


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⏰ Last updated: Sep 11, 2023 ⏰

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𝐆 𝐄 𝐍 𝐄 𝐒 𝐈 𝐒/𝙍𝙤𝙗𝙞𝙣 𝘼𝙧𝙚𝙡𝙡𝙖𝙣𝙤Where stories live. Discover now