Amy Collins se encuentra perdida en su pasado, su enfermedad no le permite avanzar, tiene muchas preguntas y pocas respuestas. Es por ello que comienza a tomar las riendas de su vida y optar por incorporarse a los Vengadores, para evitar que el mund...
No sé qué está pasando aquí, pero salgo corriendo tras Steve para hablar con él sobre el mal entendimiento de la habitación. Lo sigo mientras el va directo a su dormitorio, pero antes de que pueda cerrar, alcanzo la puerta para entrar.
- Steve, por qué demonios te comportas así? Bucky y yo somos amigos, tan solo he querido hablar con él respeto a la fiesta de anoche, ya que, desde ayer no me ha dirigido la palabra - digo mientras Rogers me da la espalda
- Aunque sinceramente, no sé que hago dándote explicaciones - añado estando muy sorprendida por mi acción de ir tras Steve
Sigue dándome la espalda y veo como respira profundamente mientras sus músculos se relajan cada vez más.
- Sé que es tu amigo, y no quiero entrometerme en vuestra amistad. Pero Barnes es un gran apoyo para mí casi desde el primer día que llegué - Steve se gira y me pone una cara muy desconcertada, realmente para mí esta siendo muy extraño. No sabía que Bucky era solo de Steve, no entiendo por qué esto le afectaba tanto - Mira, sé que me odias, pero de verdad que aunque yo me junte con Bucky no significa que tú y yo tengamos que llevarnos bien - de repente Steve pone una cara de asombro y me corta
- Espera, que? Amy, crees que te odio? - pregunta muy sorprendido tras mi respuesta
- No es así? Me has hablado mal desde el primer día que nos vimos, y si puedes evitarme, por tí mucho mejor. Quizás puede que no te agrade pero sinceramente no deberias de juzgarme sin conocerme.
Antes de que pueda acabar mi argumento, Steve avanza rápidamente hacia a mí de tal forma que hace que de un paso hacia atrás y quede con la espalda pegada a la puerta. Y en ese mismo instante, en cuanto soy consciente de estar acorralada entre sus brazos, estampa sus labios contra los mios. Es un beso dulce y a la vez desesperado. Pienso en apartarme, pero en estos momentos he perdido el control, he olvidado la razón por la que llegue hasta su habitación. Así que, sostengo mis manos alrededor de su cuello para intensificar el beso, Steve entiende el mensaje y decide pegarme más hacia él mientras una de sus manos recorre mis caderas y abre mis labios para introducir su lengua. Oh dios, sus besos son tan dulces como lo imaginaba.
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Nos separamos repentinamente por la falta de aire, observando como sus labios están más hinchados y son todavía más tentadores que antes. Nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos esos ojos que me vuelven loca, pero no decimos nada. Una vez vuelvo a la realidad, desvío mi mirada hacia el suelo, algo avergonzada de este momento tan incómodo, sin comprender absolutamente nada. Hasta que Steve decide hablar.
- Si te odiase créeme que no habría hecho eso Amy - responde sujetándome la cara con sus manos, haciendo que le mire a los ojos
Estoy totalmente desconcertada, venía con una idea en la cabeza, enfadada y muy furiosa, con las cosas bien claras para plantarle cara al capipaleta. Y lo que recibo es un increíble beso suyo, el cual me dan ganas de mandar a la mierda este enfado que tengo (más bien tenía) y seguir besándolo.
