Capítulo 1: La llegada

2.8K 196 7
                                    

Damian no tenía mucho más de un año cuando llegó a la Mansión Wayne.

Talía había olvidado mencionar su cumpleaños cuando se despidió con palabras crípticas sobre un regalo en su último encuentro con Bruce. "No dejes que él entorpezca tu estilo", había dicho con una sonrisa melancólica antes de saltar a un helicóptero y desaparecer de la vista en cuestión de segundos.

Bruce esperaba problemas -de los mortales-, no tenía ni idea de qué pensar.

Al instante, Alfred ordenó a Bruce que se aguantara y se pusiera las pilas, joder. Esas palabras exactas nunca salieron de la boca del mayordomo, por supuesto, pero así fue como Jason se lo contó a Dick, para consternación de Bruce.

Pero Bruce trató de "aguantarse", aun siendo muy consciente de lo horrible que era con los niños.

Con Dick había sido fácil porque Dick era un niño fácil de tratar, se reía, hablaba de todo lo que le molestaba, y sin embargo Bruce lo había alejado. Ahora no pasaba un día entero sin discutir con Jason, ¿cómo se suponía que iba a criar a Damian? Aún así, trató de llevar al niño a su oficina y sentarlo encima de su escritorio y darle papel y crayones.

Al principio, se limitaba a mirar a Damian, esperando a ver qué dibujaba su hijo, pero Damian le devolvía la mirada con los ojos de su madre, porque eran los de Talía aunque fueran azules.

Bruce nunca había pensado que un niño de un año pudiera parecer tan crítico.

Tratar de sostener al niño resultó ser aún peor, el bebé fruncía el ceño y luchaba para salir de los brazos de su padre cada vez que Bruce intentaba levantarlo. Sin embargo, nunca lloró.

Alfred suspiraba, refunfuñando sobre métodos anticonceptivos y libros de paternidad mientras sacaba al niño de los brazos de Bruce.

Cada vez que el mayordomo hablaba, Damian se detenía y escuchaba; era increíble que el niño le prestara tanta atención, y Bruce se sentía tremendamente celoso.

Jason estuvo a punto de enloquecer ante la noticia de un hermano menor y se mantuvo alejado de Damian desde el momento en que el niño entró por la puerta, y Bruce recibía la ley del hielo en todo momento fuera de la patrulla.

Y luego estaba Dick. Había estado ignorando a Bruce por completo desde su última discusión, pero aun así tomaría las llamadas de Alfred. Jason juró de arriba abajo que en el mismo momento en que Alfred dijo las palabras "nuevo hermano", Dick irrumpió a través de la puerta todavía con el teléfono en la mano, arrastrando el cable detrás de él.

Alfred nunca lo admitiría, pero se le pusieron los ojos llorosos al ver a Dick arrodillado frente a Damian y tendiéndole la mano: "Hola, soy Richard Grayson, pero puedes llamarme Dick. ¿Y tú eres?"

Damian miró fijamente la mano de Dick durante un largo instante, luego cogió su dedo índice y miró a la cara de su hermano mayor. Dick sonrió y, por primera vez, Damian le devolvió la sonrisa.

Habría sido una visión perfecta si Jason no hubiera estado haciendo ruidos de arcadas intentando imitar el vómito en la esquina.

Nota de la autora original (B. and the Jetts):

¡He conseguido escribir un drabble! (511 palabras sigue siendo un drabble, ¿verdad? ¿Verdad?), pero por supuesto, ahora no puedo dejar de pensar en la trama, así que probablemente habrá otros drabbles.

Espero que lo disfruten tanto como yo. Estoy enamorada de este bebé... Es tan mierdecilla que ni te imaginas

Nota de FantasmonQueGhostea: 

Un drabble es una obra literaria de ficción extremadamente corta, de exactamente 100 palabras, aunque se suele aceptar como drabble cualquier historia corta de menos de 500 palabras. El objetivo de un drabble es la brevedad y poner a prueba la capacidad del autor para expresar ideas interesantes en un espacio muy escaso. -Fuente Wikipedia

El más jovenWhere stories live. Discover now